
Bufalo por fin se llevará esos relojes por los que babeaba. Dandi, fiel a su apodo, no ve la hora de renovar su guardarropa y Scrocchiazeppi invertirá en sus vicios favoritos: cocaína y prostitutas. Los millones que la familia Rossellini ha pagado por el rescate han inundado de dinero las cajas del grupo de amigos romanos que ha llevado a cabo el secuestro del barón. Y todos quieren disfrutar, a su manera, de la repentina riqueza. Todos salvo uno. “Los relojes se rompen, las prendas pasan de moda, y a los seis meses estamos igual”, empieza a pensar en voz alta El Libanés. Él tiene otra propuesta: “Cada uno se queda 20 millones, lo demás se reinvierte en un proyecto común”. Se refiere a una banda criminal, como Cosa Nostra o la camorra, pero justo en el corazón de la capital. El objetivo de Libanés está claro: “Pijamose Roma [Hagámonos con Roma]”.