Estudiando el sexo; jugando con el amor

Por: | 12 de agosto de 2014

Masters

Masters of Sex no lo tenía fácil pero lo consiguió. No solo eso: con su primera temporada, se convirtió en una de las mejores series del año pasado. Con una historia real como base del relato y dos grandes actores al frente (apoyados por maravillosos secundarios), los primeros pasos de Masters y Johnson en el estudio del sexo a finales de los años 60 y principios de los 70 conseguía cautivar e incluso enamorar. El regreso con la segunda temporada de la serie de Showtime no ha decepcionado. En realidad, no contábamos con que fuera a bajar el listón, pero reconforta ver que se cumplen las expectativas.

La segunda temporada (en España, en Canal Plus Series) arranca retomando la historia en el punto donde terminó la primera a base de flashbacks y mostrando las consecuencias de lo que sucedió aquella noche. También recupera las hsitorias de algunos secundarios. Especialmente dolorosa es la de Barton Scully (Beau Bridges) y su obsesión por poner "remedio" a su homosexualidad cueste lo que cueste. Una historia más dolorosa todavía cuando piensas que eso está basado en la realidad.

Lizzy-caplan

Pero si la serie regresa manteniendo el nivel, el tercer episodio nos lleva casi a la gloria con un capítulo botella en el que la acción se paraliza para centrarnos en lo que ocurre en una habitación de hotel. En ella, Virginia y Bill luchan mano a mano, cara a cara, round va, round viene, en un combate paralelo al que presencian en la televisión del hotel y que, en el caso de nuestros protagonistas, vuelven a perder los dos.

A través de ficciones y papeles inventados, ambos se desnudan, literal y literariamente, para dejar al descubierto cosas que insisten en mantener ocultas del resto de la humanidad. Michael Sheen y Lizzy Caplan, con su gran trabajo, ayudan a dar a sus personajes una profundidad y una complejidad que alimenta la ya de por sí interesante trama de una serie que nació un poco a la sombra de Mad Men por estar situada en una época parecida pero que alcanzó muy pronto una identidad propia.

La historia irá evolucionando. El estudio sobre la sexualidad que empezaron Masters y Johnson tiene cuerda para rato. Nuevos hospitales, nuevos retos. Y mientras vemos cómo evolucionan sus investigaciones, los personajes que pueblan Masters of Sex siguen jugando, entre mentiras, medias verdades y autoengaños, con eso tan complicado que son los sentimientos y para lo que no hay estudio que valga.

 

Hay 13 Comentarios

Pues sí, muy de acuerdo, reconforta que no bajo el liston como hicieron otras tantas series prometedoras como Dexter o Homeland, y siga manteniendo como una de las mejores series :).

Para mi gusto, la temporada tarda un poco en arrancar. El episodio botella del que se habla me pareció muy bueno, pero le sobró metraje, me pareció un poco forzado. Eso sí, fue el gozne para que volviera a recuperar la forma. Y eso implica que hay que retomar el estudio y todo lo que conlleva para no ser simplemente un drama de culebrón como apuntaba Bleyer

Es un sorpresón de serie, pero hay que ver varios capítulos seguidos para poder saborearla. A pequeñas piezas empalaga.

http://casaquerida.com/2014/08/13/disquisiciones-veraniegas/

El episodio botella me ha resultado pesado pero necesario.Me está gustando mucho esta temporada,se sufre al ver lo que la ignorancia hace con las personas y con la gran hipocresía de la sociedad americana.

Esta serie es maravillosa. Te hace experimentar muchas emociones: desde la risa con Betty, la prostituta, la pena con la situación personal del rector de la Universidad, la admiración con la determinación y carisma de Virginia, la curiosidad por qué le pasó al Doctor Masters para ser así, la empatía con el desamor que sufren Libby y el Dr. Hass, el interés por cómo el tema del sexo era tratado en esa época y cómo la ciencia ayudó a hacerlo visible, con el avance que eso supuso, la amistad entre dos personajes femeninos como Virginia y la Dr. De Paul... Y por supuesto, el morbo con la relación entre los dos protagonistas, queriendose sin querer, deseándose amparados en un trabajo científico, atrapados en sus miedos, debilidades y en la situación personal de cada uno... Algunos capítulos son una verdadera obra de arte. A mí me enganchó desde el primero. Y no veo la hora de que pase la semana para ver el siguiente. Aburrida? Jajajaj. No comparto para nada esa opinión. Os animo a no perderos unas de las mejores series de televisión.

A mí me encanta esta serie. ¿Aburrida? ¿Lenta? Cuestión de gustos. Habla uno para el que una de sus películas favoritas es la esencia de la lentitud (El olor de la papaya verde), pero que al mismo tiempo lo último que ha visto es la minitemporada de 24. Pasar de Jack Bauer a Bill Masters es como pasar de conducir en Monza a hacerlo en una carretera comarcal, pero todo tiene su encanto. La historia es pausada, avanza poco, lo cual tiene sus inconvenientes, pero también sus ventajas. Los actores saben darle esa evolución que sus personajes necesitan. Una gran serie, que salvando las distancias propias del tema, me recuerda a The Americans por su refinado ritmo ajeno a los fuegos artificiales.

Me desaniman los comentarios, las series van en función de los gustos, pero que casi todos coincidan en que es una serie aburrida no es una buena señal. Yo necesito una serie que me enganche, y que me haga sentir la necesidad de ver los capítulos de un tirón. Si soy yo la que tiene que andar detrás de la serie, malo. http://deletrasyotrosvicios.blogspot.com.es/

La verdad es que esta serie me tiene el corazón partido. Por un lado, es demasiado "culebronística" para mi gusto. Y con ello quiero decir que gira demasiado alrededor de si tal personaje se lleva bien con tal personaje, de si estos se lían, de si estos se divorcian, de si a éste le aparece un cáncer... Por otra parte, está claro que muchas de estas tramas son metáforas del despertar de la sociedad americana a ciertos elementos (la sexualidad, los temas raciales, la liberación de l amujer, etc) de la época.


Así, que dividido como estoy, lo cierto es que la serie por momentos brilla, y su culebronismo le permite gozar de una falta de (aparentes) pretensiones que le viene que ni pintada a este retrato de la época. Pero es que, encima, de vez en cuando se destacan con un episodio (como el tercero de la segunda temporada) realmente brillante, donde se parte de un guión sensible, implacable y maravillosamente estructurado, para que unos actores (dos) con plena consciencia de las intenciones del guión utilicen toda su (iba a decir insospechada, pero no es así: ya habían insinuado de lo que eran capaces antes) capacidad interpretativa al servicio de la historia y el desarrollo de personajes, guiados ambos de una dirección sutil, hábil y elegante que permite que el guión y los interpretes brillen aún más (Michael Apted, al que algunos recordarán de haber dirigido algunas pelis conocidas en los 80-90, y que a sus 73 años está este año metido en dos series interesantes y tan diferentes entre si como son Masters of Sex y Ray Donovan... que siga manteniendo ese olfato) .

Pues oye, si la serie me va a dar un episodio como éste al año, pues la seguiré viendo.

No entiendo cómo puede aburrir esta serie a mi m parece de las mejores q se han hecho últimamente, grandes actuaciones, grandes historias y todos los capítulos cn algo interesante q escuchar. Espero q siga x muxo tiempo.

Me costó mucho engancharme en la primera, y he desistido, despues de un par episodios, de la segunda

A mí me gustó la primera temporada pero he llegado al tercer episodio de la segunda y ya no puedo más del aburrimiento.

Grandes actores.

A mí me aburrió la primera temporada y me olvidé. Habrá que recuperar la serie.

http://adf.ly/4hVPL

Publicar un comentario

Si tienes una cuenta en TypePad o TypeKey, por favor Inicia sesión.

Quinta Temporada

Sobre el blog

La televisión bulle con la época dorada de las series. Buenas historias y firmas de renombre que ya no dudan en apostar por el formato por capítulos. Novedades, análisis, estrenos, curiosidades...
Todo eso y más sobre una caja que ya no es tan tonta.

Sobre los autores

Vibramos con The Wire, reímos con Friends, nos emocionamos con Treme, nos quebramos la cabeza con Lost, disfrutamos con Los Soprano, contenemos el aliento con Breaking Bad... Redactores de EL PAÍS que vivimos enganchados a las series.

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal