Vivir la era del boom de las series (tanto desde el punto de vista de la calidad como la cantidad) tiene muchas cosas buenas. Tenemos más oferta y mejor que nunca. Hay series para todos los tipos de público. Tantas series que a veces es complicado manejarse en ese mundo sin perderse. Por suerte, también hay más información que nunca sobre series que ayuda a decidirse por unos títulos frente a otros y a descubrir ficciones que de otra forma nunca daríamos con ellas. Pero, ¿es asumible por parte del espectador la gran oferta (incluso sobreoferta) de series que tenemos actualmente? ¿Se disfrutan/procesan/saborean? ¿Estamos viendo series por encima de nuestras posibilidades?