Pasaron casi treinta años de la guerra de las Malvinas -que estalló el 2 de abril de 1982 con la decisión de la dictadura militar argentina de invadir las islas- y otro príncipe inglés surge como protagonista del conflicto de soberanía entre Argentina y el Reino Unido.
Durante la guerra, el príncipe Andrés, duque de York, tercer hijo de la reina Isabel II, integró la tripulación del portaaviones "HMS Invincible", partícipe del combate que culminó con la rendición argentina, el 14 de junio de 1982.
El príncipe, quien se casaría pocos años más tarde con Sarah Ferguson, tenía entonces jóvenes 22 años y si bien no cumplió tareas en la primera línea de combate, su participación representó de manera simbólica el liderazgo de la Corona en la misión de recuperar para el Reino Unido el archipiélago del Atlántico Sur.
En Argentina, el príncipe Andrés quedaría asociado a una bravuconada que le atribuyeron al entonces general Mario Benjamín Menéndez:
- Que se venga el principito.
La frase ha quedado en la historia, aunque el ex general insiste en que aquello fue un invento de un periodista (militares y periodistas mentían tanto en aquellos días que es difícil saberlo).
El principito vino y triunfó; Menéndez tuvo poco tiempo para ejercer como gobernador de las Malvinas, pero no le faltó voluntad de mando: a una población acostumbrada a hablar en inglés, y a manejar como los ingleses, Menéndez le impuso por decreto el castellano como idioma oficial, cambió la mano de las calles y bautizó Puerto Argentino a la capital de las islas, que sus habitantes conocen como Port Stanley.
Con un ironía propia de los ingleses, los isleños se hicieron de la galera que usaba por esos días Menéndez, y en un remate consiguieron la mesa en la que el general argentino firmó la rendición ante Jeremy Moore. Colocaron la galera en una caja de cristal, sobre la mesa de la rendición, y la ubicaron en un lugar destacado del museo de las islas.
Ahora llega el nuevo príncipe.
Hoy se supo que el príncipe Guillermo, sobrino del príncipe Andrés, se encuentra camino a las islas, donde completará un entrenamiento de seis semanas como piloto de helicópteros de rescate. Guillermo tiene 28 años y lleva poco tiempo de casado con Kate Middleton, la nueva princesa mimada por la Corona. La expedición lo obligará a separarse de su mujer, ya que en la base militar de Mount Pleasant no existen las comodidades para las parejas y el príncipe deberá convivir con otros soldados en cuartos compartidos.
Tanto en 1982 como ahora, el Reino Unido envía al número dos de la línea de sucesión al trono en misión militar a las Malvinas. Andrés era el segundo, detrás de su hermano Carlos, el heredero, cuando se subió al buque porque sus sobrinos, Guillermo y Enrique, hijos de Lady Di, no habían nacido. En este momento, Guillermo se encuentra detrás de su padre Carlos en la línea de sucesión; por esa razón, está impedido de ocupar puestos en la línea de combate, y debió seguir la carrera de piloto de búsqueda y rescate.
El ministerio de Defensa inglés describió a la misión como de "rutina" y pretendió desvincularla de la escalada diplomática y verbal de los últimos tiempos por el conflicto por la soberanía de las Malvinas.
Sin embargo, la Cancillería argentina emitió un comunicado en el que que afirma que el príncipe llega "como miembro de las fuerzas armadas de su país", y lamenta que "el heredero real arribe a suelo patrio con el uniforme del conquistador y no con la sabiduría del estadista que trabaja al servicio de la paz". También interpretó el viaje como un intento de "militarizar" el conflicto por parte de los británicos, en lugar de atender a las resoluciones de las Naciones Unidas que instan a los países a buscar una salida negociada a la disputa de soberanía. Justo al mismo tiempo que el príncipe, será desplegado en el Atlántico Sur el destructor más moderno de la Marina Real británica, el HMS Dauntless.
En el mismo comunicado, el gobierno argentino acusó al primer ministro David Cameron de agitar la cuestión de las Malvinas (de las Falklands en el Reino Unido) "para tapar las políticas económicas de ajustes en un contexto de crisis estructural y alto desempleo". Es decir, para despertar un fervor patriótico que opaque cualquier otro padecimiento.
En 1982, el disparador de la guerra fue la situación interna argentina. La ambición de perpetuar en el poder a una dictadura militar que crujía después de cinco años de represión brutal sobre la población civil, invitó al general Leopoldo Fortunato Galtieri y a sus colegas de otras fuerzas que integraban la junta gobernante a ordenar la invasión. Margaret Thatcher reaccionó volcando todas sus fuerzas militares al Atlántico Sur, y el triunfo le otorgó una enorme popularidad cuando el frente interno no le era del todo favorable.
La aventura terminó con la muerte de 649 soldados argentinos en combate; fortaleció la postura de los isleños frente al gobierno británico, y los impulsó a explotar en forma unilateral recursos naturales en la zona marítima adyacente; y por si fuera poco, congeló las discusiones bilaterales de soberanía que se habían desarrollado hasta ese momento.
No son, por fortuna, momentos históricos comparables, porque la guerra no aparece ahora como una posibilidad cercana ni lejana. De todas maneras, la misión del príncipe Guillermo trae el recuerdo de su tío Andrés.
Hay 6 Comentarios
Buena nota, si no lo es, al menos no es tan sectaria, maniquea y pro-inglesa como la visión de Caparrós, aqui en los blogs de temas internacionales.
Publicado por: Retsigam | 14/02/2012 1:13:08
Hola foristas ! muy acertado el comentario de María. La escucho siempre, es una genia !!! Desde lo personal, creo que hace falta un gesto de grandeza por parte de todos los argentinos para aceptar la realidad y comenzar -a partir de nuestros gobernantes- a buscar acercamientos desde el díálogo económico, única vía posible de llegar a un entendimiento. saludos.
Publicado por: sofia 81 | 13/02/2012 0:49:59
Unos y otros principes solo sirven para adornar la tontería de matarse en guerras inútiles y crueles siempre.
Los militares argentinos de entonces solo se atreven con civiles desarmados. Con soldados de verdad ya se sabe.
Publicado por: carlos | 07/02/2012 14:32:33
que los gallegos sigan pescando, se viene la estatizacion de YPF, pues desde que es parte de Repsol, las reservas no hacen mas que bajar año tras año.
Publicado por: Sergio | 06/02/2012 6:31:43
creo que el argumento de los Ingleses es educadamente comodo y liberador .
dicen que ellos los nativos deciden de quien son las Malvinas '????UNA CORTECIA NO!!!!!!!!!!
Publicado por: gabriel Barrera | 03/02/2012 20:01:17
El principal apoyo económico de los habitantes de lasMalvinas proviene de la flota pesquera española(gallega) que pesca en esas aguas,a veces bajo bandera de conveniencia.Hasta que no se corte la principal fuente de divisas de malvinas, los usurpadores ingleses no se sentiran concernidos.
Boicot a la flota pesquera española en el cono sur hasta que dejen de pescar en aguas de Malvinas.
Publicado por: felix el flexitariano | 02/02/2012 14:12:48