Unas cuantas empresas de capitales españoles mandan en los sectores de negocios que son más rentables en la actualidad en la Argentina. Bancos y telefonía, entre otros.
A lo largo del primer trimestre del 2012, los bancos reportaron ganancias por 1300 millones de pesos (arañando los 300 millones de dólares) y se convirtieron en el sector que mejores resultados presentó para el período ante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La cifra suma los resultados de dos subsidiarias de capitales españoles -el Santander Río y el BBVA Francés-, más el Banco Galicia, el Macro y el Hipotecario, informó el diario La Nación en su portada del 21 de mayo.
El presente próspero no sólo contrasta con la actualidad de los bancos en Europa, sino también con su historia reciente en la plaza local. Hace algo más de una década, los argentinos que habían depositado sus ahorros en el banco se vieron impedidos de acceder a ellos por la imposición de un "corralito", drástico final para el sistema cambiario de la convertibilidad de un dólar por un peso. Después de la devaluación, con la recuperación económica, los bancos apelaron a la estrategia de ofrecer descuentos en compras de supermercados y shoppings para volver a atraer clientes. Con los años, gracias al boom de los créditos al consumo, se instalaron como uno de los grandes ganadores del modelo económico de la era de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner.
El incremento sostenido de la rentabilidad del negocio no significó, sin embargo, un mejor trato para el cliente. El Banco Central jamás se ocupó de regular con eficiencia las comisiones que los bancos cobran por cada trámite a sus propios clientes, los intereses descomunales que imponen a los morosos en las tarjetas de crédito, o los costos encubiertos de los créditos al consumo, como los que surgen de la contratación forzada de seguros cautivos a tasas elevadas. Para no hablar del trato cada vez menos humanizado, ya que obligan a sus clientes a realizar cada día un mayor número de transacciones a través de cajeros automáticos o vía internet.
Las empresas de telefonía también están entre las grandes ganadoras de este período (ver el gráfico que acompaña al artículo ya citado del diario La Nación). El Gobierno congeló las tarifas de la telefonía fija, que se utiliza cada vez menos, pero Telefónica y Telecom, que brindan ese servicio, se han consolidado, con otras dos competidoras, en el mercado más rentable y en permanente crecimiento, el de la telefonía celular. Pese al reclamo de organizaciones de defensa del consumidor, acompañado muchas veces por dirigentes de la oposición, el Gobierno impidió que el Congreso debatiera proyectos para declarar a la telefonía celular un servicio público. Sólo así se podrían regular las tarifas, que en Argentina están entre las más caras del mundo.
Por cierto, el peso preponderante de empresas españolas en los sectores más rentables de la economía argentina debe servir para entender el contexto en el cual se han desarrollado los acontecimientos más recientes de la relación bilateral. Porque en los últimos días, el gobierno español ha matizado su enojo.
El canciller español José Manuel García-Margallo relativizó por primera vez el peso de la expropiación de las acciones de Repsol en la compañía petrolera YPF en la relación bilateral. Si bien insistió con la necesidad de que Repsol sea compensada, García-Margallo indicó que se trata de un "sobresalto en el camino" que "no afecta la profundidad de la relación" entre "dos naciones hermanas".