Maria O´Donnell

Sobre el autor

Maria O'Donnell. Periodista, licenciada en Ciencia Política, trabajó en dos diarios a lo largo de 15 años, fue corresponsal en Washington, y publicó dos libros políticos de actualidad (El Aparato y Propaganda K) Conduce La Vuelta por las tardes en Radio Continental.

Un golpe "republicano" en Paraguay

Por: | 24 de junio de 2012

Lugo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   ¿Cómo calificar la destitución de Fernando Lugo en Paraguay? 

   ¿Un golpe? 

   No fue un golpe tradicional, con militares involucrados. 

   ¿Un quiebre institucional? 

   En lo formal, las apariencias están a salvo.

   El Congreso paraguayo cumplió con el procedimiento previsto por la Constitución; entonces: tampoco sería una ruptura en sentido clásico. 

   Pero es evidente que un presidente electo de manera democrática, con un mandato vigente, resultó avasallado por otro poder. 

   En menos de 24 horas, los legisladores, por una abrumadora mayoría, se desprendieron de Lugo y pusieron al vice Federico Franco en funciones.

   Aunque suene paradójico, podríamos decir que Lugo cayó víctima de un golpe "republicano".

   No quiero endulzar ni quitarle fuerza a la idea del golpe o de quiebre abrupto, sino indicar de dónde vino el golpe a la democracia paraguaya: de otro poder de la república.

   La convivencia entre la dimensión democrática (que surge del voto popular) y la republicana (que se sostiene con la división de poderes) siempre es tensa.

   En este caso, el Poder Legislativo pasó por encima al Poder Ejecutivo. Ignoró la voluntad de las mayorías expresada en el mandato de Lugo: se aprovechó de la debilidad de un presidente que no supo construir alianzas políticas sólidas en el Congreso, lo echó de un soplido y nombró en su lugar al vicepresidente Federico Franco.

   En otro países de América latina se presenta el riesgo inverso, un riesgo que suele tener mucho más comprensión por parte de los presidentes, dentro y fuera de sus países, ya que se origina en el Poder Ejecutivo. 

   Cuando un mandatario abusa del llamado a elecciones para modificar la Constitución, disolver el Congreso o renovar al Poder Judicial, se debilita la dimensión republicana del sistema político y se construyen democracias de tipo plebiscitarias, que carecen de contrapesos. 

   En Venezuela éste es un riesgo muy presente, aún cuando Hugo Chávez haya sufrido él mismo intentos para destituirlo, al igual que Rafael Correa en Ecuador.

   Algunos presidentes que sintonizan con el fenómeno que representó Lugo -un obispo con formación de izquierda que logró ganarle a un partido con décadas y décadas de dominio hegemónico en la política paraguaya- condenaron la destitución con más energía que el propio Lugo.

   Las crónicas indican que Lugo no cayó por haber intentado, en un país con una tremenda concentración de la tierra, un programa para favorecer a su base electoral, los campesinos; más bien, intentó convivir con las fuerzas tradicionales que al final lo expulsaron porque nunca terminaron de perder el control. De hecho, su despedida del poder resultó para muchos de sus partidarios tan frustrante como una capitulación.

   En estas circunstancias, la presión externa no aparece como un factor capaz de modificar la dinámica de los acontecimientos en el Paraguay. Pero este tipo de quiebres institucionales merecen enérgica condena, porque son antidemocráticos aunque vengan disfrazados de una pátina republicana.

Bebote y el llanero solitario

Por: | 17 de junio de 2012

   San Lorenzo, mi equipo, juega contra Independiente, un club que preside una suerte de llanero solitario, aunque su lucha no es contra toda injusticia ni él lleva antifaz: Javier Cantero pelea a cara descubierta contra la barra brava que lidera un personaje que se hace llamar Bebote.

   San Lorenzo necesita ganar, y no tiene margen de error: con una derrota, quedaría casi sentenciado a perder su lugar en primera división. Independiente no corre riesgo de descender en este campeonato al que le queda apenas una fecha más, pero su promedio de los últimos es tan malo que ya necesita ir pensando en acumular puntos. Más allá de resultado, más allá del cálculo de cada uno, espero que el partido contenga algún tipo de gesto de renovada solidaridad hacia Cantero.

   Porque es el único presidente de un club de primera división determinado a romper los sólidos lazos que vinculan a la dirigencia y las autoridades del fútbol argentino con las barras bravas y sus negocios. Además impuso la austeridad total en una institución que, como casi todas las de primera división, está fundida y endeudada después de muchos años de cuentas poco claras.

   Hasta ahora la mayoría de los socios de Independiente lo ha apoyado, algo inusual e inestable, porque los resultados del equipo en el campeonato dejan mucho que desear. 

 

Un presidente improbable

   Hijo esforzado de un carpintero y de una ama de casa, vecino de Quilmes de toda la vida, padre de tres hijos, hincha fanático de Independiente desde la cuna, Cantero nunca se pensó dirigente, pero tomó impulso cuando, con otros socios, se involucró en una gestión para lograr que la calle de ingreso al estadio llevara el nombre del mayor ídolo del club, Ricardo Bochini. Lograron su objetivo, fundaron la agrupación "Independiente Místico" y embarcados en un sueño improbable, se presentaron a elecciones a fines del año pasado.

Cantero

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   La lista de Cantero tenía todo para perder. Competía contra quien fuera varias veces intendente de Avellaneda, Baldomero "Cacho" Alvarez, un experimentado barón del conurbano para quien una elección de club parecía un desafío menor. De manera inesperada, pero en punto razonable en función de la pésima gestión anterior, Cantero se impuso por una diferencia de casi 3000 votos.

   La barra, liderada por Pablo "Bebote" Alvarez había respaldado la lista que resultó perdedora, porque estaba vinculada con Julio Comparada, el presidente saliente. Según denunció hace pocos días Cantero, Comparada le "pagó" a Bebote 32 mil dólares en septiembre y 45 mil dólares en octubre del año pasado.

      Después de las elecciones, Bebote exigió encontrarse con Cantero, porque el fútbol en Argentina se maneja así: parte del "protocolo" dispone que el presidente negocia con la barra, cuyos integrantes más notorios no figuran en la plantilla de empleados, pero igual cobran.

 

El primer encuentro

   Como Cantero le dijo que ya no le pasaría dinero (porque no estaba de acuerdo con una barra rentada y porque tampoco tenía de dónde sacarlo) Bebote se dio por "despedido". 

   Al término del encuentro, comunicó su "renuncia" al cargo de líder de la barra con un texto que publicó en su perfil de Facebook. Siempre en mayúsculas, sin acentos y con algunos errores de ortografía escribió:

   LE PRESENTE MI RENUNCIA A LIDERAR LA MEJOR BARRA DE LA ARGENTINA, PORQUE EL Y SU GENTE PIENSAN QUE LE PEGO AL SOCIO O AL HINCHA, QUE NO AYUDO A QUE TODO ESTE TRANQUILO SIN PELEAS.

      Renunció al cago, pero no a la lucha, porque enseguida aclaró: SEGUIRE SIENDO SOCIO 14540 PAGANDO MI CUOTA, VOLVIENDO A SER HINCHA GENUINO, y también apuntó que el suyo no era un puesto remunerado, porque SOLO ME DABAN EL PEAJE Y COMBUSTIBLE PARA MI CAMIONETA PARA IR A ORGANIZAR TODO LO QUE ABARCA LA FIESTA EN LAS TRIBUNAS LAS BANDERAS GLOBOS MICROS TELONES Y TODO LO QUE USTEDES VEN EN LA CANCHA. 

    Bebote igual quiso saber qué pensaba hacer Cantero con la barra, y entonces le dijo QUE SI EL QUERIA, YO LE PRESENTABA A LA GENTE QUE VA A QUEDAR CUANDO ME RETIRE pero también le dio otra opción: YO NO LE PRESENTO A NADIE Y QUE SE MANEGE (sic) COMO QUIERA EL. 

    Por las dudas, el barra renunciante tomó la precaución de notificar a la fuerzas de seguridad: LE COMUNIQUÉ A LA POLICIA MI DECISION, ASI NO SIGO SIENDO LA CARA VISIBLE Y DEJO DE CORRER EL RIESGO DE CAER PRESO, PORQUE CUALQUIER COSA QUE PASE, LA CULPA ES MIA EN ESTE CLUB.

   Cantero admitió que la reunión había existido y relató: "Le dije que el club estaba fundido, que no hay un peso para nadie y que no podemos regalar entradas, que él era socio, y que tiene los mismos derechos que todos, pero no prerrogativas, y mucho no le gustó".

 

La segunda, de prepo

    El segundo encuentro no fue consentido. Cantero se encontraba en sus oficinas del club, cuando de pronto un grupo de unos treinta barras, Bebote entre ellos, irrumpió cerrando detrás de sí la puerta con traba. El presidente del club quedó encerrado, atrapado, solo frente a la barra, pero pudo hacer un llamado a un comisario que acudió en su ayuda al cabo de algunos minutos, interminables para Cantero. 

   Llegaron para debatir otro asunto complicado. Cantero había prohibido otra práctica en el fútbol argentino es rutina: dispuso que las banderas de la barra ya no se almacenarían en la sede del club. Las banderas gigantes, metros y metros de tela roja en este caso, que como todo el mundo sabe, muchas veces sirven para camuflar elementos cuyo ingreso está prohibido a la cancha. Al dejar los trapos en la sede del club, la barra elude el control policial. 

   Al término del "encuentro" Cantero denunció lo que había ocurrido. El relato de la prepotencia de una barra acostumbrada a la violencia y la impunidad generó un gran impacto en los medios. Cantero despertó muchas manifestaciones de solidaridad, desde marchas frente a la sede de la institución con la presencia de hinchas de Rácing, hasta un aplauso que le regalaron los socios propios en la cancha, en un estadio que mostraba una postal diferente: el lugar que suele ocupar la barra, en la mitad de la popular, se observó vacío y sin grandes banderas rojas a la vista.

   Por primera vez, un canto en contra de las barras se escuchó en las tribunas: 

     si sos hincha de fútbol/   

    tenés que gritar/

    barrasbravas, barrasbravas/

    !nunca más!...

   Bebote, con la entrada prohibida a los partidos de Independiente en función del derecho de admisión, presentó otra vez su versión de los hechos en Facebook. Esta vez arrancó con minúsculas, diciendo que las banderas y los bombos de la barra están valuados en 280 mil pesos, y que parte del dinero para la compra de la tela fue una donación de Sergio "el Kun" Agüero, el delantero de la selección, campeón con el Manchester City de Inglaterra, que no olvida el club de sus amores. En mayúsculas concluyó: LAS BANDERAS NO SE LE DA A POLICIA, EL (por Agüero) LAS PAGO Y LAS REGALO Y AHORA SE LA DA A LA YUTA... CHAU ESTA RE LOCO ESTE HOMBRE.  

   Mientras tanto, para defenderse de las acusaciones, Bebote contrató a Débora Hambo, una abogada con despacho en Puerto Madero, el barrio con el metro cuadrado más caro de a ciudad de Buenos Aires, que representó a los barras que expulsados del Mundial Sudáfrica 2010. 

  

La tercera, una emboscada

   El miércoles de la semana pasada, Cantero concertó una entrevista con un canal de cable de noticias, C5N, en la sede del club. Justo ese día había retomado su cargo en Independiente el vicepresidente segundo, Claudio Keblaitis, quien había solicitado a una licencia empujado por el miedo, suyo y de su familia, tras recibir una amenaza de muerte. Justo ese día, también, parte de la barra había dejado una montaña de trapos en un hall del club, "el telón" rojo, con banderas, bombos y otros estandartes, y otra carta amenazante dirigida a la comisión directiva del club.

   
   Mientras Cantero respondía preguntas de C5N, irrumpió en escena Bebote encapuchado. Bebote pretendió participar de la nota, a los gritos, y aunque estaba encapuchado, la cámara no dejaba de tomarlo. Cantero, a los gritos también, le mencionó los 32 mil dólares, y los 45 mil dólares que Bebote cobró en los últimos meses de Comparada como presidente. 

 

   Al día siguiente pidió disculpas por haber perdido la calma. "Me puse nervioso, lo reconozco, un presidente no debe perder la serenidad", dijo Cantero. Sobre las banderas, opinó: "Es increíble que un barra venga y las deje en el hall del club, es insólito; seguramente llevaremos algunas al museo de Independiente, como señal de una etapa que ya terminó".

Banderas independiente

   Bebote, otra vez, escribió en Facebook. Las banderas, están donde tienen que estar, señaló el barra y agregó: "Pinocho puede llevarlas contra San Lorenzo como les prometió jajajaajaj, yo ya me fui de la hinchada y Pinocho o Cantero tiene que poner a otro boludo como yo, que la lleve la cuelgue y hagan la fiesta para el club..."

    Cuando le preguntaron a Cantero si se sentía apoyado por otros dirigentes, respondió: "Sí, pero depende de lo que ustedes llamen apoyo; desde lo personal, todos se solidarizan conmigo, pero cada club es distinto".

   En público, al menos, Cantero nunca critica a Julio Grondona, titular hace 33 años de la Asociación Argentina del Fútbol (AFA), el mandamás del fútbol argentino sin vocación alguna para luchar contra las barras y la violencia en el fútbol, más allá de sus vacías frases de ocasión. Pero la conducta de Cantero igual funciona, a modo de contraste, como denuncia contra la pasividad de todos los demás dirigentes.

   Si en el partido contra San Lorenzo no se ven grandes banderas, telones rojos, en la popular de Independiente será una ausencia para celebrar. Un vacío que es triunfo.

   Es probable en cambio que la popular de San Lorenzo sea toda roja y azul, los colores de un club -el mío- que atraviesa un momento dramático, porque se puede estar despidiendo otra vez de la primera división. Pero envidio a Independiente, que no está tanto mejor que San Lorenzo, aunque este campeonato se salva, porque al menos está peleando por cambiar su historia.

   Comentario ya del domingo a la noche, con el partido jugado: Empataron cero a cero, pero San Lorenzo perdió más porque necesitaba ganar más que Independiente, en un partido deslucido con un hecho importante para destacar: en las tribunas de la popular de Independiente no había grandes banderas, telones ni trapos; sólo había hinchas alentando.

 

Proyecto Inocente

Por: | 07 de junio de 2012

   Aunque debió pasar más de siete años en la cárcel, Fernando Carrera tuvo suerte. 

   Tuvo suerte porque, además de su mujer, alguien más creyó en su inocencia y desconfió de la historia tal como la había contado la policía. 

   Creyeron en él dos abogados jóvenes. Creyó también el cineasta Enrique Piñeyro, quien filmó la película "Rati Horror Show" para exponer la debilidad de las evidencias que utilizaron para condenar a Carrera. 

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  Al cabo de siete años, entre todos lograron la Corte Suprema de Justicia ordenara (el pasado martes 5 de junio) revisar la condena que pesaba sobre Carrera: 30 años prisión por robo y homicidio. En menos de 24 horas, Carrera recuperó su libertad y anoche volvió a su hogar (link al fallo). 

 

En libertad  Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. En teoría. Porque él debió transitar el camino inverso: debió demostrar su inocencia, o al menos, que había sido injustamente condenado. 

   El caso demuestra la indefensión que puede padecer una persona si debe enfrentarse con la versión armada por uno o varios policías que manejan la recolección de pruebas y cuentan además con el respaldo de la institución, porque los jueces suelen darle mucho más crédito a la versión policial que a la del acusado.

   En la síntesis de presentación de la película "Rati Horrow Show", Piñeyro resume así la causa:

  "El 25 de enero de 2005 Fernando Ariel Carrera, un joven comerciante de 30 años, sin antecedentes penales, casado y con tres hijos, se encontraba en su auto a pocos metros del Puente Alsina, esperando que el semáforo le diera luz verde para cruzar desde Pompeya a Lanús. Al mismo tiempo, efectivos de la Comisaría 34 buscaban a tres ladrones en un auto blanco –ese era el único dato que tenían– que en la zona habían realizado dos robos. Al ver el Peugeot 205 blanco de Carrera, los policías, dispuestos a detenerlo, se dirigieron hacia él a bordo de un auto sin sirena ni insignia alguna que los identificara como de la Policía Federal.

   Lo que Carrera ve es un auto acercándose a toda velocidad con uno de sus integrantes –desaliñado, con pelo largo y barba– con medio cuerpo fuera de la ventanilla y blandiendo un arma de fuego. Temiendo ser asaltado, Carrera acelera y dobla hacia Capital. Pero ya es demasiado tarde.

   El policía dispara y el impacto le da de lleno en la mandíbula, dejándolo inconciente. Sin embargo, Carrera sigue manejando por automatismo y a bordo de su auto recorre 500 metros, atravesando la Avenida Sáenz. En el trayecto el Peugeot atropella y mata a tres personas –dos mujeres y un niño de seis años– y termina chocando contra una camioneta frente a la Iglesia de Pompeya. Los policías se bajan del auto, forman un abanico y disparan sobre Carrera. Desde el puente y hasta estos disparos finales, los efectivos policiales dispararon dieciocho veces contra Fernando Carrera. Ocho de esos disparos impactaron en su cuerpo".

   Carrera salvó la vida. Pero lo condenó el relato de la policía, que los medios replicaron bajo el título "La masacre de Pompeya". Un testigo resultó determinante: de nombre Rubén Maugeri, vecino de la zona y presidente de la Asociación de Amigos de la Comisaría 34.

    La hipótesis de la película es que Carrera fue incriminado para tapar un pésimo procedimiento policial, que provocó la muerte de tres personas inocentes, que surgió de un error (la confusión entre Carrera y el delincuente) y que involucró el uso excesivo de las armas de fuego. 

   La película sugiere además que los policías quisieron rematar a Carrera para eliminar la evidencia de su error; también sostiene que ante la espectacularidad del caso, y con una sociedad muy necesitada de condenas rápidas en un contexto de extrema sensibilidad con la inseguridad que viven y perciben los ciudadanos, Carrera ya nunca más pudo defenderse. Su suerte estaba echada.

   Después de la condena por robo y homicidio, que le cayó en junio del 2007, su esposa encontró la comprensión de los abogados Federico Ravina y Rocío Rodríguez, que trabajaban en un programa contra la impunidad del Ministerio de Justicia. Los abogados desandaron gran parte del camino transitado hasta entonces por la Justicia: se cayeron los testigos que habían asegurado haberlo visto a Carrera disparar, también los que lo habían identificado como el autor del robo y nadie recordó haber escuchado sirenas durante la persecución.

Piñeyro

   Cuando entrevisté a Piñeyro en la radio, le conté que su trabajo en el caso Carrera me hacía recordar a un programa de la facultad de derecho de la Universidad de Columbia, de los Estados Unidos, cuyos alumnos revisan expedientes de prisioneros que se encuentran condenados a muerte, camino a la inyección letal. Casi siempre con la ayuda de exámenes de ADN, los estudiantes han logrado probar la inocencia de muchos, por lo general hombres de raza negra, que ya se encontraban desahuciados. 

  Piñeyro, un ex piloto con una familia de fortuna que se apasiona por el cine y por las causas en apariencia perdidas, me contó que la repercusión de su película y del caso Carrera fue tan grande que lo impulsó a contactarse con una organización no gubernamental llamada Innocence Project. La ONG, que también funciona en un ámbito universitario, ya ha logrado la liberación de más de 250 prisioneros en los Estados Unidos.

   Piñeyro se propuso importar la experiencia y crear en Argentina el Proyecto Inocente. Sumó a su idea al ex fiscal Manuel Garrido, ahora diputado por la Unión Cívica Radical (UCR), y juntos viajaron a San Diego para estudiar cómo se organizan allá para seleccionar los casos y cómo litigan para lograr la reapertura de los expedientes.

   Si nada falla, en poco tiempo debería debutar la versión local de Proyecto Inocente, que le daría a Piñeyro y al equipo de abogados que lo sigue la capacidad para canalizar los reclamos de los condenados que, enterados de su rol en el caso de Carrera, acuden a él con el último suspiro de esperanza.

 

Por quién suenan las cacerolas

Por: | 01 de junio de 2012

 

   La convocatoria circuló en cadenas de mails, por las redes sociales y a través de mensajes de celular.

 

Por una Argentina como la que todos queremos, digamos BASTA.

Basta de falta de medicamentos.

Basta de trabas a las importaciones y exportaciones.

Basta de cepo al dólar.

Basta de Ciccones.

Basta de violencia verbal.

Basta de expropiaciones.

Basta de patoterismos.

Basta de impunidad.

Basta de autoritarismo.

Basta de no diálogo.

Basta de INSEGURIDAD.

Basta de corrupción.

CACEROLAZO y/o BOCINAZO el próximo jueves 31 de mayo 20.30 horas.

Seguir difusión... si querés hacer algo para cambiar nuestra Argentina!!! 

  Como yo no había recibido ningún mensaje que me alertara, el ruido de la bocinas me sorprendió a esa hora mientras manejaba por la señorial Avenida del Libertador, en uno de los barrios con el metro cuadrado más cotizado de la ciudad de Buenos Aires, camino a un canal de televisión.

  Enseguida empecé a recibir mensajes de texto de familiares y amigos. Me contaban que las cacerolas repiqueteaban en la Recoleta y en Belgrano; y luego, también me llegaron por Twitter relatos de que algunos vecinos se hicieron escuchar en Caballito y en Villa Crespo, que son barrios más de clase media.

   Otra vez sonaban las cacerolas (aunque esta vez con menos intensidad que otras), ¿novedosa? forma de protesta que alumbró en diciembre del 2001, tras la explosión de la convertibilidad uno a uno entre el peso y el dólar, por las restricciones impuestas al retiro de fondos en los bancos. Los titulares de las cuentas, cacerola en mano, casi siempre con la ayuda de una cuchara de madera, marcharon a protestar a la Plaza de Mayo o frente a las sucursales de los bancos, que bajaron sus pesadas cortinas para impedirle el paso a sus propios clientes.

   Aquella vez, el malestar de la clase media coincidió y potenció la insurgencia de un sector amplio de la sociedad, asentado en el conurbano y otras barriadas del país, que se encontraba marginado, desempleado y empobrecido después de muchos años de ajuste y recesión. El encuentro entre la clase media con los sectores más carenciados derrumbó al gobierno de Fernando De la Rúa. 

  Mucama  La cacerolas volvieron a ser protagonistas a comienzos del año 2008. Sonaron en la ciudad, y en contra de la famosa resolución 125, con la que el Gobierno pretendió imponer retenciones móviles a las exportaciones de granos, para que aumentaran a medida que subía el precio internacional.

   La medida, que había despertado una fuerte resistencia de los sectores terratenientes, y también de los pequeños y medianos propietarios rurales, terminó siendo derrotada en el Congreso. Pero la comunión del 2001 no se repitió: las cacerolas quedaron asociadas al reclamo del sector más privilegiado de la sociedad.     

   La expresión más caricaturesca de la composición social de aquella protesta quedó plasmada en la foto de una señora que salió a la calle a pasear su enojo en compañía de su empleada doméstica, quien no se quitó el uniforme de trabajo y se hizo cargo de golpear la cacerola, mientras que su empleadora sólo portaba la cartera. 

 

  Anoche, mientras que la Legislatura de la provincia de Buenos Aires se disponía a aprobar un revalúo de las tierras rurales, que había sido muy combatido por las entidades del campo, algunos vecinos salieron otra vez cacerola en mano. El ruido se escuchó en los barrios de mayor poder adquisitivo de la ciudad y en el corredor norte del conurbano, que es también el que mejor cotiza.

   En este mapa recortado con tanta nitidez según nivel de ingreso, se produjo una excepción curiosa: en apariencia, en Puerto Madero, el barrio más selecto, habitado por muchos funcionarios del Gobierno y empresarios de fortuna rápida, prevalecieron los sonidos habituales.

   Por las redes sociales circularon fotos y comentarios muy ácidos y burlones sobre los protagonistas de la protesta, que no parecían movilizados en contra de nada en particular, aunque el rechazo a la figura de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner emergía como un denominador común aglutinante. 

    Rescato algunos mensajes de Twitter como para recrear la mirada de los refractarios a las cacerolas.

   Fernando Renzi, escribió "Cafecito de Starbucks y habano. No llevó a la mucama porque tenía a la esposa a mano. Alto garca". Acompañaba con la siguiente foto:

 

Cafecito

 

 

 

 

 

 

 

   Federico Simonetti: "En el cacerolazo de ayer se perdió una sirvienta paraguaya. Responde al nombre de Yolanda. Es muy cariñosa. Avisar Beba Irrautegui de Negri".

   Roberto Giovagnoli: "Los dueños de los campos bonaerense, cuyo último revalúo fue hace 15 años tocan las cacerolas desde sus pisos de Palermo y Barrio Norte".

    Flora Alkorta: "Terminó el #cacerolazo. Ahora es el momento en el que la patrona le dice a la muchacha que tiene en negro que lave la cacerola, y a dormir".

   Alex Freyre: "La composición social del #cacerolazo de ayer es d esa gente q no le gusta la palabra Presidenta pero no les hace ruido la palabra sirvienta".

   Adrián Palavecino: "Definición de ironía: gente cantando el himno nacional mientras protesta en un #cacerolazo por trabas para comprar u$s o moneda extranjera".

   Dick Benny Colina: "El #cacerolazo de los tilingos ya es demasiado, una exageración, porque ocurrieron cosas peores y nadie salió a golpear la ollita eh".

    Por cierto, algunos tuits de los adherentes a la protesta cooperaban para reforzar esa imagen. La exuberante Luciana Salazar escribió: "Cacerolazo terrible en barrio norte!!" (ahí la clave es la palabra "terrible", que le da una entonación tilinga a a la frase); y un tal Claudio González acotó: "Si hay #cacerolazo en los barrios conchetos, es porque en los pobres, si lo hacen, pierden los planes sociales y les quitan la comida".

    Ante la crítica mordaz a la protesta de la cacerola, el periodista Pablo Sirvén, del diario La Nación, escribió: "Raro criterio discriminatorio no considerar al #cacerolazo como un tipo de protesta social de cierta clase media y alta". 

    El ex candidato a la presidencia de origen radical, Ricardo López Murphy, en un sentido similar, escribió: "Muchos comentarios que critican al #cacerolazo me hace pensar que el derecho al reclamo es exclusivo de ellos y no para el resto!". 

El País

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