Maria O´Donnell

Sobre el autor

Maria O'Donnell. Periodista, licenciada en Ciencia Política, trabajó en dos diarios a lo largo de 15 años, fue corresponsal en Washington, y publicó dos libros políticos de actualidad (El Aparato y Propaganda K) Conduce La Vuelta por las tardes en Radio Continental.

De parodias y paros

Por: | 31 de agosto de 2012

   Los docentes hoy no dictan clases en la ciudad de Buenos Aires. No reclaman aumento de salario ni otras mejoras en sus condiciones de trabajo. Paran en repudio a la sanción que recibieron maestros de la Escuela número 3 de Monte Castro por haber parodiado delante de padres y alumnos al jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri.

    Cuando arrancaba el año escolar, Macri había anunciado que fusionaría grados con pocos alumnos, para redistribuir docentes hacia distritos que padecen escacez de vacantes. Para protestar el efecto que iba a tener en la escuela, el 20 de marzo, el bibliotecario, el ayudante de portería y dos maestras de grado montaron una representación en tono de sátira, con Macri y su ministro de Educación, Esteban Bullrich, como protagonistas. 

 

 

 

   - Hola Mauri.

   - Hola Esteban.

   - Tenemos que hacer algo con la escuela pública.

   - Desprestigiemos a los docentes, a la escuela publica...

   - Más, más, yo quiero más…

   - Y mirá: ya les sacamos los subsidios para las cuestiones edilicias y se las dimos a las privadas. No se me ocurre nada, pensá vos…

  - Si fuera por mi, privatizo todo, como en Chile, o le doy una beca a cada uno para que se vaya a la escuela privada (…)

   - !Fantástico! Ya sé...

   - ¿Qué? ¿qué?

   - ¡La cláusula que nos permite cerrar clases!

   - !Magnífico!, !fantástico!

   - Mirá: a los que nos llegan a 15 alumnos le cerramos el grado y amontonamos a los pibes con otra maestra, y bueno… que se arreglen. Hacemos un dos por uno… 

     Macri pide inspeccionar los cursos, y con su ministro se acercan a un grupo de alumnos, que participó de la puesta, sentado en pupitres de frente al resto de la clase.

   - Acá, vamos… En esta escuela, este grado tiene 13 alumnos y este grado tiene 12.

   - Listo. Cerrémosla, cerrémosla ya.

   Mientras los chicos empiezan a acercar las sillas, para amontonarse, interviene una maestra:

   - ¿Es  que no se dan cuenta que si juntamos los grados son 25 alumnos? ¡No entran! Esta aula es para 16 alumnos. No entran en ningún lado.

   - No me importa, que se vayan a la escuela privada. 

   Algún padre, incómodo con la representación, hizo llegar la grabación de su teléfono celular a las autoridades de la ciudad de Buenos Aires. Al cabo de una investigación preliminar y de la apertura de un sumario, Bullrich comunicó que quedaban suspendidos de sus cargos la directora, la vicedirectora, la maestra de séptimo grado, la maestra de sexto grado, el maestro bibliotecario y el auxiliar de portería. Como medida preventiva, fueron trasladados a otras escuelas con funciones administrativas.

   La resolución enumera los artículos del Estatuto Docente que habrían violado:

   - educar a los alumnos en los principios democráticos, con absoluta prescindencia partidaria y religiosa;

   - observar una conducta acorde con los principios de la moral y las buenas costumbres y con las normas de la ética en el comportamiento social;

   - desempeñar digna y lealmente las funciones inherentes a su cargo;

   - reconocer la jurisdicción disciplinaria, así como la vía jerárquica.

    Le pregunté a Bullrich si la sanción -que importa descabezar la escuela y sacar a dos docentes que están al frente del aula a esta altura del año- no era excesiva. El ministro respondió que se trata de una medida preventiva que se justifica en función de la gravedad de los hechos. Bullrich destacó que le habían asignado un rol a un grupo de alumnos en la representación, y señaló la participación de los chicos en la sátira como un hecho perturbador.

   Que un docente defienda la escuela pública cuando la siente amenazada no debería ser motivo para sancionar a nadie, pero es cierto que la modalidad que eligieron en la escuela número 3 para protestar no debió haber involucrado a los alumnos dentro de una sátira.

   Sigo creyendo, sin embargo, que la reacción de las autoridades del gobierno de la ciudad de Buenos Aires resultó excesiva y poco didáctica. Obliga a un cambio de maestros en dos grados, deja a la escuela medio acéfala y los chicos se quedan sin una explicación, que pudo haber generado un debate interesante, dentro del aula y con la comunidad de padres, sobre el rol de los docentes y la libertad de expresión. Tampoco me convence la respuesta de los gremios docentes de la ciudad: encolumnados en su mayoría con el Gobierno nacional y opositores a Macri, hoy han dejado a los chicos de todas las escuelas públicas sin clases.

 

Doble discurso

Por: | 28 de agosto de 2012

Polino

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   El nuevo adversario que el Gobierno persigue tiene 79 años y despierta cada día a las cinco de la mañana; lee los diarios con atención y si detecta algún atropello a los derechos del consumidor, su gran obsesión, pone en alerta desde muy temprano a los productores de los programas de radio, porque son de los pocos seres humanos activos a esa hora. 

   A las seis de la mañana ya tiene todas sus redes tendidas. Suele apuntar sus cañones contra los bancos, las tarjetas de crédito, las empresas de medicina prepaga y las compañías de telefonía celular, los sectores más concentrados y más redituables de la economía argentina de los últimos años; también pone el foco en las empresas que prestan servicios públicos. Un poco más tarde, cuando otros recién se despiertan, él se traslada en transporte público hasta la sede de Consumidores Libres, una organización de defensa del consumidor que fundó hace más de 20 años, de la cual es representante legal, aunque nunca cobró un centavo en concepto de honorarios.

  Consumidores Libres no toma clientes particulares: sólo acepta llevar adelante causas colectivas y jamás recomienda abogados a usuarios o clientes cuyos derechos han sido vulnerados, para no caer en situaciones de conflicto de interés. La organización también realiza -hace más de 18 años- una medición de precios, que renueva cada quince días. Releva los mismos 38 productos -papa, pollo, yerba mate, zapallo, sal fina, manteca, polenta, arroz, leche, queso, cebolla, tomate, banana, azúcar, café y acelga, entre otros- en supermercados y centros barriales de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano. 

    Luego, difunde la variación de precios registrada a lo largo las dos semanas que transcurren entre una y otra medición. En sus comunicados, siempre aclara que no se trata de un indicador de inflación, sino de un monitoreo de precios acotado a un número limitado de productos. De todos modos, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, había advertido a los integrantes de la organización que actuaran de manera más prudente. Sugirió que limitaran la difusión de los datos a sus contactos más cercanos, eludiendo a los medios de comunicación masivos, y en particular al diario Clarín.

   Se sabe: Moreno castiga a todo aquel que contradice sus índices inverosímiles de inflación; demasiadas veces ha mostrado ya que su retórica revolucionaria de la lucha contra los intereses concentrados no es más que un discurso vacío: ¿cómo explicar de otro modo que convalide los aumentos de los supermercados al tiempo que castiga a quienes se limitan a informarlos?.

    Pero no le hicieron caso. Para colmo de males, Clarín publicó el viernes de la semana pasada los resultados del monitoreo de Consumidores Libres, que evidenciaban una suba, en lo que va del año 2012, del 17.53 por ciento en los productos relevados, un porcentaje muy por encima de las cifras oficiales que difunde el Instituto de Estadística y Censos (Indec) desde la intervención que comanda Moreno. 

    El mismo viernes, Consumidores Libres recibió una notificación por parte de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor, en la que se le informaba que había sido suspendida de manera preventiva del Registro Nacional de Asociaciones de Consumidores. ¿Su pecado? Haber difundido los aumentos, y en particular, a través del diario Clarín (la carta mencionaba la publicación en ese medio como quien invoca un agravante).

   La nota que anuncia la apertura del sumario, con lenguaje burocrático, describe de la siguiente manera la falta severa que habría cometido Consumidores Libres: "el artículo 4 de la norma en cuestión prevé que la información a los consumidores debe ser, entre otras cuestiones, cierta, clara y detallada. Y por su alcance y naturaleza, el relevamiento o medición de los precios que realizaría la Asociación carecería del rigor, el basamento científico y la consistencia estadística necesario para la realización de mediciones de la especie por lo que, su difusión o acceso a los consumidores, podría inducir a confusión o a la diseminación de datos no veraces, generando potencialmente y, consecuentemente, un perjuicio para los intereses económicos de los mismos, bien jurídico protegido de rango constitucional en nuestro ordenamiento jurídico". Podría ser gracioso si no fuese grotesco.

   Con esta acción, el Gobierno pretende simular que protege a los ciudadanos una información por cierto dañina para la salud de la población: nada más peligroso que el consumo de un relevamiento de los precios en un supermercado. El absurdo se evidencia con un pequeño detalle, muy relevante. El artículo 4 de la ley referida (ley 24.240, de protección de los consumidores) dice así: "El proveedor está obligado a suministrar al consumidor en forma cierta, clara y detallada todo lo relacionado con las características esenciales de los bienes y servicios que provee, y las condiciones de su comercialización". Enunciado de esta manera, surge con claridad que se trata de una obligación para el proveedor. El artículo obliga al proveedor a no engañar a sus potenciales clientes, pero no prohíbe ni regula de ninguna manera la información que difunden las organizaciones no gubernamentales, algo que tampoco podría hacer sin violar la libertad de expresión.

   Después de recibir la notificación de la secretaría que encabeza María Lucila Colombo, alias "Pimpi", el representante legal y fundador de Consumidores Libres, el ex diputado Héctor Polino, militante de toda la vida del Partido Socialista, funcionario de Asuntos Cooperativos durante el gobierno de Raúl Alfonsín, amaneció más temprano que de costumbre. Polino demostró en una ronda agotadora con radios y medios de todo el país que no lo han amedrentado: a los 79 años seguirá luchando como siempre por los derechos del consumidor. Su mayor preocupación por estas horas es pensar qué pasará con los juicios que Consumidores Libres ya tiene iniciados en contra de bancos, empresas de telefonía celular y de medicina prepaga si la organización perdiera su personería.

 

Assange y el club de los perseguidos

Por: | 20 de agosto de 2012

Assange

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   Es un club raro. Me refiero a la alianza que han formado Julian Assange y algunos presidentes de América Latina. Rafael Correa, quien le proveyó asilo y hospedaje ilimitado en la embajada de Ecuador en Londres, definió la identidad del grupo mientras dialogaba con el fundador de WikiLeaks por televisión: dijo que deseaba darle al australiano la bienvenida "al club de perseguidos". 

   Sin embargo, los miembros de la sociedad recién fundada persiguen, o perseguían hasta ahora, diferentes enemigos, aún cuando de manera circunstancial, ellos puedan sentirse perseguidos por los mismos poderes. 

   Para algunos presidentes de América Latina, Assange se ha convertido en un componente más del discurso nacionalista; su figura emerge como símbolo de resistencia al imperialismo del Reino Unido (que accedió a un pedido de extradición de la justicia sueca, que lo había solicitado por cargos de violencia sexual) y de los Estados Unidos (que estaría al acecho para llevarlo por fin a su territorio, donde sería juzgado por la filtración masiva de documentos del Departamento de Estado en el sitio de internet de WikiLeaks, y podría castigarlo incluso con la pena de muerte). 

   Ante la reacción de los británicos, que se niegan a facilitarle a Assange el salvoconducto que le ofreció Correa, Evo Morales y Hugo Chávez se solidarizaron -de manera previsible- con el otro integrante del eje bolivariano de América del Sur. También Cristina Fernández de Kirchner se manifestó en contra de la amenaza del Reino Unido de irrumpir en las cercanías de la embajada ecuatoriana para sacar a Assange de territorio inglés de una vez por todas. 

   Reunido con sus colegas de la región, el canciller Héctor Timerman repudió de manera enérgica la actitud de los británicos y adhirió al principio por el cual una agresión contra cualquier país de la región equivale a una agresión contra todos (concepto, por cierto, trasladable a la disputa entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas).

   Pero el abrazo de algunos presidentes latinoamericanos a Assange, además de servir para agitar un discurso nacionalista, resulta útil en el marco del debate sobre el estado de la libertad de expresión en la región. Muchas de las organizaciones que venían respaldando la lucha de Assange para eliminar el secreto en el manejo de los asuntos públicos, son las mismas que han denunciado al gobierno de Correa, entre otros, por sus permanentes ataques a la libertad de prensa.

   “Irónicamente, está recurriendo a un país que encierra periodistas con frecuencia. Es más bien una triste ironía”, afirmó Padraig Reidy de Index on Censorship (Índice de Censura). “Parece haber un verdadero cambio en el posicionamiento de WikiLeaks. Comenzó siendo un movimiento meramente sobre la libertad de información y ahora se convirtió en algo vago, antiimperialista, antiamericano y anti-OTAN”, agregó.

   En Ecuador, Assange había entregado los documentos de WikiLeaks a los dos diarios más enfrentados con Correra (El Universo, de la ciudad de Guayaquil, y El Comercio, de Quito), y la filtración en esos medios provocó la ira de presidente, quien ordenó la expulsión de la entonces embajadora de los Estados Unidos, Heather Hodge. Luego, un periodista y un investigador, argentinos ambos, Sebastián Lacunza y Martín Becerra, publicaron un libro llamado Wiki Media Leaks, focalizado en la relación entre medios y Gobiernos en América Latina. Lacunza y Becerra tomaron otros cables, que incluían también una mirada crítica sobre los intereses que muchas veces se esconden detrás de la bandera de la libertad de expresión. Con Assange ya acorralado en Londres, y luego de haber leído Wiki Media Leaks, Correa concedió una entrevista para el programa que el australiano conduce en la televisión rusa, The World Tomorrow. En ese marco, le dio la bienvenida al club de los perseguidos.

  

   La alianza no deja de ser extraña. En una entrevista con Lacunza, publicada en el diario Ámbito Financiero, el presidente de Ecuador se explayó en críticas a las organizaciones no gubernamentales, muchas de las cuales denuncian sus políticas hacia los medios y son al mismo tiempo defensoras de la tarea de Assange.

   "Resulta que son sólo los políticos y los Estados malos persiguiendo a periodistas buenos por denunciar la corrupción. Y no se entiende que el caso más frecuente es el de políticos buenos siendo perseguidos por emporios mediáticos porque no nos sometemos a sus intereses. Así es la visión onegenecista", dijo Correa. El presidente ecuatoriano ha prohibido a sus ministros que concedan entrevistas a los medios privados que considera opositores y promovió un juicio por injurias contra el diario El Universo, con una pena de cárcel y 40 millones de dólares de multa, aunque al final desistió de hacer cumplir la sentencia.

   Aquí no más, en Argentina, esta alianza táctica con Assange plantea sus paradojas. El Gobierno de Fernández de Kirchner ha resuelto ignorar el derecho de acceso a la información pública. Néstor Kirchner había firmado como presidente un decreto que facilitó la implementación de políticas para facilitar la entrega de datos sobre políticas y gastos del Estado ante la solicitud de cualquier ciudadano. Pero, al cabo de algunos años, los kirchernistas concluyeron que la herramienta era utilizada por periodistas que buscaban perjudicar al Gobierno y retrocedieron con las políticas de transparencia.  Al frente del organismo encargado de aplicar el decreto, la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, ubicaron a militantes de la agrupación juvenil La Cámpora (primero a Andrés Larroque, luego a Franco Vitali), mucho más preocupados por difundir la mística de El Eternauta y sus vínculos con la construcción de un mito alrededor de la figura de Néstor Kirchner que por transparentar la gestión pública.

   Desde entonces rechazan gran parte de los pedidos de información que reciben de periodistas, sin dar siquiera muchas explicaciones. Assange representa, en teoría, la tendencia inversa: la postura extrema de quienes creen que ni las leyes deben ser atendidas cuando se trata de revelar información que los Gobiernos pretenden esconder a sus ciudadanos. Ahora forman parte del mismo club.

 

Buenos Aires arde en invierno

Por: | 13 de agosto de 2012

    Diez días sin subte, y la ciudad de Buenos Aires arde en invierno. 

   Casi un millón de personas se ha quedado sin medio de transporte por un reclamo gremial, potenciado por una disputa política entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, cuya convivencia en un mismo espacio geográfico no podría ser peor.

   Sin subtes, la ciudad colapsa. 

   Cada día, a los casi tres millones de porteños que poblamos la capital, se suman otros tres millones de trabajadores del conurbano de la provincia de Buenos Aires que entran y salen en auto, en tren, en combis o en colectivo; y el sistema ya tiene su capacidad desbordada: es incapaz de absorber la demanda de otro medio de transporte inactivo.

   La solución requiere del diálogo entre dos partes que a lo largo de diez días han observado, en actitud pasiva, sin demostrar preocupación genuina ni remordimiento alguno, cómo millones de personas deben agudizar el ingenio y amasar la paciencia con el único objetivo de llegar al trabajo.

   Hasta 1994, Buenos Aires no era más que el asiento del gobierno federal, la ciudad capital. Con la reforma constitucional, inició un proceso lento de autonomía, para adquirir atribuciones similares a la de una provincia, que arrancó con la primera elección directa del jefe de gobierno de la ciudad, en 1996 (hasta entonces, el intendente había sido designado a dedo por el presidente) Avanzar con la autonomía tal como fue diseñada exige, entre muchas otras cosas, el traspaso del manejo de las líneas del subte, hoy en manos de la Nación.

   El gobierno de Cristina Kirchner y Macri habían alcanzado un trabajoso entendimiento el 3 de enero pasado, que se plasmó en la firma de un acta acuerdo. El Gobierno nacional había decidido desprenderse de los subtes como resultado de la revisión de una política que, a lo largo de ocho años, destinó subsidios millonarios al transporte en el área metropolitana y mantuvo así tarifas artificialmente bajas para los usuarios. Pero también produjo un significativo deterioro del servicio y de la seguridad en todas las redes del transporte metropolitano, provocados por la falta de controles sobre las empresas concesionarias del servicio, que fueron las grandes beneficiarias del sistema.    

    Como el traspaso llegó acompañado por un recorte en los subsidios, Macri dispuso de inmediato un incremento de la tarifa (de 1.10 a 2.50 pesos), que aún rige. Pero a las pocas semanas se produjo el accidente en la estación de Once, en el que murieron 50 pasajeros que iban a bordo del tren Sarmiento, y el jefe de gobierno entendió que no estaban dadas las garantías para que la ciudad asumiera sin beneficio de inventario el riesgo de administrar los subtes, y dijo que no ratificaría el acta ya firmada. Desde entonces, como si existiera un transporte alternativo, Macri afirma: "'Prefiero que la gente no viaje en subte a que tenga un accidente".

    El subte ha quedado en un limbo. Cuando llegó el momento de la negociación paritaria, y ni la Nación ni la ciudad quisieron sentarse a la mesa, que para más complejidad también tiene dos patas por el lado de los trabajadores. Los enrolados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los llamados "metrodelegados", un sector más combativo pero con buenos vínculos con el Gobierno nacional. La UTA ya acordó un aumento salarial del 23 por ciento con Metrovías, la empresa concesionaria, pero los "metrodelegados" resolvieron seguir adelante con el paro, el más extenso de la historia del subte.

   Durante el fin de semana, en la tanda publicitaria de los partidos que transmite Fútbol Para Todos, la Presidencia de la Nación estrenó un aviso dirigido a culpar a Macri por el paro, mientras que el jefe de gobierno de la ciudad concedió entrevistas a los principales diarios para denunciar un boicot a su gestión, como parte de un proceso de "chavización" de Cristina Kirchner, cuyo objetivo sería eliminar a la oposición, ahogar a todo potencial competidor para el año 2015. 

                 

   Imagino que, por estas horas, mucha gente habrá prendido la radio, la tele o habrá navegado por internet para planificar el día de mañana y saber si por fin volvían los subtes. Pero sólo habrán encontrado a Macri comparando a Cristina Kirchner con Hugo Chávez, o se habrán topado con la propaganda, financiada con fondos públicos, que nos pide que descarguemos toda la bronca contra el jefe de gobierno de la ciudad y con nadie más.

   Daniel Chain, ministro de Desarrollo Urbano de la ciudad, consideró que el video lo difamaba, y obtuvo una orden judicial para impedir su difusión, orden que el Gobierno nacional decidió ignorar y continuar emitiendo el spot. Mientras tanto, los macristas hicieron circular por las redes sociales una réplica, que cataloga de mentiras a las afirmaciones del spot de la Presidencia de la Nación.

      

   El aviso original cierra con la frase: "Argentina, un país con gente buena", y me sonó a una burla para quienes cada día padecen un calvario para llegar al trabajo, mientras que la Presidenta se las arregla en helicóptero y Macri con su chofer.

   Actualización del martes 14 de agosto: los subtes hoy volvieron a funcionar, pero la precariedad del transporte en el área metropolitana no deja de ser noticia. Esta mañana, los pasajeros de un formación del tren Sarmiento llegaron a la estación de Once después de atravesar una odisea, porque viajaron en condiciones aún peores a las que ya se han acostumbrado. El tren salió con demoras de su cabecera en Moreno, y llegó a la estación a Haedo, en Morón, a oscuras. Sin electricidad, las puertas ya no se abrieron más. Quienes pretendían bajar en el resto del recorrido debieron hacerlo por las ventanas. Gritos, empujones y gente lastimada en cada estación, entre quienes debían bajar y los que intentaban, aún así, montarse al tren. Postales de cada día.

 

Una mente brillante, enjuiciada por tráfico de cocaína

Por: | 06 de agosto de 2012

Frampton   Por estas horas, el caso de Paul Frampton despierta interés en mundos bien diferentes: su historia atrajo a los tabloides ingleses y es materia de intenso debate entre sus colegas, los físicos más importantes del mundo.

   Frampton, doctorado en Oxford, académico brillante, colaborador de varios Premio Nobel, lleva casi siete meses preso en la cárcel de Villa Devoto, aquí en Buenos Aires. Lo detuvieron a mediados de enero en el aeropuerto de Ezeiza. Provenía de Bolivia y había despachado entre sus pertenencias una valija vacía, con un doble fondo, y algo más de dos kilos de cocaína escondidos en su interior.

   Frampton clama desde entonces su inocencia; más bien, se declara víctima, víctima de una trampa que vía internet le habría tendido una organización de narcotraficantes que se apropió de la identidad de una atractiva mujer, a quien el físico nunca llegó a conocer, aunque por ella cometió el acto más estúpido de toda su vida.

   A los 68 años, Frampton cambió la rutina de un profesor distinguido de física y astronomía de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, Estados Unidos, por la vida en una cárcel en la que conviven 80 internos, distribuidos en grandes dormitorios con 40 camas cada uno. Frampton se queja (siempre en inglés, porque no habla castellano) de la pésima calidad de la comida, de las cucarachas, de la imposibilidad de navegar por internet para conectarse con los suyos, de la severidad de las medidas judiciales que le impiden aguardar el juicio en libertad y del frío intenso que padece en el celda. Los días se le hacen eternos y sufre con una persistente tos que no lo deja tranquilo. 

  Su único pasatiempo es el trabajo: recibe material de sus estudiantes a través de un amigo que le lleva los CDs a la cárcel y lleva escritos cinco papers desde que cayó preso. Aunque sigue activo en la producción intelectual y no tiene la obligación de dictar más que dos clases al año, la universidad de Carolina del Norte le ha suspendido el salario hasta que aclare su situación judicial. La sanción ha generado una suerte de reacción gremial, muy inusual, entre sus colegas: 75 profesores elevaron una nota a las autoridades de la universidad para denunciar la injusticia que importa castigar a una persona que aún no tiene condena.

   Como carece de ingresos para pagar hipotecas y créditos, Frampton perderá la casa y el auto si no logra revertir su situación en breve: las clases comienzan en los Estados Unidos dentro de una semana y el último plazo que tiene para cubrir deudas con el banco vence el 1 de septiembre. Anne Marie Frampton, su mujer entre 1993 y el 2008, sus amigos y muchos de sus colegas han creado una página web para difundir el caso y solicitar donaciones.

   Personalidades del mundo de la física, entre ellos varios Premio Nobel, le han enviado numerosas cartas a las autoridades políticas y judiciales argentinas para advertirles que Frampton, lejos de ser un narcotraficante, es un físico brillante que padece de un trastorno de la personalidad que le impide desarrollar relaciones personales maduras; ni a su ex mujer ni a sus conocidos les llama la atención que haya actuado con la ingenuidad de un chico de tres años.  

   La historia según Frampton dice que él creyó haber trabado una relación amorosa vía internet (a través de la página mate1.com) con una modelo de ropa interior, de origen checo, llamada Denise Milani. Miss Bikini 2007, treinta y dos años menor que el físico, de cintura mínima y pechos enormes (más grandes que los de Moria Casán antes de su última operación de reducción de busto), Milani le propuso, al cabo de once semanas de chats y de mails, un primer encuentro en Bolivia. 

Denise+Milani

   Milani también reside en los Estados Unidos, pero el físico asegura que no desconfió de la propuesta de un encuentro tan lejano, porque la modelo tiene una carrera internacional que en teoría la obliga a viajar por el mundo para realizar producciones de fotos. Ella le ofreció pagar el pasaje, cosa que tampoco le llamó la atención, porque Frampton presumía que ganaba buen dinero.

   Siguiendo sus instrucciones, el físico se embarcó con rumbo a Toronto, Canadá, donde le informaron que el pasaje no se podía emitir porque la tarjeta que le habían proporcionado estaba inhibida. Aguardó más de un día en Canadá, hasta que el pago se pudo realizar con otra tarjeta, y viajó hacia Santiago de Chile, donde permaneció 48 horas porque había perdido su conexión original, y de ahí a La Paz, Bolivia, al encuentro de su enamorada. Pero al llegar a destino le informaron que Milani no lo había podido esperar porque tenía compromisos en Europa, y que entonces lo aguardaría en Bruselas.

   "En ese momento me tendría que haber vuelto a Estados Unidos, pero yo siempre me propongo terminar mis proyectos, como ocurre con mis trabajos académicos, y ella era mi proyecto", le dijo a la periodista Marina Aizen, quien publicó en la revista dominical Viva, del diario Clarín, la primera nota extensa sobre el caso en Argentina.

   El físico igual permaneció otros diez días en el hotel de La Paz, y aceptó de buen grado trasladar a otro destino una valija que le entregó una persona cuyo nombre no podría recordar, tampoco su aspecto físico, porque fue todo muy rápido y en un lugar medio oscuro. Lo cierto es que esta persona le entregó una valija negra, vacía, para que llevara a la llamativa modelo. Frampton admite que por fin algo llamó su atención: había pensado que sería una valija de un diseñador de marca, acorde al perfil de su enamorada, pero al abrirla encontró que estaba vacía y ya no le dio más vueltas al asunto. 

   Un amigo suyo, John Dixon, ex físico y abogado en ejercicio, con quien intercambiaba mails, se alarmó. A modo de advertencia, Dixon le comentó por mail el caso de Sharon Amstrong, una ex funcionaria del gobierno de Nueva Zelanda, experta en el lenguaje maorí, que había viajado a Buenos Aires en busca de su amor, a quien también había conocido supuestamente por internet, y aquí le pidieron que le alcanzara a su enamorado una valija a otro destino al que había viajado de imprevisto… y toda la historia terminaba con la mujer presa por contrabando de drogas.

   Frampton igual embarcó desde La Paz hacia Buenos Aires y despachó la valija. A esa altura, su destino era un poco incierto porque con tantos días transcurridos, pensaba desistir del viaje Bruselas, para regresar a su puesto de catedrático en Carolina del Norte. Sus opciones se extinguieron cuando escuchó que era convocado por los parlantes en el aeropuerto de Ezeiza: habían detectado 2.080 kilos de cocaína escondidos en un doble fondo de la valija negra. Quedó detenido el 23 de enero del 2012.

   Los jueces y la fiscal que trabajaron en la primera etapa de la investigación, hasta solicitar el pedido de elevación a juicio oral, no quedaron para nada convencidos de la inocencia de Frampton. Un funcionario judicial con conocimiento del expediente me aseguró que entre los mails de Frampton y su supuesta enamorada había menciones a los perros que olfatean drogas en los aeropuertos, aunque el físico aseguró que se trataba de una broma medio erótica entre ellos. Para los investigadores, la sucesión de hechos resulta inexplicable frente a la única coartada que ofrece el físico: que cayó en una trampa obvia para todos los demás, menos para él, por su extrema ingenuidad.

Frampton y ex esposa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   Los médicos forenses que lo examinaron a pedido del juzgado penal económico que intervino en el caso no detectaron ninguna anomalía en su carácter. Después de examinar las pruebas, elevaron un pedido para que se lo juzgue por el delito de contrabando doblemente agravado, que tiene un máximo de 16 años de cárcel. Frampton solicitó aguardar el juicio oral bajo el régimen de libertad condicional, pero le denegaron dos pedidos de excarcelación, el último el 31 de mayo.

   Ni las cartas que algunos de los físicos más prestigiosos del mundo le enviaron al ministerio de Ciencia y Tecnología y a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (Frampton trabajó con Sheldon Glashow, George Smoot y Yoichiro Nambu); ni las notas de la Universidad de Buenos Aires y de Universidad La Plata, cuyas autoridades se declararon ansiosas y dispuestas a darle un empleo temporario para que los departamentos de física puedan entrar en contacto con una eminencia como Frampton. Nada cambió su suerte.

   Tan sólo el informe de un psiquiatra que, a pedido de su abogado, lo ha visitado por estos días en la cárcel le ha dado alguna esperanza, porque le entregó un diagnóstico basado en los trabajos de Stephen Greenspan. Frampton padecería el "trastorno de la personalidad ingenua", elaborado por el psicólogo social Greenspan (en inglés: gullibility character disorder) para describir a las personas carentes de inteligencia social, muy expuestas al engaño de un tercero. 

   Greenspan sostiene que los más proclives a padecer este mal (que rastrea hasta Caperucita Roja y su tendencia a creer las historias del lobo) son los niños, los ancianos y las personas con capacidades diferentes. Pero el psicólogo también ha desarrollado teorías sobre la ingenuidad de gente muy inteligente en otros campos, como los inversores que confiaron sus ahorros de toda la vida a Bernard Madoff, para sacar conclusiones acerca de la importancia del escepticismo como un mecanismo de defensa en las relaciones humanas.

   "Soy un caso de ingenuidad y de inteligencia extrema", declaró Frampton al tabloide inglés The Daily Mail, que se ha fascinado por su historia. El autor de la nota rastreó también a la modelo checa, que se encontraba de vacaciones en su ciudad natal. "Estoy muerta de miedo, porque esta gente, quienes quieren que sean, han utilizado mi identidad para engañar a alguien y yo no quiero que nadie crea que yo estoy metida con la droga", dijo Milani al diario inglés.

   El problema de Frampton es que la legislación argentina es muy severa con las "mulas", aún cuando puedan haber jugado un rol menor dentro de una organización de narcotraficantes, y no distingue entre quienes transportan la droga a cambio de dinero y quienes lo hacen sin saberlo, por un engaño. Si la historia de Amstrong sirviera otra vez de parámetro para predecir su suerte, el físico debe preocuparse.

   La funcionaria de Nueva Zelanda pudo probar durante el desarrollo del juicio que había sido víctima de su ingenuidad y en todo caso, de su corazón enamoradizo. Así y todo fue condenada a cuatro años y diez meses de prisión; Amstrong resultó la única condenada por el caso: no hay ni rastros de los responsables de haber colocado cinco kilos de cocaína en la valija que ella embarcó a su nombre, creyendo que contenía documentos para un novio al que había conocido por internet.

 

La culpa es del árbitro

Por: | 01 de agosto de 2012

   En un mismo acto, Cristina Fernández de Kirchner, anunció medidas destinadas a prevenir la violencia el fútbol y minimizó la violencia en el fútbol. 

   Mientras presentaba la tecnología para tomar huellas dactilares en los estadios y evitar así el ingreso de los barras bravas, la presidenta dijo que el problema no son los barras, tampoco los dirigentes que los apañan (sólo se acordó de Mauricio Macri, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, dirigente opositor, y antes presidente Boca, quien por cierto mantuvo un vínculo amistoso con su barra). 

   En lo que va del año, la violencia del fútbol ya se cobró nueve vidas. 

   Las típicas peleas que conducen a la muerte ya no son entre Ríver y Boca, entre rivales. 

   Son disputas por el poder y por los negocios que se juegan en el liderazgo de la barra; disputas facciosas dentro de un mismo club, que requieren de la complicidad de sus dirigentes.    

   El presidente de Independiente, Javier Cantero, puede dar testimonio. 

   Cantero cortó los lazos con las barras, los sacó de la lista de empleados del club, dejó de repartir entradas y prebendas de todo tipo, y les impidió ingresar a la cancha con las banderas y los telones, que suelen esconder armas y otros elementos prohibidos. En represalia, sufrió todo tipo de amenazas. 

   Cantero estaba ahí, entre los invitados al acto en la Casa Rosada, y se ofreció a ser el primero en entregar el listado de personajes que debieran tener el ingreso prohibido a las canchas. Curioso: en lugar de alentar al presidente de Independiente, ahí presente, Cristina Kirchner habló de la "mística" de los trapos como algo inocente.

   También anunció que el campeonato que empieza en pocos días, financiado con dinero público a través del programa Fútbol para Todos, se llamará Evita Capitana, y habló de la responsabilidad de los árbitros por la violencia en los estadios. Sí, de los árbitros.

   Aquí el video y la transcripción de los tramos más salientes del discurso. 

 

     

   "Últimamente se ha recargado mucho todo el tema de la violencia en el fútbol, y de los barras bravas y de las hinchadas. Yo creo, en algunos casos, no en todos por supuesto, con una clara intencionalidad política. 

   Es como si de repente aparecieran delincuentes... porque yo no quiero hablar de barras bravas, porque soy hija de una hincha fanática como es mi vieja, (que) se agarraba al alambre y se sigue agarrando al alambre. Fui la esposa de un fanático también de Rácing y soy madre de un hincha fanático. 

   Así que yo quiero hablar realmente con el corazón. El tema de la violencia en el fútbol, si lo si circunscribimos a un grupito, vamos a equivocarnos y no vamos a darle una repuesta al problema. Los problemas con algunos grupitos, más que con la violencia con el fútbol, tienen que ver con cosas que pasan afuera de la cancha, no adentro de la cancha. Las más graves pasan afuera, no pasan adentro. 

   Lo quiero dejar bien claro, porque yo quiero hacer un homenaje a las hinchadas, a los fanáticos de todos los partidos... miren los cánticos que me hicieron... todos estos que están ahí (por los funcionarios presentes) son fanáticos. Cuando se arman bardos no se arman solamente en la popu(lar), se arman también en la platea. Yo he visto agarrarse a piñas en la platea, entre gente incluso del mismo club, porque tienen diferencias con relación a la jugada del árbitro, a lo que opinan del técnico, a lo que opinan del fútbol. 

   Creo que hacer un reduccionismo de creer que solamente un grupejo identificado puede generar un clima de violencia generalizada... lo hemos visto solamente cuando hay una mala jugada... Lo que tenemos que lograr es que los referís cobren bien, ehh. Siempre uno tiene una mirada sesgada cuando es hincha pero a veces, yo no entiendo nada, pero cuando me explican y veo, veo cada bombeada que no se puede creer, y cuando hay bombeada la gente se indigna y hasta el más pintado y el más educado por ahí se manda un macanón...  

   Ya veo mañana el titular de Clarín: 'Cristina defendió a las barras bravas, confirmado'.

   Porque entran con los trapos, es toda una mística, la de llevar los trapos, defenderlos, donde los guardan... 

   Como verán estoy informada".

 

El País

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