Recóndita Armonía

28 jun 2016

¿Cuál es su himno preferido?

Por: Rubén Amón

¿Todos los himnos son iguales? La simplificación que implica esta pregunta está justificada en el criterio de un músico amigo mío que los ha interpretado casi todos. No por devoción ni por obstinación, sino porque tocaba en la Filarmónica de Londres y la orquesta tuvo el cometido de grabar unos 200 himnos con ocasión de la Olimpiada de Londres en 2012.

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19 jun 2016

La lana de Mussolini

Por: Rubén Amón

He tardado en darle un sentido a un cartel de la Scala que colgué en mi despacho y que adquirí en Milán por razones estéticas. Y porque el protagonista del concierto que se anunciaba era Victor de Sabata, artífice de un programa variopinto -Bach, Beethoven, Strauss, Masetti, Giordano, Verdi- que aparece enmarcado con la bandera italiana. Ese matiz tricolore es el que hace atractivo el cartel. Y el que lo diferencia de la tradicional iconografía amarillenta o asalmonada de la Scala, según las épocas, aunque la bandera no obedece a un motivo ornamental, sino a un argumento de fervor patriótico. Es el 30 de abril de 1942 e Italia está en guerra.

Prolana

Tendría que haber reparado en todos estos detalles antes de plantearme si debía o no debía adquirir un “documento” fascista. Tan fascista que aparecen alusiones explícitas a la propaganda de Mussolini, aunque el rasgo más inquietante del cartel concierne a sus propio enunciado: “Concerto pro lana”. No sé cuántas veces he pasado delante sin haber indagado. O cuántas he indagado -no muchas- sin resultado, pero la curiosidad ha terminado imponiéndose.

Y he podido reconstruir -no hacía falta ser un genio- que se trataba de un concierto benéfico cuyas entradas se vendían no a cambio de dinero sino en un trueque medieval por lana. Un kilo de lana permitía acceder a una butaca de las mejores. Cuatro kilos de lana garantizaban un palco de cuatro plazas. Y 250 gramos representaban la tarifa para ubicarse en el gallinero. Se explica la operación en el contexto de una campaña que organizaba el movimiento mussoliniano con las escuelas fascistas y las secciones femeninas, pues eran las mujeres las que terminaban recibiendo las donaciones de lana para luego transformarlas en indumentaria militar, uniformes, tiendas de campaña, colchones.

Se pretendía así involucrar a la sociedad civil en el compromiso de la patria. Y de transformar el símbolo de la Scala en un argumento ejemplar, siendo como fue el teatro Piermarini un instrumento de propaganda. Y no sólo durante la guerra. Antes de involucrarse Italia militarmente en el eje de Berlín y Tokio, Mussolini ya había dispuesto una gira “scaligera” en Múnich y en Berlín. Estaba al mando Victor de Sabata, artífice de una Bohème en la capital berlinesa a la que asistió el propio Hitler.

Cuenta el Corriere della sera en su edición del 22 de junio de 1937 que el propio Führer admitió haberse emocionado y que expresó sus felicitaciones al maestro italiano, quizá ignorando ambos que tanto entusiasmo iba a significar una maldición a la memoria del director. De Sabata ocupó en Milan el cargo que había abandonado Toscanini por sus discrepancias políticas con el fascismo. Y adquirió una evidente vinculación en los planes de la propaganda mussoliniana, pero resulta demasiado extravagante recrear la simplificación del colaboracionismo.

Sabata

Primero, porque la madre de De Sabata era judía. En segundo lugar, porque su papel de maestro titular -1929-1953- lo desempeñó mucho más allá del periodo mussoliniano. Y en último término porque se restringió a sus actividades musicales. Incluido el trance de despedir a su rival Toscanini con la Marcha fúnebre de la Tercera sinfonía de Beethoven. Fue su último concierto (1957). O no exactamente, pues diez años más tarde los músicos de la Scala se despidieron de él tocando exactamente el mismo pasaje funerario.

12 jun 2016

Bechara, los gatos y la gloria

Por: Rubén Amón

Egoteca es un neologismo que alude no tanto a hablar de uno mismo como de los artículos o trabajos que uno ha realizado. Y he cedido a la tentación. Con un motivo musical justificado. Que es el sarcástico homenaje a un compositor franco-libanés al que frecuenté en París. Lo hice constar en un bestiario que apareció hace un año. El tigre mordió a Cristo, se titulaba, se titula. Y figuraba, figura, entre las criaturas antropomórficas un tipo bastante genuino, pero al mismo tiempo arquetípico del compositor más o menos parasitario y victimista del sistema. Bechara se llamaba, se llama. He aquí su retrato.

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02 jun 2016

Leyenda Ivry Gitlis

Por: Rubén Amón

Me he encontrado en los discos perdidos de una tienda de baratillo el tesoro de un doble CD de grabaciones que hizo Ivry Gitlis entre 1962 y 1986 con la Orquesta de la SWR. Y he descubierto que nunca se habían publicado antes,  aunque la admiración que uno siempre ha sentido por ese inmenso violinista -y no inmensamente conocido- tiene mucho que ver con la experiencia de haberlo conocido, frecuentado, incluso apreciado como una figura patricia. Y no tanto una estrella como una leyenda, apropiándome del criterio de Norman Lebrecht.

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Sobre el blog

La ópera no muerde. Como mucho, aburre. Aficiónese o síganos. O haga las dos cosas a la vez. Intentaremos que no se arrepienta.

Sobre el autor

Rubén Amón

Rubén Amón Podría haber sido barítono, podría haber sido pianista, pero el autor de este blog tuvo que resignarse a un teclado más limitado, el del ordenador, para dedicarse al periodismo y explorar, incluso, uno de sus ámbitos más minoritarios, sospechosos y hasta esnobistas: la ópera y la música clásica.

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