Red de Casas del Ministerio de Exteriores

Miranda, el hispanoamericano universal

Por: Red de Casas

29 jun 2016

Xavier Reyes Matheus

Francisco de Miranda, un descendiente de canarios nacido en Caracas en 1750 y muerto hace ahora doscientos años en la prisión de la Carraca de San Fernando de Cádiz, parece un personaje de novela, y en buena medida lo es: desde la trilogía que le dedicó el venezolano Denzil Romero hasta los libros aún recientes del pamplonés Fermín Goñi y del palmense J.J. Armas Marcelo, no son pocas las obras literarias en las que aparece como protagonista, sin contar la atención que también le han dedicado autores como el Nobel trinitario V.S. Naipaul en La pérdida de El Dorado o Pedro J. Ramírez en El primer naufragio. Con semejante nómina de cronistas cualquiera lo creería sobrado de fama; pero unos cuantos tips de su biografía, y lo poco sabidos que resultan incluso para los venezolanos, revelan en cambio que es mucho lo que falta por glosarse sobre esta figura fundamental en la historia del liberalismo atlántico:

  • Suele saberse, por ejemplo, que, tras desertar de su puesto en el ejército español, con el que había participado en las acciones de la monarquía de Carlos III a favor de la independencia norteamericana, Miranda se dirigió a los Estados Unidos, en donde trató a varios de los “padres” de la nueva nación. Pero apenas se ha escrito sobre la cercana amistad que uniría al venezolano, ya de por vida, con el entonces joven y prometedor Alexander Hamilton, el Founding Father que, tras mucho tiempo de olvido, ha vuelto a ser popular entre los estadounidenses gracias al musical que acaba de arrasar en los premios Tony (escrito, por cierto, por un descendiente de puertorriqueños llamado precisamente Lin-Manuel…Miranda). El pensamiento político y constitucional de Hamilton subyace a todas las ideas con las que –el antiguo- Miranda quiso reproducir, en la parte hispana del Nuevo Mundo, el modelo de democracia representativa concebido por los federalistas norteamericanos, alentado además por el ideal librecambista de la “república comercial”.
  • Suele saberse que, buscando aliados para su proyecto hispanoamericano, desembarcó en la Francia revolucionaria, en donde llegó a ser general del Ejército del Norte y participó en acciones tan legendarias como la de Valmy. Pero, más allá de la figuración que le ha valido a su nombre el estar escrito en el Arco de triunfo de L´Étoile, poca idea se tiene sobre los avatares que le llevaron a protagonizar uno de los juicios más sonados de aquel Tribunal en el que los reos debían encararse con el siniestro Fouquier-Tinville. Defendido por el mismo abogado de María Antonieta, y con testigos a su favor tan ilustres como Thomas Paine (el autor de Rights of man y de Common Sense), Miranda vivió el Terror con un pomo de veneno escondido entre su ropa en previsión de que el suicidio pudiera librarlo de la guillotina. Pero lo más importante fue la comparación extraordinariamente lúcida que, tras la caída de Robespierre, hizo el caraqueño entre el institucionalismo y la seguridad jurídica que habían servido de base a la organización política y económica de los Estados Unidos, y la arbitrariedad y el caos que habían signado el régimen de la Convención en Francia.
  • La vida galante de Miranda ha estado siempre en el imaginario de sus compatriotas: desde las prostitutas circasianas que conoció en los exóticos burdeles de sus viajes (Miranda se tiene por el primer visitante hispanoamericano en Asia Menor), hasta su supuesto romance con una valetudinaria Catalina La Grande (que lo nombró coronel), las conquistas de Miranda lo han hecho pasar por un precedente del latin lover. Pero poco se sabe que, en el proyecto de Constitución girondina que al fin no prosperó, se adelantó a proponer con vehemencia el voto femenino. Y aún más desconocida fue la protección y el patrocinio que brindó al joven James Barry (llamado a veces James Miranda Barry, como en el título de la novela histórica de Patricia Duncker). Barry, que en 1812 obtuvo el doctorado en medicina en la Universidad de Edimburgo, dedicó su tesis a Miranda, a quien agradecía sus “paternales cuidados” – de lo que algunos estudiosos han sugerido la posibilidad de que Barry fuese realmente hijo del prócer. Pero lo asombroso es que, después de haber tenido una larga y brillante carrera como cirujano militar al servicio del imperio británico, la autopsia de Barry descubrió que se trataba de una mujer que había logrado, así travestida (y quizá bajo el consejo de Miranda) convertirse en la primera doctora de la historia del Reino Unido.
  • Se sabe que Miranda intentó proclamar la independencia de Venezuela mediante una invasión en 1806 a bordo del navío Leander; que su quijotesca expedición se componía fundamentalmente de gañanes reclutados en el puerto de Nueva York; y que, apresados y ejecutados algunos de ellos por parte de las autoridades españolas, es en estos gringos en quienes tiene sus protomártires la lucha por la emancipación del país sudamericano. Pero no mucha gente sabe que entre los hombres que venían con el Leander se encontraba el nieto de John Adams, segundo presidente de los Estados Unidos, y un David G. Burnet que entonces tenía diecisiete años y que en 1836 sería el primer presidente de la República de Texas.
  • Es bien conocido que fue de Miranda de quien salió la idea de un inmenso Estado hispanoamericano que había de llamarse Colombia en honor del descubridor, y que debía tener su capital en el istmo de Panamá, para servir de puente al comercio interoceánico; y aun mucho más se conoce que estos proyectos inspiraron directamente la empresa de Simón Bolívar. Pero la historia ha reparado muy poco en los diseños concebidos por Miranda para el gobierno de esta gran potencia, imaginada primero como una monarquía parlamentaria a la inglesa y luego como una república federal. Con unas reflexiones llamativamente sabias sobre los dispositivos necesarios para impedir la concentración del poder, Miranda se adelanta a pensadores como Constant en algunas de las ideas más prudentes del constitucionalismo moderno.

Se sabe, en fin, que, proclamada la república en Venezuela en 1811, y necesitada de defenderse contra una reconquista española, sus autoridades nombraron a Miranda jefe militar para organizar la guerra; pero que el veterano general de Francia acabó negociando la capitulación, y que por ello algunos patriotas jóvenes como Bolívar lo acusaron de traición y lo entregaron a las fuerzas realistas: así fue como acabó sus días, hace ahora 200 años, en una prisión militar gaditana. Pero la memoria histórica ha soslayado considerar el temor que tuvo Miranda al panorama de anarquía, de enfrentamientos intestinos y de oligárquico gatopardismo que había seguido a la declaración de la independencia. Algo que lleva a pensar que el generalísimo venezolano se decantó, más que probablemente, por dar un voto de confianza a los cambios que sobre una lengua de tierra, en el extremo atlántico de la península ibérica, estaban organizando para los “españoles de ambos hemisferios” los hombres de la Pepa.

¿Se puede pedir más a un personaje histórico?

 

Xavier Reyes Matheus es historiador y comisario de la exposición “Francisco de Miranda y la doctrina de la libertad en el mundo atlántico”, que se exhibe entre el 30 de junio y el 30 de julio de 2016 en Casa de América.

Luis Ferrero Roselló

Es una excelente pregunta y con muchas interpretaciones, pero vamos a ir por partes. Marruecos, evidentemente es nuestro vecino. Es un país ribereño de nuestro Mar Mediterráneo. Tal vez sea por ello que el mes pasado celebramos una jornada sobre el país en Casa Mediterráneo en Alicante. En la misma se habló mucho de las posibilidades del mercado marroquí para nuestras empresas y poco, por no decir nada de la competencia que supone para nuestro país. No obstante es notorio que para el sector agrícola supone una competencia importante para nuestros productos en los mercados europeos.

La oportunidad del mercado es clara, y es que este país magrebí ocupa el 9º puesto en el ranking de las exportaciones españolas y el año pasado experimentó un incremento del 5,16%. Por lo tanto es un cliente  muy importante para nuestras empresas, absorbiendo el 2,45 % del total exportado por España, muy por delante de  países que muchos consideran como  mercados prioritarios para nuestras exportaciones. Esto no es fruto del azar, Marruecos lleva los últimos años consolidando su posición como punto de conexión entre las economías de Europa y los países de oportunidad en África. Su cuadro macroeconómico se ha estabilizado, en el 2014 su PIB creció un 2,4%, y  se prevé que en 2015 haya sido del 4,7%. Desde 2013 España se convirtió en el primer proveedor superando por primera vez a Francia. Los productos españoles se ven como referente de calidad.

Pero el país ha cambiado mucho  y bien. Desde la última década el gobierno lleva invirtiendo cientos de millones de euros para la mejora de sus infraestructuras (puertos, aeropuertos, carreteras, centros logísticos, etc.). En 2014 el Gobierno marroquí presentó un Plan para la Construcción y Mejora de las infraestructuras públicas con el cual se prevé inyectar una cantidad superior a los 14.000 millones de euros.

Se ha pasado de un mercado cerrado, debido a connotaciones principalmente culturales, a una mentalidad expansiva hacia el crecimiento económico. Todo esto con el objetivo de  cumplir con los retos de erradicar el peso de la economía “informal“(cerca del 15% del PIB) y de eliminar las diferencias sociales entre clases.

El consumo se está europeizando y el cambio de hábitos de consumo se debe principalmente a la apertura que se ha producido en su economía, el acceso a la información y la publicidad que han hecho, que el ciudadano marroquí valore y aprecie los productos procedentes de otros países. Por su parte, el aumento de la población, el aumento del poder adquisitivo de la clase media marroquí, y tener familias menos numerosas, hace que el consumo de los productos importados esté siendo cada vez mayor.

Todo esto nos hace pensar que, más que un competidor, Marruecos es un mercado de oportunidad para nuestras empresas. Así lo pensamos las Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana, que a través de nuestro programa EXPORTA´T your international business partner, seleccionamos los Mercados de Oportunidad para nuestras empresas, además para cada mercado seleccionamos los macro sectores de mayor interés. Y esto guía nuestras acciones de promoción en el exterior. Y como no podía ser de otra manera Marruecos es uno de los mercados de oportunidad. Como consecuencia de ello la Cámara organizará una Misión Comercial para el mes de noviembre. Para este mercado se han detectado oportunidades de negocio para los macro sectores Agroalimentario, Industria Química y Hábitat/Construcción. No obstante Marruecos dispone de otros sectores que pueden resultar interesantes debido a su potencial, como puedan ser energías renovables, turismo, calzado, textil, confección y automóviles y sus partes, entre otros.

Hay otro aspecto de singular importancia y no aprovechado por nuestras empresas; y es el entender Marruecos como una plataforma de exportación internacional debido a los diversos Acuerdos de Libre Cambio que tiene firmados con diferentes áreas geográficas, destacando el firmado con Turquía, pero sobre todo, el suscrito con Estados Unidos de América. Mientras que los europeos  todavía estamos pensando y  negociando el TTIP con USA, Marruecos desde el año 2005 está haciendo uso de su Acuerdo de Libre Comercio. Nuestras empresas podrían aprovechar este acuerdo implantándose en el país como una sociedad de derecho marroquí y hacer parte de estas ventajas, es decir vender a USA  con exención de aranceles. Además, la implantación en el país no requiere de socio marroquí, una empresa de derecho marroquí puede tener el 100% de su  capital  con titularidad extranjera, a diferencia de muchos de sus países vecinos. La inversión española en el país es muy modesta en comparación con Francia, Singapur, Emiratos Árabes Unidos, o Reino Unido, que si están aprovechando estas ventajas.

Volviendo a  la idea inicial, Marruecos en nuestro vecino, pero sobre todo, sobre todo, es un Mercado de Oportunidad, que nuestras empresas  no pueden permitirse desaprovechar.

 

Luis Ferrero Roselló es jefe del área internacional dela Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Alicante, y participó en la jornada informativa sobre oportunidades de inversión en Marruecos organizada por Casa del Mediterráneo.

Siria, el eslabón más débil

Por: Red de Casas

15 jun 2016

Juan Serrat

Lo que comenzó como un simple contencioso de derecho canónico, las bulas, terminó en una guerra entre protestantes y católicos que transformó de modo irreversible el panorama europeo, dando vida a la Paz de Westfalia y a un nuevo orden continental. Lo que empezó con unas pintadas –torpe y brutalmente reprimidas- en una ciudad próxima a la frontera de Siria con Jordania ha terminado por convertirse en una guerra de poder entre países de la región, enmascarada por el confesionalismo suní y chií de los diferentes actores. Pero tanto la cuestión de las bulas como las pintadas de Deraa se hubieran quedado en hechos aislados de no haber concurrido unas condiciones políticas y socioeconómicas que presionaban con fuerza y solo necesitaban una chispa que encendiese el proceso.   

Hay un denominador común, y es que ambos bandos se aglutinan en torno a dos credos religiosos. Y eso explica, en el caso de esta guerra,  que haya tantos voluntarios y mercenarios de uno y otro lado, destacando quizás los numerosos chechenos, afganos pastunes e islamistas europeos que combaten en el autodenominado Estado Islámico, y los ‘pasdaran’ iraníes, las milicias libanesas de Hezbolá y los afganos hazara que combaten del lado del régimen sirio. Por citar solo lo más llamativo de ambos bandos. Mientras tanto, una buena parte de los varones sirios que tienen entre 20 y 40 años, así como numerosas familias, huyen de una guerra que no consideran suya; los primeros para evitar ser reclutados por uno u otro bando y las segundas para ponerse a cubierto.  

Basta con una mirada al mapa de la región para ver que ésta ha quedado dividida en dos espacios geopolíticos claros: Turquía al norte, con Arabia Saudí y Egipto al sur -los tres países sunitas por excelencia- haciendo sándwich a un eje formado por Irán, Iraq y Siria, donde los chiíes o afines detentan el poder político, y el sur del Líbano, donde ocupan una posición clave en la frontera de este país con Israel. Mientras Iraq formaba parte del arco suní, la hegemonía de este estaba garantizada, y también la paz y la estabilidad. Cuando Iraq pasó a ser gobernado por una coalición de partidos chiíes y kurdos, la cadena formada por el eje chií empezó a representar una amenaza para la hegemonía de los Estados suni. Y había que romper esa cadena por el eslabón más débil, que parecía Siria. 

La rebelión de Deraa y su rápida propagación por las grandes ciudades supuso una pérdida importante de apoyo popular para el régimen de al-Asad. Y una oportunidad que esperaban con impaciencia los enemigos del mismo. Si esa cadena llegase a romperse por el eslabón más débil, Irán se sentiría amenazado, y esto sí podría suponer una seria amenaza para la paz regional. Cuando el presidente estadounidense, Barack Obama se negó a bombardear al régimen de al-Asad tras un supuesto uso de armas químicas por parte del Ejército sirio, estaba queriendo evitar esta hipótesis. Una paz duradera, en esa peculiar región del mundo, debe pasar ineludiblemente por un equilibrio de fuerzas entre ambos bloques regionales, entiéndase: equilibrio de fuerzas convencionales. Aparentemente eso sería muy difícil de alcanzar, debido al mayor peso demográfico, económico y político del bloque suní sobre el bloque chií. Pero el dato más novedoso, es que los intereses de Estados Unidos le están llevando imperceptiblemente a un nuevo tablero y, posiblemente, a nuevas alianzas. 

Una cosa tan inocente como el “fracking” ha puesto el precio del crudo patas arriba. La alianza de Estados Unidos con Arabia Saudí ha dejado de ser estratégica, ya que el petróleo importado ha dejado de ser relevante para el desarrollo sostenido de la economía americana. Del mismo modo que la desaparición de la Unión Soviética y la entrada en la OTAN de algunos de los países que eran parte de la llamada Europa del Este,  ha devaluado la presencia de Turquía en la alianza. Y la estrecha relación de Washington con Egipto se ha mantenido en la medida en que este país ha sido clave para la seguridad de Israel. Como decía Kissinger, en Oriente Medio no se puede hacer la guerra sin Egipto, ni la paz sin Siria. Pero el golpe militar de al-Sisi está dañando la imagen de Estados Unidos por su asociación al mismo, y ello inevitablemente debilitará esa relación. 

Y como la geopolítica empieza por la geografía, basta una mirada al mapa para comprender que el autodenominado Estado Islámico supone una poderosa amenaza instalada en el núcleo central de ese arco chií que se extiende desde Afganistán a la costa libanesa del Mediterráneo. Es por ello condición previa de ese deseado equilibrio estratégico entre países suníes y chiíes en Oriente Medio el derrotar al autodenominado Estado Islámico. Y me parece posible, y hasta probable,  que ese dato haya empujado al presidente Obama a “dejar hacer” a los rusos, a fin de neutralizar esa milicia que amenaza la estabilidad de Oriente Medio, y también de Europa. Para evitar que se rompa el eslabón más débil de la cadena, y neutralizar el riesgo de una guerra abierta. Como escribía recientemente un agudo comentarista político, lo que Estados Unidos y Rusia desean para esta frágil región del mundo es una “paz fría”, una paz basada en el equilibrio de fuerzas regionales. 

Y mientras tanto, el pueblo palestino, como un moderno Sísifo de la geopolítica, espera con paciencia a que la situación regional le permita iniciar una vez más su amarga tarea de subir hasta la cima de la montaña la piedra de su identidad  nacional y su libertad. Ellos son los grandes olvidados de esta contienda entre jeques y ayatolás, entre dictaduras y dictablandas, entre lo teocrático y lo secular, entre petrodólares y fracking. Donde la religión es solo una máscara. Y el único Estado relativamente secular de la región, la Siria anterior a Deraa, contaba entre sus más próximos aliados a Hezbolá y a Hamas, arquetipos de fundamentalismo entre chiíes y suníes respectivamente. 

Esta es la hora en que los esfuerzos por iniciar un proceso de paz en Siria, bajo los auspicios de la resolución 2254, del 18 de diciembre de 2015 han dejado en la cuneta a Sísifo. Con el agravante de que Netanyahu aprovecha una vez más este nirvana que le han concedido sus antes enemigos para confiscar y ocupar más espacio en Cisjordania. Mientras, el Presidente Obama dejará la Casa Blanca con la profunda frustración de que su discurso de El Cairo ha quedado en papel mojado. Mientras, Abu Mazen sufre de melancolía porque no ve ninguna luz al final del túnel. Mientras, el proceso de paz entre palestinos e israelíes va quedando en el olvido, desmintiendo esa creencia popular en que el tiempo pone todo en su sitio. 

 

Juan Serrat, diplomático español y fue Embajador de España en la República Árabe de Siria entre 2005 y 2010. Participó el pasado 21 de abril en la conferencia "Los países árabes vistos en primera persona: Siria, cinco años de conflicto" en Casa Árabe.

 

Senegal, un referente de estabilidad

Por: Red de Casas

08 jun 2016

Alberto Virella Gomes

Senegal es, sin duda, uno de los países más interesantes en la coyuntura económica actual de Africa del Oeste. Referente de estabilidad democrática en la subregión,  el país  goza de una saneada situación macroeconómica y ha alcanzado en 2015  un crecimiento estimado del 6,5%, más el doble de las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional para África Subsahariana. Además, cuenta con unos niveles de deuda pública externa suficientemente manejables como para dotarle de un cómodo margen  de maniobra  para poder seguir acudiendo a los mercados y financiar su crecimiento.  

En este marco, Senegal ha realizado una apuesta clara y firme hacia un proceso de desarrollo y modernización de su estructura productiva. Su modelo de crecimiento, presentado en el Plan Senegal Emergente (PSE), sirve de guía para convertirse en un país emergente, así como en un “hub” regional logístico, industrial, minero, aéreo y turístico en 2035. El PSE se construye sobre 3 ejes: en primer lugar, la transformación estructural de la economía como motor de crecimiento; en segundo lugar, la creación de capital humano y  la puesta en marcha de verdaderos mecanismos de protección social para los más vulnerables, todo ello en un marco de desarrollo sostenible. Por último, el tercer pilar se dedica a reforzar el estado de derecho y al fortalecimiento institucional.  

El Plan se asienta, a su vez, en tres objetivos económicos que deben ser alcanzados durante los próximos 10 años: una tasa de crecimiento del 7-8% anual;  la creación de 600.000 empleos formales; y alcanzar un PIB per cápita de 1.500 USD (en 2015, se estima que alcanzó los 934 USD). El Plan comprende 17 medidas estructurales, en su mayoría dedicadas a la mejora del clima de negocios y al impulso de los llamados 27 “Proyectos Faro”: un plan de inversiones en sectores prioritarios con alta capacidad de arrastre y potencial de creación de empleo, que se distribuyen en 7 grandes sectores económicos: agroalimentario; vivienda; modernización de la economía social (sanidad y educación); sector minero e industria química; logística e industrial; servicios y turismo y, por último, energía. El Plan Senegal Emergente se concretiza, por otra parte, en planificaciones presupuestarias quinquenales, estando actualmente en vigor la correspondiente al período 2014-2018, dónde se identifican 192 acciones prioritarias por un valor aproximado de 15.682,31 M€. Según los últimos datos disponibles del Ministerio de Economía, de las Finanzas y del Plan de Senegal (enero 2016), un 71% de los fondos necesarios se habían movilizado ya, quedando pendientes alrededor de 4518 M€ por ser movilizados entre el sector privado (un 37% de los mismos) y el sector público. 

Las empresas españolas pueden jugar un importante papel en este proceso, como ya han venido haciéndolo en otras áreas del continente.  En cualquier caso,  África Occidental en general y Senegal en particular son un perfecto ejemplo de cómo la empresa española han ido diversificando sus mercados de destinos, generando un circulo virtuoso de competitividad y eficiencia en los mercados internacionales. Desde 2009, las exportaciones españolas a África Occidental han crecido un 100% y un 150% en el caso de Senegal. En 2015, las exportaciones españolas a Senegal aumentaron un 90%, constituyéndose España en el 4º mayor proveedor de la Unión Europea, sólo por detrás de Francia, con fuertes vínculos históricos con el país, los Países Bajos y Bélgica, dos países cuyas exportaciones están muy centradas en derivados del petróleo. España ha sido, así mismo, el tercer mayor mercado para las empresas senegalesas en la Unión Europea, sólo por detrás, a corta distancia, de Italia y Francia, después de haber sido el primero en 2014. 

Ahora bien, nuestra relación económica-empresarial con Senegal tiene aún mucho margen para seguir avanzando en un marco mutuamente beneficioso para ambas partes, y existen importantísimos sectores de oportunidad en el ámbito del desarrollo rural y la industria agroalimentaria; el agua y saneamiento; los servicios logísticos; las energías renovables; o el desarrollo de las infraestructuras, por citar algunos. Así lo han entendido las 36 empresas españolas de  ingeniería, equipamiento y servicios logísticos que han participado en el encuentro empresarial organizado en abril de 2016 por el  ICEX España Comercio e Inversiones e inaugurado por las autoridades del Ministerio de Economía senegalés, el Director general de  la Agencia de promoción de inversiones senegalesa (APIX) y el Consejero Delegado del ICEX, centrado en los sectores  claves del Plan Senegal Emergente y en los aspectos horizontales claves para su desarrollo, como son el acceso a la financiación y el clima de negocios.  

La próxima cita tendrá lugar en Las Palmas el 3 de junio, en un Encuentro triangular España-Marruecos-Senegal, organizado por Casa África, en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España y las Embajadas de España en Senegal y Marruecos. En esta ocasión se abordará una nueva visión estratégica para nuestra presencia en África Subsahariana, añadiendo el aprovechamiento de las sinergias de nuestra fuerte presencia empresarial en Marruecos con los importantes vínculos económicos que el reino alauita mantiene con África Occidental en general, y Senegal en particular, dónde la empresas marroquíes tienen una presencia cada más importante en sectores clave para nuestro propia expansión, como el sector financiero, agua y saneamiento, o las infraestructuras.   

La estructura de la jornada estará dividida en una sesión plenaria y cuatro mesas redondas que versarán sobre sectores prioritarios: logística relacionada con puertos, aeropuertos, parques industriales y zonas francas; industria alimentaria; agua y saneamiento; y energía. Una oportunidad para explorar nuevas vías de colaboración entre los actores económicos de tres países que comparten vecindad y compromiso en favor del crecimiento económico y el desarrollo social.

 

Alberto Virella Gomes es Embajador de España en Senegal y coorganizador junto a la Embajada de España en Marruecos del "Encuentro Triangular España-Marruecos-Senegal" celebrado el pasado 3 de junio en Casa África.

 

 

Juzhong Zhuang

El crecimiento económico en los países desarrollados y en desarrollo se ha ralentizado desde la crisis financiera global. El crecimiento del Asia en desarrollo también se ha moderado después de la crisis, a causa de la desaceleración en la República Popular China. Así, la economía de la región ha crecido un promedio del 7,6% anual durante el período 2001-2010, aunque este crecimiento ha disminuido al 6,5% en el lustro 2011-2015. El Banco Asiático de Desarrollo prevé una desaceleración al 5,7% en 2016 y 2017.

Los factores cíclicos relacionados con la crisis explican en parte la desaceleración del Asia en desarrollo. La débil recuperación global ha reducido las exportaciones de las economías en desarrollo que son altamente dependientes de la demanda externa, incluyendo aquellas estrechamente vinculadas con las cadenas de valor mundiales. Esta recuperación global sumada a la reducción del crecimiento de la República Popular de China ha contribuido a reducir los precios de los productos básicos a escala global y a detener el crecimiento de países exportadores de productos básicos. Una gestión eficiente de la demanda, incluyendo la aplicación de medidas monetarias y fiscales, es importante para responder a estas desaceleraciones cíclicas.

Pero la preocupación más grave es la desaceleración del crecimiento potencial. Un estudio reciente del Banco Asiático de Desarrollo indica que el crecimiento potencial en el Asia en desarrollo se redujo del 8,4% en 2007 al 6,7% en 2014. El crecimiento de la mano de obra  se ha reducido en muchas economías debido a cambios demográficos o a un declive de la productividad laboral.

La clave para estimular el crecimiento potencial de la región es aplicar reformas estructurales. Se trata de poner en marcha acciones políticas que eliminen obstáculos para una distribución eficiente de los recursos, reduzcan la ineficacia de gestión, mejoren la capacidad de una economía para responder a shocks y sienten las bases para una mayor inversión e innovación por parte del capital privado. Las reformas estructurales relacionadas con restricciones fronterizas o domésticas específicas han sido factores claves para el rápido crecimiento económico en el Asia en desarrollo de las últimas décadas.

Es alentador que la mayoría de los gobiernos asiáticos hayan mostrado su compromiso con las reformas estructurales. Muchas de éstas hacen hincapié en los regímenes de inversión y comercio, en la mejora de la gestión macroeconómica y de las finanzas públicas, así como en la regulación financiera y gobernanza del sector público.

Por ejemplo, la República Popular China ha abordado su sobrecapacidad invirtiendo en  innovación y en modernización industrial, además de explorar nuevas fuentes de crecimiento a través de una mayor dependencia del sector del consumo doméstico y de los servicios. Para conseguirlo, el gobierno está profundizando en las reformas estructurales, especialmente, en las empresas estatales, en el sector financiero, en el sistema fiscal y en  la gobernanza del sector público.

 

India también está llevando a cabo reformas estructurales y promoviendo un giro hacia la industria  manufacturera a través de la campaña “Make in India”, liderando un fuerte crecimiento en el sector servicios, especialmente, en el de las tecnologías de la información. Otros países de Asia meridional también están poniendo en marcha medidas para mejorar la brecha en infraestructuras y en el entorno empresarial, además de fortalecer la regulación financiera y la calidad de la educación.

Las economías del sudeste asiático están dando pasos para mejorar la adaptación económica aplicando restricciones en materia de oferta y demanda y fortaleciendo la cooperación regional. La creación de la Comunidad Económica de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) a comienzos de 2016 ha incitado a sus gobiernos a una mayor reducción de las barreras comerciales, a mejorar la conectividad y el clima empresarial y atraer más inversión a la región.

Mientas tanto, muchas economías de Asia Central y del Pacífico se están alejando de la explotación de los recursos naturales y acercándose a otras actividades económicas que reduzcan su  vulnerabilidad hacia factores externos, tales como la reducción de los precios de productos básicos. En este sentido, apoyar el desarrollo y la formación de PYMES contribuirá a esta diversificación.

La clave para mantener estas reformas estructurales es a través del compromiso con el crecimiento inclusivo e integrador. Es importante destacar que muchos de estos países están dirigiendo sus reformas estructurales a la creación de puestos de trabajo, reduciendo las disparidades regionales, fortaleciendo la protección social y promocionando el acceso equitativo a las oportunidades laborales. La protección del medio ambiente también está siendo promovida con el fortalecimiento de marcos regulatorios legales, y  el incremento de recursos dirigidos a las tecnologías “verdes”.

Las ambiciosas reformas estructurales que están mejorando la región son prometedoras para impulsar el crecimiento potencial asiático. El estudio del Banco Asiático de Desarrollo muestra que las políticas dirigidas a disminuir la mitad de los desajustes  mediante mejoras en la educación, en la flexibilidad del mercado laboral, en la calidad institucional, en la apertura comercial y en la integración financiera,  podría incrementar el crecimiento potencial del Asia en desarrollo hasta un 1% anual en los siguientes 10 años.

Con la aplicación  efectiva de reformas estructurales es probable, en definitiva, que la economía de la región continúe liderando el crecimiento mundial.

 

Juzhong Zhuang es economista y, jefe adjunto y subdirector general del Departamento de Investigación Económica y Cooperación Regional del Banco Asiático de Desarrollo. Presentó el pasado 6 de abril el informe económico “Asian Development Outlook 2016 (ADO) en Casa Asia.

Sobre el blog

La Red de Casas es un instrumento de la diplomacia pública española, compuesto por Casa África, Casa de América, Casa Árabe, Casa Asia, Casa del Mediterráneo y Centro Sefarad-Israel. Su finalidad es fortalecer la cooperación política y económica, el diálogo intercultural, el mutuo conocimiento y los lazos de España con los distintos ámbitos geográficos en los que actúan. Este blog dará voz a las personalidades políticas, institucionales, sociales y culturales que participan en las actividades de las Casas y servirá para invitar a las actividades que se organizan. Web: www.reddecasas.es Twitter: @ReddeCasas.

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