Red de Casas del Ministerio de Exteriores

El cine judío

Por: Red de Casas

26 oct 2016

Daniela Rosenfeld

La presencia y la temática judías en le cine se remontan prácticamente a los inicios de la creación cinematográfica. Las primeras películas, todavía mudas, del cine idish (lengua de los judíos centroeuropeos) nacieron de la dilatada tradición del teatro y la literatura Idish en Rusia, Polonia, Austria, Alemania, Checoeslovaquia y Rumania. Esto creó una industria intrínsecamente judía que condensó la cultura idish transnacional hasta su desaparición a mediados de la década de 1930.  La temática de estos films se centraba en historias bíblicas, leyendas de Europa del Este, el folklore tradicional judío y la vida y problemáticas tradicionales de las aldeas o “shtetls” judíos de Europa del Este. Con la invasión nazi, muchos de los actores, directores, técnicos y escritores fueron asesinados y otros emigraron, principalmente a los Estados Unidos.  Muchos otros, permanecieron en la antigua Unión Soviética y se incorporaron a la industria.  

Cuando la situación en Europa comenzó a ser insostenible, la producción se desplazó a Estados Unidos dónde ya en 1917 Yankev Ben Ami y Moris Shwarts habían fundado el famoso Yiddish Art Theatre en Nueva York.  Durante la época dorada de la industria cinematográfica idish en los Estados Unidos, entre 1936 y 1939; se llegaron a estrenar más de 24 films.

Paralelamente a la industria del Este de Europa, en la Alemania de la República de Weimar, muchos intelectuales judíos, participaron activamente en la cultura expresionista alemana. Participar en esta nueva cultura significaba para estos artistas el fin de la marginalidad y el aislamiento inherentes a la ortodoxia judía de aquella época y su incorporación plena a la sociedad y cultura alemanas. El cine fue una de las grandes contribuciones de los judíos alemanes a la cultura de la República de Weimar. Muchos de estos creadores no tuvieron más remedio que refugiarse también en Estados Unidos. Entre ellos encontramos nombres como Ernst Lubitsch, Billy Wilder, Otto Preminger, Peter Lorre…y otros, al igual que los de Europa del Este acabaron en los campos de la muerte, entre ellos cabe destacar a Kurt Gerron, gran actor del famoso cabaret berlinés y director de cine, que acabo filmando obligado la película de propaganda nazi “El Fürher da una ciudad a los judíos” en el campo de Theresienstadt y que finalmente fue asesinado en Auschwitz.

Esta afluencia de refugiados expertos en todos los aspectos del arte y la técnica cinematográfica, perseguidos y expulsados de la Alemania Nazi y su área de influencia, ya sea por su condición de judíos o sus ideas políticas, se vieron obligados a buscar refugio en Paris, Londres y la soleada California, donde la bien engrasada maquinaria de los estudios cinematográficos en pleno funcionamiento se convirtió en el sitio ideal para reasentarse e intentar continuar con sus carreras y su trabajo. Los recién llegados intentaron adaptarse a su nueva vida entre ilusionados y desorientados.

Actualmente, la temática judía en el cine ha cambiado considerablemente, aunque continúa siendo una temática de minorías: la búsqueda de la identidad, los refugiados  o el concepto de pertenencia son temas recurrentes en el cine judío tanto sea sudafricano como israelí o francés. El cine judío a lo largo de la historia ha recorrido diferentes temáticas, en sus comienzos más relacionadas con las historias bíblica y las tradiciones,  posteriormente con el Holocausto o las comedias al estilo de las de Woody Allen y aunque sigue siendo una temática definida, una cierta identificación con el Estado de Israel como hogar del pueblo judío y la interrelación y convivencia con otras culturas permite que las historias sean cada vez más variadas. Mientras Estados Unidos ha dominado la cultura judía en el cine desde hace décadas, uno de los grandes cambios en los últimos diez o quince años es la irrupción de una cinematografía israelí que ha ido ganando un espacio importante tanto en festivales como en la audiencia internacionales. Varios films en los últimos años han ganado premios en Cannes, Berlín, Venecia, Sundance… e incluso han llegado a ser nominados a los Oscar en la categoría de películas de habla no inglesa.

Otro marcador importante es la existencia de numerosos festivales de cine judío alrededor del mundo. En Estados Unidos prácticamente en cada estado existe un festival de este tipo, y en Europa, ya son varios los países en los que cada año se celebra un festival de estas características. En España el de Barcelona ha sido el pionero, este año se celebra la 18 edición y cuenta, además con muestras de su programación en Madrid y Gerona. Lo que demuestra que la temática e historia judías en el cine todavía tiene mucho recorrido y bastante que aportar, como toda manifestación artistica identitaria.

 

Daniela Rosenfeld es directora del Festival de Cinema Jueu de Barcelona y participa en el proyecto Radio Sefarad llevado a cabo por el Centro Sefarad Israel.

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