Faissal Cherradi Akbil
La arquitectura de tierra en Marruecos forma parte de las grandes riquezas culturales de este país debido a su diversidad.
La arquitectura tradicional de Marruecos está en peligro de extinción. Existe un gran número de conjuntos arquitectónicos abandonados, en ruinas, de los cuales una gran parte están construidos en tierra. Visto el estado de degradación actual, y antes de que desaparezca por completo esta arquitectura de tierra, “ruda pero frágil”, debemos estudiar y fijar sus aspectos característicos, intentar comprender y explicar su presencia y conservación en los valles pre saháricos, con el fin de salvar del olvido esta extraña arquitectura, que constituye un patrimonio excepcional cuya desaparición empobrecería el patrimonio cultural de la humanidad. Nuevas condiciones sociales, psicológicas, y económicas modifican gravemente las formas populares y regionales de la arquitectura. El interés por preservar un patrimonio inestimable debería orientar las medidas de salvaguardia, que resultan urgentes.
Pero no podemos plantear el problema de la salvaguardia de la arquitectura de los oasis del sur de Marruecos sin intentar comprender las verdaderas razones de su estado de degradación actual. Con el cambio importante del orden social antiguo se ha condenado a la desaparición a la sociedad tradicional y su forma de hábitat. Podemos decir que el estado de degradación de la arquitectura de los valles de los oasis es el resultado de la conjunción existente de la persistencia de la sociedad tradicional sobre la cual viene a superponerse una sociedad de economía moderna.
La tradición marca las etapas de la evolución cultural de un grupo. A su favor se acumulan los únicos valores perennes de una cultura que engendra su perfeccionamiento en relación con las condiciones históricas. Para un pueblo, cuenta menos su pasado que su futuro y la tradición que no sea optimista y evolutiva macará el fin de una cultura.
La tradición, para que este viva, debe garantizar una continuidad del pasado al presente y un dinamismo en la evolución. Para que no mueran, las civilizaciones se adaptan y evolucionan. El conformismo conservador tiende a fijar la tradición y a inmovilizar la historia y la vida, teniendo a menudo tendencia, en arquitectura especialmente, a considerar como tradicional solamente los vestigios del pasado, cuando a veces no son más que los pastiches de estos vestigios.
Las formas de concentración y de establecimiento humano, bien adaptado a su medio físico y humano, pero inadaptado a algunas de las funciones urbanas modernas como la circulación mecánica, se altera rápidamente y degenera si no le planteamos nuevas reformas y ordenaciones con vistas a rejuvenecerlas y actualizarlas.
Desgraciadamente, la arquitectura que está en gestación en los oasis es una arquitectura que utiliza nuevos materiales sin ningún tipo de reflexión, solamente porque es un símbolo de prosperidad, y por una falta de voluntad política consciente y sensible a la idea del interés de la preservación del patrimonio como recurso económico y social para un desarrollo sostenible local. Todo ello a pesar del esfuerzo realizado por el gobierno de Marruecos con la creación del CERKAS (centro de rehabilitación del patrimonio arquitectónico del sur de Marruecos), situado en la ciudad de Ouarzazate y que se propuso como objetivos el censo, la protección, la conservación, la restauración y la rehabilitación de la arquitectura del sur. Después de una decena de años de vida, se han llevado a cabo importantes proyectos, por citar algunos: la restauración y la rehabilitación de la kasba de Taourirt, sede del centro, la restauración del Ksar de Ait Ben Haddou, los trabajos realizados en el Ksar de Tamnougalt en cooperación con instituciones españolas, la restauración de numerosos graneros colectivos, etc...
Faissal Cherradi Akbil es encargado de proyectos y consejero del Ministro de Cultura y Comunicación del Reino de Marruecos. Su artículo se enmarca en la conferencia “La arquitectura de tierra en Marruecos. La preservación de un rico patrimonio” y la exposición “M´hamid, el último oasis del Valle del Drâa” celebradas el pasado mes de octubre en la sede de Casa Árabe en Madrid.