Como en la vida, en la gestión pública suele ser buena idea reflexionar antes de actuar. Los libros blancos, los programas, los documentos estratégicos, los informes de todo tipo deben informar y ayudar a quien debe tomar decisiones públicas, que en la mayor parte de los casos son decisiones políticas que deben conciliar intereses distintos u opuestos, y que generan ganadores y perdedores.
La reorganización de la estructura institucional en España es un buen ejemplo. Existe un amplio consenso sobre las disfuncionalidades diversas que genera la superposición de las autonomías de corte federal con las diputaciones propias de un estado unitario. Y es evidente que la movilidad de las personas y la distribución de la población en el espacio nada tienen que ver con la del siglo XIX.
Centrémonos en los municipios. La cooperación intermunicipal es siempre deseable y necesaria. Incluso para los municipios más grandes con los que forman su primera o sucesivas coronas (las áreas metropolitanas) Pero la cooperación tiene algunos problemas serios. Primero, es compleja y genera “costes de transacción”. Ponerse de acuerdo no siempre es fácil, hay que hablar mucho y negociar. Para un ayuntamiento muy pequeño, de menos de dos mil habitantes por ejemplo, la cooperación acaba siendo necesaria para casi todo, si se quieren hacer las cosas bien. En segundo lugar, la cooperación puede generar problemas porque se difumina la responsabilidad y acaban apareciendo espacios de decisión fuera del control político.
La fusión es mejor en ambos frentes. Al fusionarse con otro u otros municipios próximos y de tamaño y problemática similar, se acceden a economías de escala que permiten hacer más, más barato y mejor. Incluso el control político mejora, porque las agrupaciones locales cuentan con más medios y la información fluye con más rigor.
Las alternativas inmediatas a la fusión padecen de problemas en parte similares a los de la cooperación. La privatización de servicios genera descontrol sobre los servicios. En la práctica ocurre que los municipios que privatizan servicios pasan a perder todo tipo de control en manos de empresas (información asimétrica) que a medida que se expanden se convierten en monopolistas que atemorizan a los responsable municipales. Por otro lado, el recurso a las diputaciones, la que ahora parecen ser la apuesta del gobierno central, tiene el problema de la falta de transparencia de unas instituciones con déficits democráticos bien conocidos respecto a la representación y el control.
Aun aceptando que la fusión es la mejor vía a recorrer, la realidad es que no es tarea sencilla. Un reciente trabajo de Bernard Dafflon muestra que las fusiones obligatorias han funcionado en el Norte de Europa, pero no en el Sur (la tabla adjunta procede de su trabajo). Politólogos y sociólogos son quienes mejor pueden decirnos por qué esto es así. Mientras tanto y si queremos avanzar ya, deberíamos guiar e incentivar un vigoroso proceso de fusiones municipales. Un proceso que debe responder a un programa global, con objetivos y medios bien definidos, consultas y diálogo con los diversos actores locales, y poderosos incentivos financieros en forma de transferencias incondicionadas a quienes se fusionen. Todo esto se puede hacer a escala estatal, pero también autonómica. Pero hace falta voluntad y capacidad política.
Hay que asumir de una vez que el Mundo ha cambiado y que es más pequeño: distancias de 5 kilómetros en el siglo XIX hoy equivalen a 25 o más.
Hay 10 Comentarios
El bloguero Alejando de Diego debe de ser secretario en algún ayuntamiento y ha iniciado una cruzada en favor de las fusiones. Está en todas las salsas, con comentarios en todos los periódicos digitales donde hay alguna noticia de fusiones. No debe de hacer otra cosa, se aburre el hombre, y quiere subyugar a los habitantesde los pequeños pueblos a que pierdan su ayuntamiento y muhco más, con no sé cuantos euros de ahorro. Y no se da cuenta del esfuerzo tan grande de personas y levantar y sufragar un consistorio, porque lo hacemos nosotros, no él. Nadie nos regala nada y pagamos nuestros impuestos, así que nos deje en paz porque los pequeños ayuntamientos no estamos endeudados.
Publicado por: Pepe | 05/10/2012 14:05:22
El que propone las fuiones o es gente que no sabe ni donde está un pueblo o gente con intereses políticos (UPyD) o económicos. No se puede despojar a un pueblo de Ayuntamiento porque es algo jurídico y conseguido con mucho esfuerzo. No queremos ser los subvencionadores de los grandes municipios ni que condonen su deuda con las reservas de los pequeños pueblos. Tenemos derecho a una representación política. Tenemos derecho a dirigir nuestro destino, que es nuestro no del pueblo de al lado. O que me quieren decir que con las fusiones vamos a tener más servicios, no señor no, los servicios estarán en la cabecera municipal y nosotros nos quedaremos "in albis". Donde iran a parar las contribuciones de los términos municipales de nuestros pequeñs pueblos. Y, el registro civl. Y, todo será la base para una pérdida de servicios e indentidad.
Publicado por: Floren | 01/10/2012 14:45:14
La fusión de ayuntamientos es absolutamente necesaria. No podemos confundir ayuntamientos (que son administraciones públicas en toda su extensión) con comunidades de vecinos (que es a lo que más se parecen esos microayuntamientos que pueblan toda la geografía española). Yo, desde mi experiencia de 30 años como Secretario de Ayuntamiento promuevo la fusión de municipios, para lo que he elaborado un informe-propuesta que quien quiera consultarlo puede hacerlo en: fusiondeayuntamientos.blogspot.com.es
Publicado por: Alejandro de Diego Gómez | 12/09/2012 22:04:25
No me resisto a otro comentario. Creo que no hay ninguna razón objetiva para hacer desaparecer a las entidades más pequeñas si éstas no lo desean.
Por hablar de economía, si bien una a una las entidades menores pueden ser gestionadas sin problemas de forma "casera", al agruparlas (¡400 entidades sólo en Navarra!) precisan de la creación de personal que lleve las cuentas, el mantenimiento de mobiliario, gestion administrativa, regulación pastos, leñas, etc.. ¿de dónde va a salir ese nuevo personal? ¿no queríamos ahorrar recursos? ¿porque alejar a la gente de la gestión de sus propios recursos?
Publicado por: David | 12/09/2012 8:34:41
Hola
Pertenezco a un pueblillo de 100 habitantes en Navarra. El alcalde y concejales no cobramos un duro. No tenemos ningun otro gasto de personal, ni dietas ni nada de nada. Cada uno de los centimos que se ingresan se gastan directamente en el pueblo, sin intermediarios. Quiero saber en que puede beneficiar a los ciudadanos (en este caso aldeanos, jaja) y a la economía la desparición de 400 concejos como el mío y su absorción por ayuntamientos tradicionales (con sus sueldos, dietas, administrativos, secretarios, contratas, et..).
Un asaludo.
Publicado por: David | 11/09/2012 14:58:56
Los comentarios son muy interesantes. Gracias. Vayamos por partes.
1. El hecho de que los propios ciudadanos deban buscarse la vida para arreglar un problema municipal es ejemplo de mal funcionamiento del servicio público. El gasto privado sustituye al público. Cuestión distinta es que en ese pueblo el capital social que alimenta las relaciones interpersonales sea bueno.
2.El problema de las periferias dentro de los propios municipios afecta sobre todo a los servicios tipo red (aceras, por ejemplo) pero no a muchos otros. En todo caso, eso refleja problemas de gestión pública que deberían ser sancionados en las urnas.
3.Lo interesante de las fusiones voluntarias guiadas e incentivadas es que el que quiera mantenerse al margen, disfrutando una autonomía de papel y malos servicios puede seguir haciéndolo. eso es lo que significa cuando me refiero a la consulta con los actores locales.
Publicado por: Santiago Lago Peñas | 10/09/2012 8:53:47
He pasado unos dias en un pueblo castellano de menos de 200 habitantes. Hay 4 concejales y un alcalde que no cobran ni un euro. El sábado por la tarde se atascó un desagüe de una de las calles que comenzó a afectar a varios vecinos. Ellos mismos estuvieron reparandolo hasta las tantas de la madrugada. Al dia siguiente organizaron una cuadrilla de vecinos para limpiar la plaza del pueblo. Ellos, por supuesto, fueron los que mas curraron y pagaron de su bolsillo un almuerzo para todos.
El pueblo tiene un superavit de 40.000 euros. Los servicios de limpieza y otros ya están mancomunados con otros pueblos. Os aseguro que ésta no es una excepción en los muniipios pequeños.
¿Donde está el ahorro de eliminar este ayuntamiento? ¿Tenemos que eliinar lo poco que funciona que son los pequeños ayuntamientos y convertirlos al modelo desastroso y deficitario de los grandes?
Carla
www.lasbolaschinas.com
Publicado por: Carla | 09/09/2012 22:03:57
Si uno se da una vuelta por una ciudad ve un centro maravillosamente dotado y luego unas barriadas que cada vez son más desastrosas. Calculemos como va cuando un nucleo de población se hace capital de varios distindos. La centralización favorece...al centro. ¿Fusiones? Puede haber más soluciones para poner orden; yo, de las que tengo noticia, siempre han sido problemáticas. Mas bien se debe tender a descentralizar. Otra cuestión es si hay que modificar aspectos de la legislación o centralizar algunos servicios por comarcas, por ejemplo, para que se controle el gasto. Y las diputaciones deben desaparecer ¡ya!, pero ese ahorro, nada desdeñable, de una estructura muy poco democrática, parece no interesar a nuestros políticos.
Publicado por: nessie | 09/09/2012 21:51:48
Se debe pensar bien antes de las cosas y más antes de algo tan grande como la fusión de municipios http://goo.gl/fb/mBCzj
Publicado por: Turo | 09/09/2012 20:17:13
Para proceder a la fusión de municipios no estaría de más contar con la participación de los mismos, ¿no? ¿Por qué todas las propuestas vienen de teóricos sesudos que viven de forma plácida en una gran ciudad?
"Para un ayuntamiento muy pequeño, de menos de dos mil habitantes por ejemplo, la cooperación acaba siendo necesaria para casi todo, si se quieren hacer las cosas bien" -> Una localidad de 2.000 habitantes tiene un tamaño considerable en buena parte de la península. Dese una vuelta por la España rural y lo comprobará. Y la agregación de varios municipios pequeños en un conglomerado suele acabar con la desaparición de los más pequeños. No es la primera vez que ha sucedido algo así en España, por lo que ya hay experiencia al respecto. El problema de la Administración en España no está en los ayuntamientos, y menos en los municipios pequeños. Los politólogos y sociólogos son los menos indicados para opinar sobre una problemática que les es ajena.
Publicado por: FH | 09/09/2012 18:40:13