Res Publica

Sobre el blog

Este es un blog sobre economía pública, sobre gastos e impuestos, sobre descentralización y reforma fiscal. Si pensar en todo lo anterior es siempre importante, lo es más cuando los ajustes aprietan hasta ahogar y cuadrar números se convierte en obsesión. Comparto la opinión de que mirando las cuentas de la res publica se descubre mucho sobre la Sociedad que las soporta y disfruta.

Sobre el autor

Santiago Lago Peña

Santiago Lago Peñas es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo. Director ejecutivo del grupo de investigación GEN, codirector de RIFDE y director del Foro Económico de Galicia. Columnista de Faro de Vigo y El País y colaborador de Cadena SER. Editor asociado de la revista Hacienda Pública Española/Review of Public Economics.

Género e igualdad de oportunidades

Por: | 28 de diciembre de 2013

En España hemos avanzado muchísimo en la igualdad de género en las últimas décadas. El punto de partida en el inicio de la Transición era una sociedad profundamente machista. Se tardó más de una década de democracia en eliminar la discriminación entre género en el propio código civil español. Y no fue hasta la década pasada cuando empezamos a introducir en las leyes la necesidad de eliminar barrearas de cristal (o techos de cemento) y promover a las mujeres al frente de instituciones y empresas. Estoy muy de acuerdo con las cuotas. Fijar mínimos del 40%, por ejemplo, y períodos de transición amplios cuando el punto de partida es muy deficiente, da suficiente libertad a la hora de componer equipos directivos y permite dar oportunidades a quienes históricamente han estado discriminadas. Puesto que las estadísticas sobre educación y desempeño educativo muestran desde hace tiempo mejores resultados comparados para las mujeres, parece que existe cantera suficiente para ello.

No obstante, los avances han sido más claros en el ámbito público que en el privado. El salto en la última década es enorme, aunque es verdad que en el ámbito local al máximo nivel (presidencias de diputación y alcaldías) parece que hay que seguir incidiendo. Y no cabe duda de que fotos colapsadas por corbatas, como la de la presentación del grupo de expertos para la reforma del sistema fiscal español, resultan chocantes: conozco varias catedráticas españolas de hacienda pública con currículum igual o mejor que el de algunos de los hombres que allí posaban.

Pero aún así, el principal reto futuro está en el sector privado. Un reciente y recomendable informe patrocinado por PriceWaterhouseCoopers  constata la enorme dificultad para superar el 10% de presencia femenina en los máximos órganos de las mayores empresas españolas, la del IBEX-35. Queda mucho por hacer.

 

 

Un decálogo por la reforma fiscal en España

Por: | 11 de diciembre de 2013

Bajo la coordinación de los profesores José María Durán y Alejandro Esteller, El Institut d'Economía de Barcelona acaba de sacar un nuevo y muy pertinente número del IEB REPORT sobre reforma fiscal en España, que se puede descargar aquí. En el informe se incluye un decálogo de propuestas pragmáticas y razonables. Estando de acuerdo al 99% (el 1% restante gobernado por la duda se refiere al Impuesto sobre patrimonio), soy uno de las 50 personas que se han adherido al manifiesto. A continuación, reproduzco los diez puntos:

1. El sistema fiscal español debe estar integrado por un conjunto de impuestos técnicamente bien configurados y coordinados entre sí, de manera que el ciudadano pueda conocer sin demasiada complejidad por qué debe pagar, cuánto debe pagar y a quién debe pagar. 

2. La correcta valoración de los impuestos debe referirse al conjunto del sistema fiscal y no de manera aislada a un determinado impuesto. En este sentido, es importante tener en cuenta que no todos los impuestos sirven para todo, ni tampoco son el único instrumento de los gobiernos para el alcance de sus objetivos.

3. Los impuestos deben ser perceptibles por los ciudadanos, objetivo que no debe constituir un obstáculo a facilitar el cumplimiento de los mismos. El envío de un resumen claro y visual del importe total pagado en el IRPF u ofrecer los precios de los productos con el IVA desglosado constituyen sendos ejemplos de cómo se debe fomentar la percepción de todos los impuestos. Si se desconoce cuánto se paga difícilmente se podrá ser exigente en la rendición de cuentas de los responsables políticos.

4. La reforma del IRPF debe centrarse especialmente en el cálculo de los rendimientos gravados en el impuesto, valorando la idoneidad de los métodos e incentivos existentes, simplificando la aplicación de los mínimos existentes y estimando también la oportunidad de las diferentes deducciones ofrecidas en  la cuota. La estimación objetiva por módulos es un claro ejemplo de un elemento que debe reformarse en su totalidad.

5. La crisis actual pone claramente de manifiesto que el impuesto sobre sociedades no debe fomentar el endeudamiento de las empresas, por lo que debe permitirse que las sociedades se deduzcan un interés  por la utilización de fondos propios, de manera que se equipare la fiscalidad de la financiación propia y  de la financiación ajena.

6. El tipo impositivo nominal del impuesto sobre sociedades se puede reducir para mejorar el atractivo fiscal español de la inversión internacional. El coste recaudatorio de la medida se puede compensar en parte mediante la eliminación tanto de deducciones como del régimen fiscal de las sociedades de  reducida dimensión. En ambos casos, no está claro que estas medidas sean ni eficientes ni eficaces en el logro de sus objetivos.

7. El impuesto sobre patrimonio genera una recaudación reducida, mientras que sus costes de gestión son elevados y su aportación a la progresividad del conjunto del sistema fiscal es más que dudosa, razones que llevan a recomendar su eliminación. En cambio, a nuestro entender, hay razones que justifican el mantenimiento de un impuesto sobre sucesiones y donaciones armonizado  entre comunidades autónomas, de manera que se evite la competencia fiscal entre territorios, con un mínimo exento elevado y tipos impositivos más reducidos.

8. Se puede mejorar el IVA eliminando al máximo el alcance de las exenciones, los tipos impositivos  reducidos y los regímenes especiales. Esto debe permitir gravar la práctica totalidad del consumo final, frente a la situación actual en la que la mitad del consumo no se llega a gravar como consecuencia de exenciones, tipos reducidos y regímenes especiales. El aumento recaudatorio se podría utilizar para bajar el tipo general.

9. Debe fomentarse la independencia y profesionalización de los órganos de gobierno de la agencia tributaria. Asimismo, deben aumentarse los recursos de la administración tributaria, en particular los humanos, primando la especialización en la investigación y lucha contra el fraude, así como la coordinación entre otras administraciones tanto autonómicas como internacionales.

10. Las comunidades autónomas, como responsables de más de un tercio del total de gasto público español, deben ser también responsables de la mayoría de sus ingresos, circunstancia que sólo se puede alcanzar con un mayor poder normativo en el ámbito impositivo sujeto a cierta coordinación con el Estado. En definitiva, se trata de hacer efectiva la corresponsabilidad fiscal de los gobiernos autonómicos, a fin de que los ciudadanos puedan valorar correctamente la correspondencia entre servicios públicos ofrecidos y nivel de impuestos.

De libros, memorias y ajustes de cuentas

Por: | 04 de diciembre de 2013

Una entrada muy breve para mostrar mi perplejidad ante lo que estamos viviendo, con libros de memorias, reproches y revelado de secretos que afectan al área económica de los gobiernos de Rodríguez Zapatero.

Por supuesto que nada de lo que se está diciendo resulta chocante ni sorprendente. Era de imaginar. Lo que me choca es que lo estén haciendo ahora: ni en caliente ni en frío. En caliente se entendería. El enfado puede llevar a quien dimite o pierde el poder a tomar la directa en el camino de la sinceridad. En frío, también. Dentro de 20 años lo ocurrido entre 2004 y 2012 se verá desde la distancia, como revisamos durante la década pasada la Transición. Hacerlo ahora, cuando seguimos sufriendo las consecuencias de la crisis y las malas decisiones, cuando tenemos frescas las palabras de unos y otros jurándonos lo contrario de lo que ahora se confiesa, cuando desde fuera nos siguen mirando... es cabrear más a la ciudadanía y, en particular, a los votantes del PSOE; y desde luego no nos ayuda para reconstruir la imagen de país serio.

Supongo que la explicación habrá que buscarla en Shakespeare, porque no me creo que por los beneficios de la venta de libros se hagan estas cosas. 

El País

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