Res Publica

Sobre el blog

Este es un blog sobre economía pública, sobre gastos e impuestos, sobre descentralización y reforma fiscal. Si pensar en todo lo anterior es siempre importante, lo es más cuando los ajustes aprietan hasta ahogar y cuadrar números se convierte en obsesión. Comparto la opinión de que mirando las cuentas de la res publica se descubre mucho sobre la Sociedad que las soporta y disfruta.

Sobre el autor

Santiago Lago Peña

Santiago Lago Peñas es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo. Director ejecutivo del grupo de investigación GEN, codirector de RIFDE y director del Foro Económico de Galicia. Columnista de Faro de Vigo y El País y colaborador de Cadena SER. Editor asociado de la revista Hacienda Pública Española/Review of Public Economics.

Recomendamos

La reforma fiscal: respetemos los tiempos

Por: | 27 de febrero de 2014

    Ayer escribía en las páginas de Faro de Vigo sobre el Debate del Estado de la Nación. Y me centraba en un asunto muy concreto: los anuncios que afectan a la fiscalidad. 

    Entiendo que los tiempos de la política son particulares. Y que cuando un político percibe la necesidad de enviar un mensaje positivo para compensar noticias negativas en el mismo u otros frentes, es difícil mantenerse fieles a la estrategia de medio y largo plazo con templanza. Pero no por ello, dejo de sorprenderme por la violación sistemática del propio tempo de la razón. Lo que está pasando con el sistema fiscal español es un ejemplo paradigmático.

    La necesidad de reformar el sistema fiscal español es perentoria. Una reforma completa e integral que, demás, debe tener muy presentes sus efectos sobre la recaudación para no poner en riesgo una estrategia progresiva de consolidación fiscal forzada desde Bruselas y obligada desde la racionalidad económica. Por eso, me pareció acertado cuando el Ministerio de Hacienda creó una comisión de expertos y pospuso la reforma, hasta tener ese informe y otros materiales. El sistema fiscal es un asunto lo suficientemente complicado para tener que pensar durante meses si queremos acertar.

    Pero hete aquí que llegan las encuestas electorales poco favorables, el debate sobre el estado de la nación y la precampaña de las europeas, y el gobierno empieza a hacer anuncios de rebaja fiscal de todo tipo, sin esperar al informe de los expertos, sin presentar la reforma en su conjunto, sin explicar cómo va a encajar la reforma con el incumplimiento de los objetivos de déficit… Como si se estuviese pidiendo un café o departiendo en una tertulia. Así no se hacen las cosas. 

La fallida reforma local

Por: | 12 de febrero de 2014

    El lunes participé en una jornada sobre la reforma de la administración local organizada por el Institut d'Economía de Barcelona. El sentir general (salvo el del representante del Ministerio de Hacienda, obviamente) es que se ha perdido una buena oportunidad para mejorar sustancialmente el obsoleto marco institucional del municipalismo español y que algunas de las soluciones por las que el legislador se ha decantado obedecen más a una lógica coyuntural centrada en la reducción del gasto y el déficit que a una estrategia con ambición estructural. Una pena.

    El informe completo, en el que se integran las colaboraciones de Albert Solé, Núria Bosch, Víctor Lapuente, Javier Suárez Pandiello, Concepción Campos y yo mismo, se encuentra disponible aquí

Balanzas fiscales, Montoro, Girona

Por: | 01 de febrero de 2014

Ayer en Girona me tocó hablar sobre la nueva metodología anunciada por el ministro Montoro. El lunes se conocerán los detalles. Pero ya hoy podemos y debemos tener claras varias cuestiones:

1.La forma en la que el Ministerio de Hacienda ha procedido hasta ahora ha hecho un flaco favor a la transparencia y la discusión racional y ha contribuido al ruido y a empeorar objetivamente el escenario para el diálogo. En comparación, las cosas se hicieron mucho mejor con las balanzas que el Ministerio presentó en 2008 a través del Instituto de Estudios Fiscales. 

2.Las balanzas fiscales publicadas en 2008 ofrecían el resultado final de la aplicación de diferentes enfoques y supuestos. pero no decían prácticamente nada sobre la composición de esos saldos. Las balanzas fiscales de 2008 sirven, fundamentalmente, para aproximarse a los efectos del establecimiento de fronteras fiscales como las que se producirían en caso de independencia de un territorio. Y en este sentido, el enfoque más apropiado es el que defiende la Generalitat, el del flujo monetario. Porque la idea sería ver qué pasaría si se fijan fronteras fiscales y todos los recursos generados en Cataluña se gastasen dentro. Aunque es cierto que a la cifra resultante habría que reducirle el coste de los servicios que el sector público catalán debería autoproveerse y que no se tienen en cuenta en los cálculos de esta metodología (defensa, por ejemplo); que hay que neutralizar el efecto del déficit público; y que el establecimiento de fronteras fiscales acompañado por la aparición paralela de fronteras comerciales podría afectar muy negativamente, al menos a corto y medio plazo, a las exportaciones catalanas al resto de España y, por tanto, a su PIB y su recaudación fiscal.  

3.Si lo que nos interesa no es tanto hablar de fronteras fiscales e independencia, sino sobre si existen agravios comparativos entre territorios, maltratos fiscales sistemáticos, o injusticias a corregir, entonces las cuentas terriorializadas que se han anunciado son un instrumento mucho más apropiado. Porque esas cuentas ponen el acento en la descomposición del saldo global. Por tanto, nos van a permitir dejar al margen la parte de los saldos justificable y lógica (por ejemplo, todo lo que tiene que ver con la Seguridad Social), y detectar la existencia de agravios, cuantificarlos y transparentarlos. Algo que hacen aparcando el criterio del flujo monetario, imputando territorialmente el gasto según los beneficios que genera en los ciudadanos y no el espacio dónde se ejecuta, y ofreciendo un solo saldo agregado para cada comunidad.

4.El Conseller Mas-Colell tiene razón al pedir los datos correspondientes a 2011 para que la Generalitat estime lo que considere oportuno. Sería bueno hacerlo ya para compensar algunos de los errores procdimentales cometidos hasta ahora.

5.Haciendo un ejercicio de prospectiva, creo que vamos a pasar a tener dos balanzas fiscales, que convivirán. La del Ministerio, que se va a centrar en responder a la pregunta de si existen o no agravios comparativos difíciles de justificar y la de la Generalitat, que servirá para hablar sobre las consecuencias fiscales de la independencia y que seguirá el criterio del flujo monetario.

El País

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