Antonio Jiménez Barca

Sobre el autor

: nació en Madrid en 1966. Fue durante tres años corresponsal en París y actualmente es corresponsal en Lisboa. Antes trabajó como redactor y reportero en las secciones de Local y Domingo. Ha escrito dos novelas: Deudas pendientes (2006) y La botella del náufrago (2011). A este ritmo perezoso, hasta 2016, por lo menos, no terminará la tercera.

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Maneras de ahorrar

Por: | 26 de octubre de 2011

Anibal Cavaco Silva y su mujer
Tres noticias portuguesas en un mismo día:
1/ El Gobierno portugués va a suprimir (para ahorrar) el sueldo vitalicio de los ex dirigentes que han desempeñado  altos cargos en la Administración portuguesa  y que, paralelamente, trabajan en la empresa privada. En un país en el que muchos pensionistas y funcionarios se van a quedar sin pagas extras el año que viene, nadie ve bien que se cobre para siempre del Estado si ya tiene un buen sueldo en otro sitio.
2/  El sindicato de la Guardia Nacional Republicana (GNR) han pedido al presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva  (en la foto, junto a su mujer María) que suprima (para ahorrar) parte del boato y la fanfarria que acompaña la ceremonia de entrega de credenciales de los embajadores extranjeros. A juicio de este sindicato es “completamente desmesurado” que se utilicen, para esto, un escuadrón de caballería y una banda militar entera: 60 hombres. “Este tipo de homenajes se podría llevar a cabo por no policías”, propone un dirigente del sindicato. “El presidente, en esto, es un mero actor. Es el protocolo del Estado el que dicta las normas”, replica el portavoz de Cavaco Silva.

3/ Las funerarias portuguesas se quejan de que, actualmente (se supone que para ahorrar) hay mucho deudor que remolonea a la hora de pagar el funeral de su pariente. Carlos Almeida, de la Asociación Nacional de Empresas Luctuosas (ANEL) calcula que el 30% de los funerales llevados a cabo últimamente en Portugal no se han cobrado. La causa, según Almeida, es que las familias encargan un funeral por encima de sus posibilidades. Muchos economistas han achacado al excesivo tren de vida de los  portugueses en los últimos años el origen de una de las causas de la crisis económica del país. El funerario Almeida es el primero en asegurar que ese ritmo prosigue más allá de la muerte.

Bom dia

Por: | 21 de octubre de 2011

Foto 2 entrada 1 blog Lisboa
Escribo esto recién desembarcado de París pero ya en Lisboa, en una casa pintada a la carrera, con olor a nuevo, sentado en una caja de cartón de la mudanza, aún cerrada, donde pone, “libros del sótano” (¿Qué libros, por cierto, condené yo al sótano mientras estuve en París?) Extrañaré Francia, claro: sus fogonazos informativos, su manera novelesca de entender la política, con personajes de largo alcance que aparecen y desaparecen a lo largo de los años, sus legítimas ganas de colocarse a codazos en el centro del mundo pase lo que pase. Aunque, sobre todo, echaré de menos París y su incontestable belleza a pesar de sus precios, sus inviernos y algunos de sus camareros. 


Pero esto va sobre Lisboa, sobre Portugal: vaya por delante que el idioma portugués no es tan fácil como puede parecer a un español que nunca lo ha estudiado. Yo ya he empezado y, además de eso, de su dificultad, me ha llamado la atención un neologismo que aquí se emplea con algo de humor negro y mucho de fatalismo: “Ser troikado” (dícese, más o menos, de cualquier institución portuguesa que va a ser fiscalizada por la troika económica - compuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea y el Banco Central Europeo-  que acordó el rescate económico portugués en mayo y que impuso las condiciones para prestar 78.000 millones de euros).
Ya salió.


La crisis. El desastre. El rescate. Los recortes. La hecatombe. El ahorro a ultranza, el coqueteo con la bancarrota. No se habla de otra cosa en este país, situado una ficha de dominó por detrás de Grecia, que afrontará el año que viene un presupuesto de guillotina rebosante de medidas durísimas (supresión de las pagas extras para muchos funcionarios y pensionistas) y que significará la defunción del tiempo de las alegrías. Esta frase no es mía, sino del presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, y la pronunció el pasado 5 de octubre, día de la fiesta nacional de este país. Vamos camino de una espiral: el 24 de noviembre hay ya convocada una huelga general, los economistas advierten que 2012 será el año decisivo en el que el país se salvará o se despeñará por un agujero negro que acabará engulléndonos a todos…

   
Foto entrada 1 blog LisboaPero tiempo al tiempo. Esto va sobre Lisboa, irá sobre Lisboa, sobre Portugal, y no sólo sobre la actualidad (que es hoy, aquí, la economía). Intentaremos ocuparnos de otras cosas. Como el  impresionante número de hermosísimas mansiones que languidecen cerradas a cal y canto, como las de las fotos. ¿Por qué Lisboa está llena de bellos balcones tapiados? No lo sé todavía. Lo iré aprendiendo todo sobre la marcha. Y me gustaría que lo hiciéramos juntos. 
Pero ahora, déjenme que compruebe qué libros condené durante tres años al infierno del sótano de París.

El País

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