El Trafaria
Praia es un ferry de dos plantas blanco construido en Hamburgo en 1960.
Desde ese año ha transportado pasajeros de un lado a otro del Tajo en el
estuario salobre que baña Lisboa. Siempre la misma ruta triangular: Belem-Porto
Brandão-Trafaria. En 2011 fue enviado a la reserva, a la espera de que algún
experto dictaminara si merecía la pena venderlo a un país africano o
desguazarlo. Pero la famosa -y polémica- artista Joana Vasconcelos se ha
cruzado en su aparentemente previsible destino y lo revolucionará para siempre:
servirá, debidamente transformado en obra de arte (o en lo que Joana
Vasconcelos entiende como obra de arte, según sus opositores) como pabellón
flotante portugués en la próxima edición de la Bienal de Venecia, que se
celebrará en mayo.