El nuevo primer ministro griego ha estado a punto de convertirse, sin saberlo, en trending topic. De andar por casa, de acuerdo. O para ser más exactos, de moverse por la redacción, porque la escritura correcta de su nombre (Papademos, Papadimos; Lucas, Lukás o Loukas) ha traído por la calle de la amargura a los periodistas, enfrentados a una tarea tan ardua como recitar de memoria la alineación de la selección de fútbol de Mongolia.
A día de hoy, hay casi tantas formas de escribir Papademos como medios de comunicación, con el consiguiente despiste del lector, oyente o telespectador al hacer zapping. La realidad es una: el griego se pronuncia igual que el castellano, salvo tres fonemas -ninguno de ellos está en el apellido del exbanquero-, así que en teoría lo tenemos mucho más fácil para llamarlos a todos por su nombre, de Samarás a Papandréu; a los anglosajones, sin embargo, se les atragantan de oficio.
Pero cada uno de los medios ha optado por una forma: unos, como este periódico, por la escritura más común en Internet (la transcripción inglesa del apellido, Papademos); otros, por la combinación aleatoria, cuando no la pura chiripa; algunos, por el sonido griego: Lukás Papadimos.
A falta de decisiones vinculantes –sólo lo son las de la Real Academia de la Lengua, que no desciende a estas minucias-, la única voz autorizada al respecto sería la de Fundéu (Fundación del Español Urgente), que ha recomendado la escritura “Lukás Papadimos”, es decir, la pura transcripción fonética. Pero como Fundéu no esgrime una pistola ni apunta a nadie al teclado, cada cual escribe el nombre como le peta, que total, para lo que va a durar…
Poniéndonos nominalistas, o sea, estupendos, podríamos extender este cacao a las denominaciones del actual Gobierno griego: de coalición, transición, concentración, unidad, salvación nacional… ¿Son todos lo mismo? ¿O utilizamos como sinónimos términos que técnicamente no lo son? En medio del mar de dudas, Antonis Samarás, líder de Nueva Democracia (ND, centro-derecha, principal partido de la oposición), ha salido al rescate: el nuevo Gobierno griego, que acaba de recibir la confianza del Parlamento, es un Gobierno de transición, no de coalición: un Ejecutivo con fecha de caducidad, la futura celebración de elecciones.
Coalición sería otra cosa, dice Samarás -también llamado Mister No-, como compartir objetivos y algún que otro planteamiento político. Evidentemente, ese no es el caso del Ejecutivo de Papademos, con varios pesos pesados del Pasok como carga de profundidad; algunas carteras estratégicas en manos de ND y un divieso: los tres representantes del partido ultra Laos.
Así que el Gobierno que dirige El Innombrable –así podríamos llamar de ahora en adelante a Papa… para unificar criterios- no es una unidad de destino, sino algo más parecido a un Gobierno ecuménico, como se llama en Grecia la formación que congrega a fuerzas de distinto signo, algunas tan aparentemente irreconciliables como la derecha y los comunistas.
Ecuménico, por ejemplo, fue el Gobierno que entre 1989 y 1990 llenó varios meses de vacío institucional. Andreas Papandréu y Konstantinos Mitsotakis no se ponían de acuerdo para formar Gobierno y, tras interminables peleas de patio de colegio –o sea, de palpitante debate político a la griega-, el banquero Xenofón Zolotas se puso al frente de un Ejecutivo para salir del paso. “El Gobierno de Zolotas tuvo los peores resultados posibles y es citado a menudo como un ejemplo a evitar”, explica esta semana en la edición digital del semanario Athens News el historiador Konstantinos Svolópulos.
Aviso para navegantes: el fracaso de otro Ejecutivo ecuménico, en 1966, dio paso a la dictadura de los coroneles. Como el actual de Papa… y el de Zolotas, también estaba presidido por un banquero, el entonces vicepresidente del Banco de Grecia Yanis Paraskevópulos. Y en los aledaños, además, había otro Papandréu, Yorgos, abuelo del recién dimitido primer ministro. Si Tucídides dijo que la historia se repite, la griega, por lo visto, se empecina.
Hay 3 Comentarios
Respecto a la transcripción al castellano del griego moderno, la autora del artículo no conoce un artículo del neohelenista P. Bádenas que establece con clarividencia cuáles son las pautas que se han de seguirse. Y éstas son claro, fundamentalmente de índole fonética, pero atendiendo siempre a los hábitos y normas ortográficos del castellano. Porque, ¿cuántas palabras en castellano comienzan por ka- o contienen el grafema seguido de vocal [a], en lugar de ca- o el grafema ? Evidentemente, muy pocas, poquísimas. Luego no debemos transcribir Λουκάς por Lukás, sino por Lucás, a menos que quiera traducir el nombre propio griego, cuyo corresponediente en castellano como todos sabemos es Lucas. Luego, Lucas Papadimos. La transcripción anglosajona "Loukas Papademos" sigue las pautas de transliteración del griego antiguo al inglés, de modo que en ella se pierde toda correspondencia con sus valores fonéticos y provoca ineludiblemente la confusión lingüística. Respecto a la transcripión errónea del apellido del ex-primer ministro "Papandréu", una única cuestión o mejor dos. ¿Desde cuándo se tilda en castellano la primera vocal de un diptongo en posición oxítona (aguda, es decir, en la última sílaba de la palabra), salvo en las 2as. personas del plural de la conjugación verbal? ¿Desde cuándo un nombre propio catalán, como Andreu, lo escribimos con tilde en castellano? No, en castellano Papandreu, se escribe Papandreu. Kiria arzografe, fénete pos mázate capia stijia elinicón, pro pandós ta foniticá tus, alá den mázate toso calá tin ispanikí orzografía.
Publicado por: Guillermo M. | 18/11/2011 0:15:05
Pues sí que es trending topic. Esta misma mañana he leído en un blog de Le monde un artículo sobre el apellido de nuestro primer ministro:
http://correcteurs.blog.lemonde.fr/2011/11/11/habemus-papadimos-ou-papademos/
En fin, la situación aquí en Grecia es tan absurda, que uno no sabe qué desear: que este gobierno dure o no.
Publicado por: Aliki Vassoni | 17/11/2011 23:57:19
A mi el nombre me da lo mismo, lo que no quiero es terminar como ellos ni que se repitan historias. Como aquí que ya sacan a Felipe, Guerra y hasta Solchaga, pero nadie dice nada de detener ladrones ni recuperar dinero. Esa si que sería una buena noticia
Publicado por: Carlos M | 17/11/2011 23:24:58