Volvemos a repostar apurando la llegada de las vacaciones y gracias a la colaboración desinteresada de compañeros y amigos. Esta vez Alberto Lozano, un profesional hambriento como pocos, ilustra un trocito de su adolescencia para hablarnos de las raíces del blues. "Parada para repostar" cuenta con un regalo que suena de maravilla, tanto como su programa de radio al que es fácil engancharse.
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En mi insaciable curiosidad adolescente, atacaba todos los cajones, repletos de vinilos, a precios inaccesibles para mi maltrecha economía. Coleccionaba aquellos nombres como si de comida de hámster se tratara, guardándolos en alguna bolsa de mi memoria para degustarlos mas tarde, cuando (algún día) pudiera conseguir algunos de esos discos metidos en fundas de plástico semitransparente.
Pero un día, al entrar en aquel Simago, me encontré un gran cartel mal pintado con rotulador rojo: CAJON DE SALDO. Una caja de madera repleta de discos a la décima parte de su valor normal (ni recuerdo cuanto era eso, 500 pesetas??) y que no había visto nunca!!!
Los nombres eran nuevos, ya no eran The Cars, Janis Joplin, Grateful Dead o Rolling Stones. No me sonaban de nada, pero lo mejor eran las notas que había detrás. Empecé a devorarlas entre las miradas cómplices de la dependienta y el segurata, en aquella época camuflado de cliente. Azorado por la posibilidad de llevarme a casa por fin alguno de aquellos discos, comía literalmente las palabras dedicadas a músicos que no conocía de nada, buscando algún resquicio de luz que me diera una señal, una pista y por fin:
"…importante hombre del blues, del que la propia Janis Joplin dijo, en una entrevista el día 21 de abril de 1968: “Leadbelly fue el primero, yo supe todo lo que hacia desde muy cerca, se puede decir que por él yo estoy en el blues"
Dios mío!! Lo decía Janis!! Pagué el disco ante la mirada atónita de la dependienta y la cara de asombro del policía trajeado y enfilé hacia mi casa, con las mismas mariposas en el estómago que se me alborotaban cuando me miraba ( poco, mas bien poco) una morena que me traía loquito. Cuando comenzó Gallows Pole no me lo podía creer, yo había oído ese tema a Led Zepelin. Y aquí, un negrazo lo cantaba el solo sin guitarra, ni armónica, ni nada… y de que manera!!
En los siguientes meses empezaron a desfilar por mi tocadiscos Brownie Mac Ghee, Muddy Waters, Sony Terry y muchos otros bluesman. También Duke Ellington, Benny Goodman, Milt Jackson… yo creo que prácticamente vacié aquel cajón de saldo.
La importancia de Leadbelly, delincuente, mujeriego, maestro de la 12 cuerdas y del walkin bass la entendí muchos años después, pero ese mismo año descubrí que todos los discos de aquel cajón tenían algo en común: estaban seleccionados por un tal José Luís Álvarez y editados por DIAL discos. Pasado un tiempo se abriría una “Puerta Verde”, pero esa es otra historia de radio.
Creo que ese fue mi verdadero comienzo en la ruta norteamericana, cuando desde las raíces comprendí muchas de las cosas que se habían hecho, se estaban haciendo y se harían después en la música, esa que a veces llamamos rock. Este es uno de los poquísimos documentos audiovisuales que quedan de Leadbelly, coordinado por el gran Pete Seeger.
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Texto: Alberto Lozano, editor y locutor del magazine radiofónico El Callejón del Hambre de la emisora Onda Pacheli 107.6 FM. También en su myspace.
boomp3.com
Hay 1 Comentarios
Buen articulo, que seria de nuestro R & R sin el blues.Madre y Padre a la vez de casi toda la música moderna. Y el blues man elegido es uno de los muy grandes.
Publicado por: Chema | 31/07/2008 10:52:11