La maldición de Elliot Murphy

Es cierto que son pocos los que besan las mieles del éxito y muchos los que se cortarían un brazo por alcanzar la fama de, pongamos, Bruce Springsteen. Estoy convencido que si un músico te dice que a él no le gustaría alcanzar la repercusión del susodicho, seguro que está mintiendo. Tal vez ya no lo piense, pero en algún momento lo pensó e incluso lo deseó. Asumir que ya no te vas a comer el mundo lleva su tiempo.
Elliot Murphy tiene asumido todo esto desde hace años. Elliot Murphy, al que todos compararon con Bruce Springsteen, casi seguro pensó algún día que sería más grande que Dylan, y ha terminado recorriendo pequeños locales de aquí y allá. Sólo pisa grandes escenarios cuando el propio Springsteen, su amigo, le invita en sus conciertos. Allí está Murphy para tocar <<Better Days>>.
Comentó un lector de esta ruta que estaría bien hacer un apartado de “malditos” del rock, o al menos de gente a reivindicar por su calidad y su falta de reconocimiento. Es posible que Murphy sea un muy buen ejemplo. Más aún si uno se lee la entrevista que Javier Márquez hace a Elliot Murphy en Efe Eme. Queda claro que a este músico, de corazón neoyorquino y alma parisina, le gustaría haber subido algún escalón, pero no ha sido impedimento para dedicarse con la misma pasión al rock.
Poeta maldito del rock, último superviviente del rock, auténtico artista de culto… a Elliot Murphy se le ha etiquetado de todas estas formas y alguna más, pero lo único cierto es su música. Bien es cierto que nuestro protagonista no es famoso, pero fieles no le faltan y su legión de seguidores en España es real. Tal vez porque nos identificamos con su obra de manera más cercana, casi familiar. Al final, a la gran mayoría, supongo, nos queda más intentar ser en la vida como Elliot Murphy que como Springsteen.
Creo que la figura de Elliot Murphy se ha quemado un poco de tantas apariciones públicas, tantos conciertos programados al año en España. Casi se ha hecho una rutina falta de misterio. Y es una pena porque el rock de este cantante guarda mucho de ese sentimiento de inquietud propio de las grandes composiciones. Aprovecho para reivindicar sus primeros discos, y sus últimos. Sus primeros años son fantásticos, de un chaval que soñaba con alcanzar la tierra prometida por las calles de Nueva York, pero también lo son los de unos años a esta parte, con una experiencia certera y disfrutable, como en su último álbum, Notes from underground.
Dice Murphy en la entrevista de Efe Eme: “Todo el mundo está comparando este disco con Aquashow, mi primer disco, y no sé qué decir. Pero sí es cierto que es la primera vez en muchos años que he cogido mi vieja Stratocaster de 1961, y es la misma guitarra con la que grabé <<Last of the Rock Stars>>”. Bueno, han pasado 35 años desde aquella grabación de <<Last of the Rock Stars>>. Y, visto los resultados, dio en el clavo. Sin fama, sin sacos de dólares, pero ofreciendo buen rock a raudales, antes y ahora. Maldita mi suerte, pensará Elliot, pero bendita tu música, amigo.

Comments

[Publicado por: yonikas]

Elliott es un grande, pero si es cierto que el tenerlo tan accesible hace que nos reservemos la pasta para otros artistas para los cuales tenemos menos oportunidades de ver. Aún así, merece un show anual. En cuanto a lo que se comenta por ahí de sus directos, yo le he visto 4 veces y nunca ha abusado de las versiones tocando 2 o 3 por concierto (algo normal), tampoco abusa de sus temas más clasicotes tocando 4 o 5 y apostando por el material que ha publicado estos últimos 10 años. En cuanto a sus discos el coming home again me pareció bastante bueno , el notes from underground algo más flojo. Aaah y en lo de su suerte estoy de acuerdo con la primera opinión vive de ello, que no es poco, mantiene un buen nivel de independencia artística y sus 60 está en una forma física envidiable. ¡Que más quieres!Un saludo.

[Publicado por: Anónimo]

Eys, me gusta mucho este tipo, y eso que no lo conocía, gracias!!

[Publicado por: Gusendo]

Tiene algo de razón J.J. en lcuanto a las últimas grabaciones de Elliott, para mí, muy por debajo de "April", "Beauregard" o "Rainy season", le doy la razón en eso, pero no en lo de los directos, y esa referencia al público "más bien triste" no entiendo a qué viene, quizá se podría aplicar al de Leonard Cohen, por ejemplo, pero precisamente lo que yo veo en los conciertos de Elliott (y llevo unos cuantos in pereza alguna) es siempre muy buen rollo, mucho gusto por el R&B, y una sonrisa de oreja a oreja cuando acaba. En cuanto a versiones... hasta Dylan tiene días desangelados. Mi única pega es que en directo prefiero el dúo Olivier/Elliott que la versión banda, pero sigue siendo gratificante ver a un Dylan o Young o Springsteen tan cercano ¡somos afortunados de que toque tanto en España!

[Publicado por: Jesus Jeronimo]

Quizá yo me haya quemado de verlo tanto, pero la verdad es que los directos de Elliott hoy en día me dan muchisima pereza....reinvindico los shows de hora y media con temas propios, pero las extravaganzas de tres horas con final karaokero lleno de sobadisimas versiones me aburren profundamente. Twist & Shout, Gloria, etc creo que no está a la altura del músico, aunque si del público mas bien triste que sigue a Elliott. Es una pena que la gente se emocione mas con una floja versión de Like a Rolling Stone que con la enésima revisión hermosa de Caught Short in the Long Run....Por lo demás, el último disco me parece flojillo y llleno de autocitas. Elliott puede hacer mucho mas que esto. Demasiada complaciencia.Por supuesto no son mas que opiniones personales.

[Publicado por: EL CALLEJON DEL HAMBRE]

Hay que ver lo afortunados que somos, tenemos a una serie de artistas pululando por los garitos de nuestros pueblos y ciudades que darian para un recopilatorio tipo " Buena Vista Social Club" . Gente que lleva 30 años o mas en la musica como Jackson Brown, Paul Collins, Jonathan Ritchman, Jeff Spinozza ( en Red House o en solitario...) y el mismismo Elliot Murphy. La de buenos ratos que nos hacen pasar, gracias a todos.Podria titularse " Anglosajones malditos en España, Bendita Musica" Saludos Hambrientos

[Publicado por: Chema]

Para no repetir demasiado, el que no le haya visto en directo que lo vea, es como ver una pequeña joya.

[Publicado por: Shibumi]

Elliott es mi músico favorito. Da gusto poder verle en directo casi cada año tocar en Bilbao. Me impresionan, más que sus canciones, sus formas. Alguien, que tiene ese contacto con sus seguidores, que cuando termina el concierto, entra al camerino se toma una cerveza, se cambia de camisa y sale a hablar con la gente no es lo más comúnl en este negocio, y debería serlo. Le he visto firmar fotos, lp's, cd's... de todo. Lo suyo no es normal y así se lo puede decir después del último concierto que hizo en el Kafe Antzokia bilbaino. Un ejemplo.¡Y sus canciones son cojonudas! El que no las conozca, que empiece con "April, a live album" y luego por los 3 recopilatorios "Diamonds by the yards", "Going through something" y "Never say never".Pero hay que verle en directo, hay es donde realmente se aprecia lo bueno que es.Vale, que no quiero aburrir.Un saludo

[Publicado por: Anónimo]

Tras un descanso vacacional por los paraísos de John Ford, no puedo más que alegrarme de volver a leer este blog y encima con una entrada sobre Murphy. Cierto es que se quema con giras interminables por los pueblos más extraños de España, pero cierto es que cada año hay personas que le descubren desde cero, y además en directo. Murphy es un tipo con el que al acabar la función en el teatro de Utrera (por poner un ejemplo cercano) puedes hablar tan a gusto y no solo te firma el disco sino que te cuenta su vida. Un verdadero lujo

[Publicado por: Pepo]

Yo también reivindico a Elliot. En cuanto a la aureola de músico maldito, yo creo que Murphy es un tipo afortunado, nunca le faltan bolos y a estas alturas tiene un caché que le permite vivir de su música de manera bastante desahogada (creo yo), grabar su discos, y encima no tiene que soportar presiones mediáticas, que es un de las consecuencias de la fama. Creo que Elliot Murphy está en una posición realmente buena.