Por diferentes cuestiones, he tardado más tiempo del que me hubiese gustado en detenerme en una parada que considero imprescindible en esta ruta. Pocos nombres me producen tanta emoción y respeto como el de Lucinda Williams, que desde finales de octubre tiene a la venta su último disco, Little Honey (Lost Highway/Universal).
Lucinda Williams pertenece a la vieja escuela. En Estados Unidos, se la conoce como la reina del rock de raíces tras más de veinte años de carrera. No es para menos cuando en su mochila guarda trabajos tan arrebatadores como Sweet Old World, Car Wheels On A Gravel Road o Essence, verdaderos cruces de caminos entre el country y blues de la herencia de Hank Williams y el folk-rock más descarado de Dylan.
Objeto de adoración por críticos y músicos, cantautora de carreteras sin destino y paisajes impresionistas, su perfume de California huele al de los clásicos. Tiene un tremendo talento, pero sobre todo tiene carisma, esa rara cualidad por la que matarían el 90% de los músicos de hoy en día. Su obra huye de la pomposidad debido a un temperamento rock que busca otros derroteros, los del arte de lo sencillo y lo humano. He tenido la suerte de ir a dos conciertos suyos en EE UU. Y han sido experiencias religiosas. No puede ser de otra forma con esta mujer y los escenarios donde se dieron. Uno de ellos fue en pleno Central Park, dentro de los festivales de verano. El otro en el Radio City Hall. De este último escribí crónica en la revista digital Efe Eme.
Su anterior disco, West, fue para este escribiente una de las grandes obras de los últimos años. Un álbum, que como los anteriores, ofrecía sentimiento a borbotones, donde el talento y la sensibilidad estaban a prueba de yugos comerciales y estilísticos. Ahora, con Little Honey, creo que esta mujer mantiene más que dignamente el tipo. Tal vez un peldaño por debajo de sus trabajos cumbres, en Little Honey aún se ve ese carisma en el nervio feroz de <<Honey Bee>> y <<Real Love>>, en el blues blanco de <<Tears Of Joy>> o en el bluegrass <<Well, Well, Well>>. Incluso se atreve a llevar a su terreno un tema de AC/DC, <<It’s A Long Way To The Top>>. Asimismo cuenta con cameos de Elvis Costello o Matthew Sweet y la maravillosa y fiel guitarra de Doug Pettibone, un grande en la sombra.
Su figura es la de una mujer frágil propia de un cuadro de Edward Hooper pero con una personalidad cegadora. Es viernes. Así que ración doble para el fin de semana, en el lado más salvaje de esta mujer. Suenan: <<Real Love>> y <<Honey Bee>>
Hay 8 Comentarios
Desgarradora Lucinda, su voz tiene ecos de whisky y madrugadas sin dormir.Saludos desde Chicago.
Publicado por: Doug | 10/03/2009 13:27:23
Gracias por llamarnos la atención, una atención tan merecida pero poca recibida, a esta grande de la música americana. Es todo un tópico pero faltan palabras que hagan justicia a la obra de Lucinda. Con la letra de sus temas Lucinda nos traza los contornos del corazón humano y con su voz desgarradora nos hace vivir con toda fineza los dolores más agudos de la vida. Puede ser apasionada o puede ser íntimamente delicada la música pero siempre expresa la sinceridad exigente de esta mujer. Si es posible captar lo épico de los cielos y espacios de la América occidental Lucinda lo hace en el disco que destacan muchos aquí, 'West'. Al mismo tiempo logra otra vez establecer una conversación íntima con el/la oyente. Obviamente soy un devoto de su obra. Me enamoré de ella con 'Sweet Old World' (merece mención aquí también 'World Without Tears'). Este nuevo disco 'Little Honey' me deja diabético... :)'If we loved one another in equal amounts'Saludos desde las praderas de Canadá.
Publicado por: Paul en Canadá | 22/02/2009 19:22:38
mucho ojo al bootleg de car wheels... Esta señora tiene la marca Lost Highway, no digo más.
Publicado por: jfraiz | 21/02/2009 21:09:42
Una Grande, pero muy grande de la música, y se no que decir a mayores sin que empiece a babear por la música de Lucinda.
Publicado por: Chema | 20/02/2009 19:04:21
Veo que seguimos con el buen gusto. Por cierto, yo también soy defensor de "West", un disco que no convenció a todo el mundo. Toda la discografía de esta mujer es maravillosa y en concreto este "Little Honey" me lo compré recién salido en un viaje a NYC. Doble motivo para adorarlo. Un saludo.
Publicado por: il cavaliere | 20/02/2009 16:49:26
Ojito con ese Live @ The Fillmore... desgarrado y brillante! A que sí? Eh, Pinín? Estás leyendo esto? Tú me la descubriste porque eres un grande...
Publicado por: Infidel | 20/02/2009 11:21:28
Jo Fernando... Lucinda mientras contemplas los cuadros de Hooper... no se me ocurre ninguna banda sonora, salvo un buen jazz para Nighthawks, mejor para esas maravillosas obras de arte. Mi pintor americano favorito. Y ah¡¡ yo tambien prefiero el West. Saludos desde Granada
Publicado por: Víctor | 20/02/2009 11:05:44
una gran dama. La vi en Londres durante la gira del "West" y, aunque es evidente que los años de mala vida, le han pasado factura, es capaz de anudarte la garganta cuando menos te lo esperas. "Car Wheels On A Gravel Road" es uno de los mejores discos de rock de los 90, sin duda.Keep on rockin' & get your kicks, Fernando
Publicado por: Roger Estrada | 20/02/2009 9:18:02