Tan metido como ando en discos y lecturas de jazz, que apenas me dejan acercarme a este blog, ayer, por unas cosas y otras, salté de un álbum a otro y acabé afortunadamente recuperando a Ray Charles. Fue tanto el recreo con la música majestuosa de este hombre que hoy lo he vuelto a poner en el coche mientras venía camino de la redacción. Con el tímido sol de la mañana, menuda plenitud me ha conquistado entre semáforo y semáforo.
Me ha dado por pensar que nunca se ha valorado lo suficientemente bien al descomunal músico de Georgia en nuestro país. No es la primera vez que me invade este pensamiento. Creo que el personaje que representaba de pianista ciego y famoso eclipsó al artista para el gran público. Todo el mundo sabía quién era Ray Charles pero pocos se paraban realmente en su obra, en su grandiosa obra.
Recuerdo el día que murió hace ya unos cuantos años, en 2004. También era junio, como ahora. Era de noche y me encontraba en la redacción de Onda Madrid, poco antes de entrar en los informativos. Saltó el teletipo con la noticia de su muerte. Fui corriendo a decírselo al encargado del informativo por si lo quería incluir como última hora dentro de la pauta. Me miró con cara de pocos amigos. Eso trastocaba su guión a unos minutos de comenzar el programa. Pero me dijo: “Busca una canción y la ponemos al final del informativo, en una breve nota”. Y así fue. Tan breve como una frase tipo: “Muere el pianista de jazz Ray Charles a los 74 años de edad. Charles era ciego y uno de los músicos más famosos y queridos por el público. Triste noticia para el mundo de la música. Con una canción suya nos despedimos”.
Para mí, la triste noticia era ver la suma brevedad de la noticia mientras todos los días en el mismo espacio radiofónico se dedicaban muchos minutos a temas culturales que eran pura propaganda o tan insustanciales como que los niños de no sé qué colegio habían visitado la última exposición del Museo del Prado y daban sus ingeniosas impresiones al respecto. El problema fue que el eco de su fallecimiento, el reconocimiento de su obra en relación con la historia de la música popular, tampoco gozó de apenas espacio en otros medios generalistas. Y creo recordar que sucedió lo mismo en los medios especializados en música. En fin, sentí que nunca se le hizo justicia. Una cosa, por otra parte, corriente en España con tantos músicos y creadores que trascienden más allá de la simple nota de entretenimiento. Cierto que el R&B vibrante de Charles acababa de ganarme para la eternidad. Estaba con la causa. Por aquel entonces, acababa de comprarme unos recopilatorios de esos típicos de gran almacén, baratos y sin una presentación cuidada. Casi todos eran sobre grandes clásicos del R&B y rock primigenio norteamericanos. Junto a Fats Domino, Little Richard o Buddy Holly, pillé el de Ray Charles. Por tanto, cuando el pianista negro falleció, su música me absorbía en mis nocturnas vueltas a casa. Si bien es cierto que su muerte en aquel informativo se quedó en lo que se quedó, también lo es que antes de irme a casa hablé con los responsables de un programa de cine de la emisora, que grababan su espacio para el fin de semana. Al enterarse de la noticia, decidieron cambiar el programa y dedicarle buena parte de su tiempo a hablar del músico. Aquel año se había estrenado la cinta Ray, una película complaciente con la vida del músico y protagonizada admirablemente bien por Jamie Foxx. La película estaba basada en su autobiografía, Brother Ray, que es buen texto de referencia para con una época de la música negra.
Para hablar de Ray Charles con justicia, habría que dedicarle todo un informe especial a su carrera. Su monumental trabajo en Atlantic Records o ABC-Paramount se encuentra entre lo mejor que ha dado la música negra en toda su historia. Porque Charles, con esa maravillosa voz de predicador, era una síntesis de todos los géneros. Por su obra fluía con talento y deleite el bebop, el blues, el boogie, las baladas, el country, el rock o el R&B. El jazz le debe el soul y el soul le debe el jazz. Los sonidos afroamericanos le deben muchísimo. Hace unos años, la revista musical Mojo publicaba una lista con los mejores discos de soul de la historia. En los dos primeros puestos estaban The Genius Of Ray Charles (1959) y Ray Charles In Person (1960), tras ellos se encontraba el disco de James Brown And The Famous Flames, Live At The Apollo (1962). Esto de la listas siempre es polémico pero yo al menos sentí cierta sensación de justicia.
Todavía hoy creo que Ray Charles debería ser más reivindicado, mejor situado atendiendo simplemente a su obra y no a su fama de celebrity. Todavía hoy siento el vértigo de su música en mi estómago. Es la música de un gigante, que en una sencilla canción como <<What'd I Say>> guarda toda una zancada artística.
Hay 4 Comentarios
Lamanetablemente los noticieros estan hechos para el populacho, ray charles no es moda, no es masivo, por eso que no le den cabida en los medios y pasa asi con muchos otros. Igualmente su genialidad no se la va a quitar nadie, es musica solo para oidos entrenados. Admito que no conozco su obra completa, (es interminable), por el momento tengo un compliado de 3 discos que contiene 74 temas (King Of Cool) y no hay un solo tema flojo, lo puedo poder de principio a fin sin cansarme. y despues consegui 2 discos que hace con el xilofonista Milt Jackson (Soul Brother; Soul Meeting), en uno de esos discos ademas del piano toca el saxofon alto, sin palabras, simplemente un deleite.
Publicado por: juan sawula | 28/11/2017 1:16:35
Que grande es uno de los dioses del OLIMPO musical, no se si tiene en sus obras algo malo creo que no.Y en cuanto al reconocimiento de el en este Pais cierto no es, ni ha sido el suficiente, pero lo es así con la gran mayoría de los grandes de la música popular, este pais es como es, A lo mejor cuando todos tengamos Ipads y estemos conectados 24h365d everywhere everyday, a lo mejor se soluciona pero me da que no que ni con esas.Lo mas probable es que haya otra clase social los que poseen un ipad y los que no y no habremos aumentado la educación en cultura juas juas. Que mundo.Por cierto el disco Modern Sounds in Country & Western Music que ha comentado MrBlu, lo he puesto tantas veces en vinilo que ya suena como una cacharreria, tendre que comprar otra copia en feria del disco.
Publicado por: Chema | 14/06/2011 16:18:36
Yo, que tengo 29 años, he tenido la suerte de que mi padre me "martirizara" sin parar desde que era pequeño con la música de Ray en el coche. El día que murió Ray sentí mucha tristeza, pero de alguna manerá supe que a la vez nacía una leyenda que inevitablemente se agrandará con el paso de los años. Como siempre, precioso y preciso artículo, Fernando Navarro.
Publicado por: Richard_Rotherham | 14/06/2011 15:39:24
Apoyo la moción!! Ray Charles es un personaje majestuoso y tal vez por eso, ha eclipsado, su música. Modern Sounds in Country & Western Music es demasiado. Abrazo
Publicado por: MrBlu | 14/06/2011 12:56:39