Gozar con Nuggets y Luc Sante

Dentro de las votaciones de lo mejor del año para la revista Ruta 66, elegí como mejor libro no musical Mata a tus ídolos (Libros del K.O.), escrito por Luc Sante. A decir verdad, es un libro con varios artículos dedicados a la música pero hay otra larga y estupenda serie de ensayos inspirados en las andanzas del autor por Nueva York. Unos y otros nos invitan a pasar un buen rato en la lectura, pero también a pensar sobre lo preestablecido.

 

Me detengo en la parte musical, que más interesa a este blog. Sante demuestra que, además de un gran observador, es un gran oyente, que intenta captar la importancia de la cultura popular norteamericana en todas sus épocas y estilos. Maravillosos son los artículos dedicados al blues rural, al jazz o a Bob Dylan. Nada de lo que escribe cae en tópicos. El autor sabe mostrar nervio narrativo y necesidad de manifestar su visión transgresora en cada escrito que afronta. Así se puede leer cuando ataca sin paliativos al festival de conmemoración de Woodstock, celebrado en 1999, y salva las distancias entre el original y el sucedáneo. 

Recientemente, en una entrevista con el escritor, firmada por Eduardo Lago en este periódico, Sante hablaba de que Nueva York estaba acabada pero, al referirse a la música, se detenía en el blues, una de sus grandes pasiones, donde acumula anécdotas y conocimiento. En la entrevista, como en Mata a tus ídolos, destaca la fundamental labor del que también es su bluesman favorito: Charlie Patton, “cuya persona encarna violentamente todas las contradicciones del género”. En palabras de Sante: “Era un hombre elegantísimo, ministro evangélico, nómada y mujeriego. Tuvo cientos de amantes, y estuvo a punto de perder la vida a manos de un marido celoso. No ha habido nadie que toque el blues como lo hacía él”. Amén. 

Hay párrafos que merecen ser subrayados. “El blues no surgió como reacción ni como sonido espontáneo ni como un grito de angustia en la noche, y tampoco surgió de la gran masa de gente como un suspiro colectivo. Fue una decisión deliberada a la que se llegó gracias a un artista en particular a través de un proceso de experimentación, utilizando materiales que tenía a mano de fuentes diversas... Creció para convertirse en la expresión de un pueblo, pero no antes de haber llegado a ser tan diverso y complicado como ese pueblo”.  

Sin embargo, traigo Mata a tus ídolos porque consiguió, aparte de hacerme gozar de su lectura y despertarme la fiera neoyorquina, que volviera a pincharme y disfrutar al máximo de Nuggets, los artefactos originales de la primera era de la psicodelia. Me declaro fan absoluto de estos recopilatorios de cuatro discos, tanto del primero y el segundo, como de ese llamado Children of Nuggets. Recuerdo cuando los compré, en la difunta Virgin de Times Square, y los escuché religiosamente durante semanas. Se me escapaban el 95% de las bandas pero ninguna música iba más a pelo con el ritmo endiablado del día a día en Nueva York.  

Estos discos, editados por Rhino, son piedras angulares del garage rock. Cuando se habla de todo tipo de bandas en este apasionante senda, como Chesterfield Kings, Detroit Cobras o Joe Spencer Blues Explosion, sus raíces están guardadas en estos artefactos sonoros. Compilados por Jac Holzman, padre fundador de Elektra Records, con la incuestionable ayuda del músico Lenny Kaye, que sería pareja de Patti Smith, Nuggets son la sagrada Biblia del rock abrasivo, sucio, guitarrero, revolucionado y benditamente machacón. Nuggets son la música obligada para cualquier guateque, la banda sonora perfecta para un viernes de fiesta.  No hay vuelta atrás cuando uno entra en el mundo psicodélico, sideral de los Nuggets. Prepárate para desgastar tus zapatillas. 

Sante no escatima a la hora de reivindicar la primera y mejor de estas cajas, Nuggets 1965-1968, donde se arranca con The Electric Prunes y se cierra con Davie Allan & The Arrows, mientras desfilan en trepidante y bestial sucesión bandas y artistas como The Remains, The Blues Project, The Music Machine, The Hombres, Kim Fowley, The Chocalate Watchband o The Seeds. “Los Nuggets originales es el documento fundacional induscutible de la primera era punk. Probablemente, cada grupo que haya tocado en CBGB y en Max’s entre 1975 y 1978 versionó al menos un corte, y todos improvisaron con diferentes tangentes del fenómeno. The Standells, The Chocolate Watchband y The Leaves eran trabajadores autodidactas y The Ramones, The Voidoids y The Heartbreakers su prole vaga y decadente”. En mi opinión, afirmación atrevida, pero interesante. Abre, como casi todos sus textos, nuevas vías de debate e incursión. 

De esta forma, contextualiza el valor de estas formaciones amparadas en el sacro don del riff y lo simple con categoría de sublime. “Mientras los folkies de las ciudades universitarias leían el periódico y discutían sobre política, estos trabajadores trataban temas mucho más básicos como la hipocresía, la falsedad, la injusticia, la antimodernidad”, cuenta Sante, que reconoce que hay mucho de pose de delincuente juvenil que recuerda con eficacia los días en que los adjetivos de apropiación principales eran “duro”, “rápido” y “gamberro”. 

Fotografía: The Electric Prunes.

Eran adolescentes blancos de los barrios periféricos de ciudad, eran Nuggets, fascinados por el pop tras la Invasión Británica de The Beatles, The Animals y The Rolling Stones. Nada bohemios, bastante cazurros algunos, con el sentimiento acelerado de cualquiera-puede-ser-una-estrella con producciones caseras, pero eran y son pura historia del pop. Como dice Sante: “Auténtica Americanada alimentada de maíz, un desfile de personajes oscuros que guiñan el ojo, como retratos de estudio encontrados en un mercadillo”. Y cómo se goza. Valga esta píldora de The Remains como ejemplo. Hay decenas y decenas más en las cajas de Nuggets.

  

Comments

[Publicado por: Chema]

Hola, Buen post.

Libro en la lista pendientes de compra, en cuanto a las reediciones comentadas a la lista de pendientes. My God.

I no have enough money, :-OOOO

Salud.

[Publicado por: Ferrán Blasco]

Hola Fernando,
El libro parece muy interesante y tengo ganas de leer todo el argumentario sobre el origen del Blues, así a bote pronto no me parece nada consistente (como historiador convendrás conmigo en que ningún movimiento musical nace de la mente de una sola persona, a menos que te llames Miles Davis). En cuanto a la música, soy poco proclive de entrada, de aquella época me interesa mucho más el Blues y derivados que la música de bandas popigamberras (que es la sensación que me dan) , además, estoy en una época muy jazzera pero le daré una ojeada porque una recomendación tuya lo merece.
Un saludo

[Publicado por: mmmm]

Sí os gustan estos sonidos, podéis seguir otras series publicadas de garage punk como Peebles (originalmente 28 Lps) Back From the Grave y Garage Punk Unknowns. Todo es más crudo y naif pero sigue conteniendo elevadas dosis de "verdad".

http://www.youtube.com/watch?v=-9a4W2FZnpc

En este enlace otra de las canciones originales del doble nuggets del año 1972.

Bien, lo estás haciendo muy bien

[Publicado por: Anonymous]

Rhino Records editó entre el 1984 y 1985 hasta 12 discos recopilatorios bajo la serie Nuggets, creo que sólo en formato vinilo, que se dividen algunos por zonas de los USA (Northwest, San Francisco) y otros por estilo (Pop, Punk...).
Otra serie que me parece fantástica es Pebbles, la cual se compone de 28 volúmenes (edición vinilo) y abarca tanto grupos amercianos como del viejo continente. Luego tuvo continuidad con la serie "Highs in the Mid Sixties" (más de 20 volúmenes). Otra que no está mal es Back From the Grave (8 vinilos, creo que dos de ellos dobles) editados por el sello Crypt.

[Publicado por: Alex]

Me ha encantado tu post. Enhorabuena! El disco es todo un clásico. Me ayudo a descubrir grandes bandas de los 60.
Recomiendo otro varios sobre la escena musical del oestedel pais "Where the action is" L.A nuggets, impresionante!

[Publicado por: Ander]

Sí señor. Los Nuggets son una joya (bueno, cuatro).
El primero es el que más oigo, pero los otros tres son cojonudos también. Y las portadas son una maravilla!