Hacemos un alto en el camino para contar con nuestra sección Parada para repostar. Esta ruta sonora vuelve a contar con la colaboración de Charly Hernández, crítico musical free-lance que deja su firma en numerosas publicaciones. Nuestro invitado trae a un tipo que ya pasó por este blog en forma de homenaje por su pasado fantástico en el mundo del R&B. Lo hizo dentro del repaso a las interesantes reediciones del sello Hoodoo Records, que esta semana tendremos el gusto de volver a comentar con otro disco y que cerrará nuestro recorrido por estas reediciones para dar paso a otro sello igual de recomendable por sus objetos de deseo. Ahora, disfrutad de Andre Williams, que lejos de estar a dos metros bajo tierra, está a pleno pulmón cantando y se ha unido a los Sadies en su nuevo álbum.
El mundo del hip-hop le considera un padre del rap, y la cultura general como un ‘viejo verde’ que a buen seguro será el modelo a seguir para más de uno. “El sexo es la música. El sexo es vida. ¡La música es la vida!”, confiesa Andre Williams (Alabama, 1936) que ya dejaba su impronta cuando hacía fluir el rhythm & blues para el sello Fortune allá en los 50. A día de hoy, sigue haciendo mucho bien por el mundo llevándose consigo el respeto de ambos bandos; masculino y femenino.
¿Qué mueve al padrino negro para seguir predicando con su sonido y no aparecer en un obituario? “Estoy destinado a morir, lo sé. Pero amigo, soy un hombre demasiado caliente como para tener que parar”, responde enérgico. La vida del bueno de Andre fue tan exitosa como fugaz. Cuatro años en la Motown trabajando con gente de la talla de Stevie Wonder, Ike & Tina Turner (o siendo incluso el road mánager de la estrella soul Edwin Starr) le convirtieron en un hombre respetado y venerado. Siguiendo los cánones de la historia, Andre Williams tenía todas las papeletas para ser una leyenda.
Dentro de la década de los 60 continuaría editando trabajos para Avin Records y el sello Chess de Chicago. Éxitos como “Cadillac Jack” o “Jail bait” lo encumbraron hacia lo más alto, engalanándolo con excéntricos trajes de terciopelo. Todo era maravilloso hasta que las drogas pasaron su factura, llevándose el talento, dinero y suerte hasta la inmundicia.
Un par de décadas en blanco hicieron de su sombra una pesadilla oscura incapaz de dejarlo volver a la vida ‘normal’ cuando, por entonces, vivía en Chicago (dicen) bajo un puente. “Pues sí, tío, ese es el hombre (y el nombre) de la historia. No es fácil vivirlo ni contarlo pero es la realidad de los hechos acontecidos. Es la vida, simplemente”, sentencia el propio músico. Por cierto, todo ello se encuentra revisado en el documental editado en 2007 y titulado como Agile mobile hostile: A year with Andre Williams.
Pero dejando atrás el pasado, cabe centrarse en el ‘ahora’. Tras un resurgimiento a últimos de los ochenta, el hombre ha grabado discos sin parar: Directly from the streets, Mr. Rhythm is back, Red dirt, The Black Godfather, Aphrodisiac o That's all I need son algunas de las obras más destacables de la actualidad de este caballero.
Aunque lo más actual -que firma con su nombre- se llame Nightclub, un EP de cinco cortes incendiarios que reflejan perfectamente el momento tan vivaz que vive el propio autor junto a su banda de directo, The Goldstars; Williams se ha unido con The Sadies para confeccionar mano a mano Night & Day. No es la primera vez que magistrales talentos se juntan, pues ya lo hicieron en Red Dirt en 1999. En cierto modo, cada banda que le acompaña viste sus álbumes con música diferente. Aphrodisiac (con The Diplomats of Solid Sound) se aproximó a la música latina, mientras que Can you deal with it? (con The New Orleans Hellhounds) era una sucia suerte de rock and roll. No obstante, con That's all I need se mantiene una línea cercana entre el blues y el rhythm & blues. ¿De verdad prefiere Williams cambiar a los músicos en cada nuevo álbum para empezar desde el principio? “Me gusta cambiar las cosas, pues de lo contrario me aburro. The Goldstars son mi banda actual y con ellos grabo y giro por el mundo. Somos una misa unidad, una piña, por así decirlo”.
Además de la dupla con los chicos de Dallas y Travis Good, lo curioso que asombra a estas alturas es que se edite un EP (referido a Nightclub) con –únicamente- cinco canciones: “Nightclub”, “Hot coffee”, “Babblin' Brook”, “Hard way” y “Oh baby!”. “Tuvimos cinco canciones y trabajamos con lo que estábamos haciendo. Sonaba justo como un paquete, así que eso es lo que hicimos”, confiesa el norteamericano.
Posiblemente Nightclub se edite en forma de single de 7", en lugar del corriente long-play debido a que muchos de los discos contienen muchos temas de relleno y dos o tres buenas canciones. Además, las personas no tienen mucho tiempo como para prestarle la atención debida. Quizá es una buena medida que se empezara a editar en 7". “Sí, sin duda ese es el único y auténtico formato, es un elemento perfecto. Dos grandes canciones y bang!”. Las letras de Nightclub, como no podía ser de otra manera, hablan de mujeres; y Andre Williams alardea sobre ello explicando que “me encantan las mujeres y que ellas me amen a mí. Es así de simple”. De hecho, añade: “dinero y sexo; así es la forma en que funciona el mundo”.
Este decimosexto lanzamiento es la cumbre de alguien que demuestra aquello de que la juventud va en el espíritu. “Este disco ofrece algo tan real que es capaz de poder patearte el culo, tío”. Pero pese a su actitud erótico-festiva en esta‘segunda vida’, se ha basado en el trabajo y en la perseverancia que da la edad. “Estoy dispuesto a contarlo todo en este momento. No tengo nada que perder y sé que esto es una gran historia. Voy a seguir escribiendo y viviendo en el presente. Estoy tan concentrado como nunca, te lo aseguro”.
Contra todo pronóstico, a pesar de su frenética actividad, Tras esta confesión, se despide aclarando: “Nunca me autodenomino ni me llamo a mí mismo 'leyenda'. Otras personas lo hacen, de acuerdo, pero si yo no lo hago... ¡tal vez es porque todavía estoy vivo!”.
Texto: Charly Hernández, es un periodista musical que ha colaborado (y trabaja) en medios como Efe Eme, Mondo Sonoro, Cambio 16 o Popular 1. Además de haber trabajado en algún que otro documental. Por su pluma han pasado personajes como Johnny Winter, Andrés Calamaro, Eric Burdon, Miguel Ríos, John Mayall, Leopoldo María Panero, Dayna Kurtz, Manolo Escobar o Josh Ritter.
Hay 1 Comentarios
Hola :).
Buen Articulo, Y Que decir de Andre Williams, que no se haya dicho ya, es muy grande Grande.
Publicado por: Chema | 30/06/2012 11:50:44