Cuando se habla de soul, lo más normal es que salgan los nombres de Motown o Stax como los de las dos grandes fábricas del género que alumbró a Marvin Gaye u Otis Redding. Pero, en el mundo de la industria discográfica, ningún sello ha hecho, posiblemente, tanto por el sonido de la América negra como Atlantic Records, la compañía musical independiente más importante del siglo XX.
Más allá de su excelencia en el jazz, el R&B, el blues o el pop, Atlantic jugó un papel crucial en el desarrollo del soul durante su edad dorada. Fundada en 1947 por Ahmet Ertegun, hijo de un embajador turco, y Herbe Abramson, un dentista, la compañía se erigió rápidamente en una de las bases más sólidas del R&B norteamericano, dando la alternativa a vocalistas y bandas que recogían el sonido de las grandes metrópolis. Apasionado del jazz, Ertegun, alma y cabeza pensante de Atlantic, sintió la llamada de crear su propia discográfica y dar rienda suelta a su pasión tras conocer a gente como John Hammond o George Avakian, dos blancos que, como productores y cazatalentos en Columbia Records, estaban detrás de los lanzamientos del jazz y entendían y hacían por difundir la riqueza de la cultura musical negra.
Ertegun compartía ese sentimiento de amor por el arte afroamericano. Por eso, el sello surgió con la pretensión de ser una alternativa artística y comercial para la música negra. Como se puede comprobar en la didáctica caja Atlantic. R&B. 1947-1974, reeditada por Rhino hace unos años, el sello ofreció variedad de excitantes sonidos, protagonizados por Professor Longhair, Ruth Brown, Joe Morris, The Clovers, Joe Turrner, LaVern Barker o The Drifters. Formada por ocho discos, más de 200 canciones, esta caja muestra una visión global del desarrollo sonoro que se coció en sus estudios de grabación y lo difusa que, a finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, era la frontera en la que se movían el jazz y el R&B. Y en el caso de Atlantic se intentaba, además, ofrecer composiciones con un interesante cáracter popular, pensadas para el gran público. Música negra con cierto propósito pop.
Si bien con esta caja se pueden conocer las raíces sonoras que hicieron nacer el soul y, asimismo, muchas de las canciones del género grabadas en los sesenta y setenta, entre las que se incluyen las de Aretha Franklin, Wilson Pickett, Roberta Flack o The Spinners, no es la única caja que permite al amante de los sonidos negros acercarse al fantástico legado de Atlantic. Más interesante para conocer el valor del soul en la compañía de Ertegun es Atlantic. Soul Legends. Veinte álbumes originales que Rhino (otra vez) recopila por orden cronológico, empezando por What’d I Say de Ray Charles y acabando por The Show Must Go On de Sam Dees. La caja refleja la asombrosa evolución del soul en la compañía.
Conviene recordar que 1953 fue el punto de inflexión para Atlantic. Año de la llegada de Jerry Wexler, otro blanco apasionado del ritmo negro, que acabaría convirtiéndose en la mano derecha de Ertegun. Porque si el soul se expandió en Atlantic fue gracias a este periodista de Billboard metido a productor, personaje clave en la historia del sello y un auténtico oído de oro. De él es muy conocido que acuñó el término rhythm and blues para sustituir la despectiva etiqueta de race music (música racial), pero también fue él quien empezó a nombrar a los singles potentes de los músicos negros como soul hits. Lo que le movía era la pasión por la música, por el trabajo entre las cuatro paredes de un estudio de grabación.
De esta forma, de sus oídos y sus manos salieron muchos de los más grandes éxitos del soul, formando parte de las sesiones, normalmente celebradas de noche y cubiertas de humo de cigarros, de Ray Charles, Solomon Burke o Ben E. King. En la box-set, Atlantic. Soul Legends se recogen estos álbumes esenciales. Nadie duda de que What’d I Say (1959) de Ray Charles fue el magnífico punto de partida. A las teclas de su vivaz piano, el hijo favorito del Estado de Georgia se desquitó del traje de los domingos para ir a la Iglesia y se recreó en otras pasiones más terrenales. Con su magistral álbum, estaba poniendo las bases para el incipiente soul.
Soul. Música del alma. Decía Solomon Burke, quien registró el imprescindible If You Need Me (1963) incluido en Atlantic. Soul Legends, que “no tiene nada que ver con el color de tu piel, de dónde vengas o lo que tengas. Tiene que ver con cantar con el corazón, el alma. Cantar con sinceridad”. A decir verdad, las palabras de Burke son tan universales de lo que verdaderamente importa en el arte de la música que sirven para el rock, el country, el flamenco o cualquier estilo. Pero lo cierto es que el soul reflejó, de forma honesta y cautivadora, el estado del alma de la población negra en los sesenta y setenta, sus aspiraciones y sus frustaciones, su realidad mundana.
Los esfuerzos de Wexler se centraron además por hacer llegar la música negra a las grandes audiencias, sacándola del reducido círculo racial de listas independientes. Bajo el puño de hierro de Berry Gordy Jr. y toda su tropa de músicos de primera clase, Motown lo consiguió con su soul ligero, de brillante ropaje pop. Atlantic, por su parte, se hizo dueño de otros sellos más pequeños como Atco o East West, pero el empeño de Wexler fue conseguir los derechos de Stax y llevar el sonido sureño, más visceral y musculoso, al gran público. En este sentido, en Atlantic. Soul Legends, dentro de su peculiar recorrido por los avances del soul, citan el potente Waking On The Dog (1964) de Rufus Thomas, el vibrante In The Midnight Hour (1965) de Wilson Pickett, el mágico Otis Blue (1965) de Otis Redding o el hechizante Sweet Soul Music (1967) de Arthur Conley. Adiós a las reminiscencias gospel y su mantra religioso. Puro soul carnoso, orgásmico.
Insisto: fascina comprobar la evolución del soul de Atlantic y, por tanto, de Estados Unidos a partir de esta caja de 20 discos. Se puede ver también cómo los vientos del sur dejan paso a la sofisticación urbana, con los primeros brotes del funk y la música disco, en álbumes como Everything is everything (1970) de Donny Hathaway o The Show Must Go On (1975) de Sam Dees. Incluso en el estiloso y sugerente Howard Tate (1972) se aprecia una sensibilidad sonora distinta a los Eddie Floyd o Sam & Dave. Conviene dedicarle unos días a estas referencias discográficas. A la escucha tranquila de estos discos, uno detrás de otro, porque fascina, en definitiva, encontrarse ante la evolución tan bien sintetizada de un género tan lleno de colosos, un género tan indescriptible, sentimental y pegado al latido de la vida.
(((Escucha en Spotify la lista de La Ruta Norteamericana El soul es una droga, llena de efusivas canciones del género)))
Hay 12 Comentarios
Como han dicho por aquí, excelente género y excelente lista. Gracias.
Publicado por: Mario28 | 30/09/2013 3:23:41
Hola, os dejo un programa, creo que bastante bueno de Soul y R&B, por si es de vuestro interes.
www.canalextremadura.es/radio/musica/soulbeat
Saludos.
Publicado por: Jose | 23/07/2013 13:30:36
Oh Dios! Cuanta complacencia y que aburrido es todo. Que vuelva Salva a despertar conciencias. Fernando, cada vez mas coñazo.
Publicado por: Dr. Umami | 25/02/2013 23:14:31
Creo que se debería mencionar que muchos de los éxitos incluídos en la caja antológica de 9 CDs de Atlantic y álbumes, como el mencionado 'Otis Blues, son referencias genuinos de la casa Stax. El relumbrón de Atlantic en los 60 mucho tuvo que ver con el acuerdo al que la compañía llegó con la disquera de Memphis. Atco, subsidiaria de Atlantic, distribuyó singles de Stax y de Volt entre los años 1961 y 1968.
Un saludo!
Publicado por: lutxo | 25/02/2013 21:49:43
Cuando leo una entrada de un blog o de una noticia normalmente me gusta leer los comentarios. La razón es que espero que alguién me aporte algo más de lo que ya he visto o aprendido en la entrada. Lo que ya me cansa es estarme encontrando constantemente comentarios en los que la gente se dedica a decir que es lo que hay que poner. Pues mirar, os haceis un blog y allí escribis vuestros artículos señalando vuestras preferencias, que no tienen que ser mejores que las que señala el que escribe el artículo. Se trata de aportar, no de cuestionar. Y tampoco se trata de que tengan que opinar a vuestro gusto. A alguno le pierde la vanidad.
Publicado por: Xabier | 25/02/2013 8:30:26
Prefiero los legendarios Anita Baker y Prince
Publicado por: prefiero | 24/02/2013 18:24:44
Música M A R A V I L L O S A !
Publicado por: Maria | 23/02/2013 23:19:36
¿Y no se menciona a Booker T. & The MGs?
¿Y al gran ausente en la casa, pues no grabó para ella, Sam Cooke? (según J. Wexler, incontestablemente, el mejor cantante). Ya que se nombra a la Motown......
Publicado por: Perico | 23/02/2013 17:08:32
. . . ¿ Y la Tamla Motown, donde queda. ?
Publicado por: Polifemo | 23/02/2013 11:36:26
Hola!!!
El gran sello Atlantic, buff da para mas de un libro sin duda.
Buen post.
Recomendar este Box set!! del sello Atlantic.
http://www.amazon.es/Atlantic-Soul-Legends-Original-Albums/dp/B008I00E14/ref=pd_sim_m_7
Y disfrutarlo.
Salud.
Publicado por: Chema | 23/02/2013 10:29:24
Gracias por el enlace a la lista!
Es maravillosa!
Toni
Publicado por: Toni de Juan | 23/02/2013 10:28:35
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Publicado por: Marujalda | 23/02/2013 8:55:33