El Primavera Sound vuelve a esta ruta. El año pasado ya destacamos, gracias a las propuestas de Toni Castarnado, una serie de nombres de entre la abundante oferta de un evento tan mastodóntico como éste, las once propuestas que creímos que estaban más cercanas al perfil de este blog, con el rock de guitarras, el pop de buena factura, o el folk más primario, más algún otro con un toque más alternativo o indie pero que también tiene aquí su espacio. Un equipo titular con once piezas, y que por si solo ya sería un festival de relumbrón. A esto, súmale todo lo que aquí no ha tenido cabida por falta de espacio, artistas y grupos para los cuales, tocar en la explanada del Fórum es una oportunidad única, una experiencia inolvidable.
De Band Of Horses a Tame Impala, y entre medio Nick Cave con sus Bad Seeds, Neko Case o Dexys. Además, el talento de Nick Waterhouse que aún no ha sido descubierto por el gran público. Apuestas en su mayoría que son a tiro fijo, y revelaciones de este curso como Mathew E. White. Hay de todo y para todos, música que durante tres días, más los eventos anteriores y posteriores, suponen un gran sueño para cualquier melómano que se precie de serlo.
Band Of Horses: Junto a My Morning Jacket, los de Seattle representan a esa vertiente del rock americano actual que bebe de la tradición pero que arriesga. Intensos y melódicos, con mucha personalidad, con discos cada uno por separado con su propio qué. Los dos primeros como plataforma hasta a “Infinite Arms”, esa obra en la que “Laredo” es el tema que quedará para siempre en la retina de quienes adoran a Niel Young. Con “Mirage Rock” muchos les han acusado de haberse acomodado. Yo no lo creo. Su actuación promete ser de las que dejan huella.
Bob Mould: Durante el que hasta el momento es su único pase por el festival, Bob Mould nos dejó exhaustos. No podía ser de otra manera, pertenecer a una leyenda como Husker Du, fundar a Sugar y tener una carrera en solitario algunos con picos, pero con muchos momentos muy brillantes, garantiza que este hombre que es amante del wrestling y que domina el escenario como nadie, nos plante las vigorizantes canciones de “Silver age” ante nuestros morros. Punk asilvestrado y pop edulcorado. Fascinante combinación.
Come: Thalia Zedek ha respirado de nuevo tras unos años estando en penumbra, con una serie de discos por su cuenta en los que el drama, el desasosiego, la desesperanza, y una voz cada vez más grave, y más parecida día a día a la de Marianne Faithfull, son signos de su propia idiosincrasia. Ahora se reúne con sus compañeros en Come, con un concierto especial reservado para el domingo en el espacio BARTS, justo cuando las fuerzas son escasas y uno necesita cierto karma.
Daniel Johnston: Ahora ya, Daniel Johnston no es sólo ese bicho raro que emociona con sus grabaciones caseras y esas canciones de pop sentado al piano que a más de uno le encoge el corazón. Su culto va más allá, el documental que se hizo basado en cómo es su vida lo elevó a otro nivel, la reciente exposición con parte de su trabajo como artista fuera de la música también lo coloca en otra onda, y cuando interpreta, aunque sea de esa forma imperfecta, no podemos más que aplaudirle. El creador de The Simpsons no podía andar errado.
Dexys: Rebautizados como Dexys para evitar la odiosa comparación, y para darle un aire nuevo a este retorno inesperado y tan bien recibido, con un disco que ha sido una sorpresa en toda regla y en el que basan sus repertorios. Kevin Rowland mantiene su porte elegante, el del gentleman inglés que aún es, el de ese músico que reinventó el pop y el soul, con un estilo que es característico. Seguramente, uno de los momentos con mayor nostalgia de los que desfilen por el Parc del Fórum.
Mathew E. White: Se suele decir, que es mejor que hablen de ti, aunque sea para mal. Pero en el caso que ocupa a Mathew E. White, no corresponde precisamente a eso. Los halagos le han llegado de todos lados, las críticas de Big Inner han sido todas positivas, aquí y fuera, y cuando se hagan las listas con lo mejor del año, él estará presente en muchas. No debe extrañar, los siete cortes de ese álbum tienen algo que no se puede definir con palabras, basta con oírle y rendirse a la evidencia: va a ser un grande. ¿Su estilo? Música con mayúsculas.
Neko Case: Cada vez que han venido The New Pornographers, hemos echado de menos a la pelirroja más sexy de la historia del rock. No fue por casualidad que en Playboy le ofrecieran el oro y el moro para que saliera en sus páginas. Ella no aceptó. Lo suyo es la música. Y no de la de andar por casa. Country en clave moderna, un registro de voz único, unos discos que todos son de al menos notable alto, y la curiosidad por saber como se desenvuelve sobre las tablas. Una actuación suya editada del Austin City Limits despeja dudas.
Nick Cave & The Bad Seeds: Sobran las palabras. Quizás se trata de la estrella con más cartel de todas las que hay este año en Primavera Sound, lo cuál es mucho decir. Tras estar a pachas entre los Bad Seeds y Grinderman, ahora toca desempolvar un nuevo disco llamdo “Push The Sky Away” que es más tranquilo y que recuerda a “The Boatman´s Call”. Su envergadura como artista no se puede ni calibrar, habla por si sola. Tras experimentar con bandas sonoras de toda clase y dedicarse a la literatura, vuelve a viajar con sus viejos compañeros de fatigas.
Nick Waterhouse: No podía faltar el toque soulero. Viendo como las damas monopolizan el cotarro de la música negra, ahora también salen hombres que dicen que esta boca es mía. Y este además es blanco, como Eli “Paperboy” Reed. Aunque su impacto no ha sido tan fuerte, hace pinta de que va a tener una carrera más longeva y regular que la de su compañero de generación. La guinda hubiese sido verle batirse en duelo a Cody Chesnutt, otra de las sensaciones recuperadas del género. Ya habrá ocasión.
Tame Impala: La psicodelia se ha puesto de moda. Quién nos lo iba a decir hace unos años. Un estilo que nunca desapareció del todo, pero que si era un residuo para un selecto club de entendidos que se sabían de la A la Z la historia de cada uno de los grupos definían una forma no sólo de entender la música, también la vida. Tame Impala son merecedores de portar la bandera de esa nueva psicodelia, han sabido estar a la hora y en el lugar correctos.
Texto: Toni Castarnado, autor del libro "Mujer y música" (66 rpm) y colaborador de Ruta 66 y Mondosonoro.
Hay 1 Comentarios
Algún día , Algún año........
Publicado por: Chema | 26/05/2013 11:35:22