Se puede descubrir música de las formas más dispares. Y, a día de hoy, Internet, ese mar infinito de información, es un lugar idóneo para explorar y dar con nuevos tesoros. Puedo decir que uno de mis últimos descubrimientos musicales ha llegado gracias a Internet. Concretamente, mediante las redes sociales. Pero me ha llegado de la nada, sin buscarlo: el músico, natural de Sharpsville, una pequeña localidad del oeste de Pennsylvania, se puso en contacto conmigo al ser lector de este blog para pasarme su disco. No es la primera vez ni será la última que una banda o cantante pasa su material a un periodista musical pero lo sorprendente de esta historia fue que, llegado desde el otro lado del Atlántico, lo que recibí fue una pequeña gran joya. Quedé enganchado a este fantástico descubrimiento. Apuntad: Conrad Shiner.
Su disco se llama The Lost Decade y está disponible en su página web. Hablamos de uno de los miles y miles de músicos que se autoeditan y luego se encargan de mover su trabajo ellos mismos o con ayuda de amigos. Uno de tantos y tantos músicos en Estados Unidos, España y cualquier país que sobrevive como puede mientras intenta que sus canciones no se pierdan en el jungla inmensa del mercado musical. Intentan conectar con alguien.
Dice Shiner, al que he entrevistado para este blog, que el motivo de ser de cantante es tan simple como necesitarlo. “Mi voz existe a través de mis composiciones. Más allá de que es divertido y las canciones están en mi cabeza, cuando pienso que soy cantante no lo hago en el sentido de que puedo actuar en American Idol o cantar ante una audiencia en un karaoke ni nada de eso. Lo hago porque acepto así mi voz”. Asegura que estaría dispuesto hacer un pacto con el diablo por tener las cuerdas vocales de Jeff Buckley, aunque sabe que cualquiera que se dedica a la música debe buscar su propia voz y él así lo consigue en The Lost Decade, un álbum de 12 pistas que suena delicado y emotivo, en una línea de folk-rock similar a Ryan Adams, Neal Casal o Ray LaMontage.
De hecho, cita a Ryan Adams como una de sus grandes inspiraciones. Y, en concreto, el etéreo Heartbreaker: “Un disco asombroso, antiguo y nuevo a la vez, de un artista que te toca el alma”. No son los únicos álbumes que incluye en su particular pedestal divino, allí donde ha fijado sus oídos y su espíritu para dar formar a su emotivo disco. Middle Cyclone de Neko Case (“fue mágico verla en directo”), Back to me de Kathleen Edwards (“me enamoré de ella y de su bella voz”), The Rising de Bruce Springsteen (“¡Joder, sí! Esos primeros acordes de Lonesome day… ese es el sonido que me encanta”), Give Up the Ghost de Brandi Carlile (“Es un perfecta combinación de alma y fuego, un talento auténtico”) y los Travelling Wilburys (“amo la mezcla que tienen de folk, rock, pop y soul… y ese sonido de banda de bar que siempre he intentado plasmar”).
Pero todo esto sirve para situar mejor a un debutante que, como he dicho más arriba, tiene ese toque especial que aprecio en el folk-rock contemporáneo. Cuando uno escucha The Lost Decade, grabado con músicos de Nashville, las canciones, ciertamente, se despliegan con esa sensibilidad que maravilla desde la primera escucha. Canciones como I Was Too Young o Westinghouse (un poema de su hermana que adaptó) llenan el alma de buenos propósitos, pero, a decir verdad, todo el álbum no baja el listón, hallando en sus 12 composiciones un mapa emocional al que agarrarse con fuerza, que nos invita a regresar a los recuerdos, a esos años en que todos éramos más jóvenes, cuando ya uno, sumido por las obligaciones laborales y familiares, siente que esa década de los veinte se ha perdido para siempre y con ella parte de lo que fuimos. Música nostálgica y limpia, sensible y pura.
“Tengo una esposa, dos hijos, un trabajo en una oficina y un coche en el garaje, pero todo eso, que está muy bien, no tenía nada que ver con el rock’n’roll de mi cabeza, que me maravillaba, y me hacía regresar a mis años adolescentes. Yo miraba a todo lo que había vivido y sentido en los últimos diez años”, señala Shiner. “¿El objetivo del disco? Escucha las letras Remember the Mountanin Bed de Wood Guthrie, que cobraron vida a través del trabajo de Wilco y Billy Bragg en Mermaid Avenue. Es sobre un hombre y su deseo de crear, de sentirse vivo, de querer conseguir una meta en su vida, un lugar en el mundo, de su batalla contra el peso de la existencia y las expectativas, deseos y sueños que tenemos”, añade.
Conrad Shiner, salido de la nada, pero que brilla con luz propia. La Ruta Norteamericana sigue la estela de la música que contiene un disco como The Lost Decade. Como cuando hablé de Israel Nash Gripka, que salió también de la nada, como tantos otros, siento que bendita suerte dar con estos pequeños tesoros y poder contarlo.
Hay 3 Comentarios
Una joya, efectivamente, Fernando.
Publicado por: Ryman | 19/02/2014 11:14:08
Un gran disco y un gran tipo!
Publicado por: Plástico Elástico Radio Show | 18/02/2014 17:53:53
Hola a Todos! :)
Apuntado!! ;)
Bye!!
Chema.
Publicado por: Chema | 18/02/2014 14:30:11