Elvis Presley y el rock’n’roll que todo cambió

Por: | 08 de enero de 2015

Elvis-presley-1956

“Todo autor del rock’n’roll vuelve siempre a That’s All Right como si de la piedra Rosetta se tratase”. La frase es de Dave Marsh, reputado crítico musical estadounidense. That’s All Right es la composición que el 5 de julio de 1954 grabó en el número 706 de Union Avenue de Memphis un adolescente Elvis Presley, vestido con camisa de blonda. Cuenta la historia que aquella frase (Eso está bien, mamá) de la canción original del cantante de blues Arthur Big Boy le salió a aquel joven tímido de forma espontánea. 

En palabras de su protagonista, empezó a “juguetear” con That’s All Right, un tema que le gustaba cantar en sus ratos libres, mientras los demás se tomaban unas Coca-colas, al otro lado del estudio, pensando que aquel chico de “bonita voz pero sin entusiasmo”, como le calificó el guitarrista Scotty Moore con quien daría forma a la legendaria sesión de grabación, no tenía nada importante que aportar para Sun Records, la discográfica que Sam Philips abrió en la ciudad más musical del Estado de Tennessee para dar con un sonido que demostrase que “el alma del hombre nunca muere”. Con voz chillona y nerviosa, Elvis Aaron Presley dio con ese sonido, y algo más. Con su inocencia y pasión, abrió de par en par un nuevo mundo musical que todavía pervive en nuestros días. 

Cuando hoy se cumplen 80 años de su nacimiento, no está de más recordar la trascendencia de la figura de Elvis Presley, muchas veces simplificada en la propia caricatura en la que se convirtió de sí mismo en los últimos años de su vida en Las Vegas, aún mostrando un nivel artístico espectacular. No está de más señalar, por enésima vez y sin exagerar, que sin él la música popular del siglo XX no hubiese sido igual.  

Sin que exista un método científico para concluir algo tan evolutivo y lleno de herencias como la música, That’s All Right no fue la primera grabación original de rock’n’roll pero sí la más simbólica. Tampoco fue Elvis el primer representante de aquella música irreverente y trepidante, a la que ya por entonces incitaban con similar gloria artística personajes como Little Richard, Bill Haley o Ike Turner, pero sí el más importante. Porque Elvis Presley puso al rock’n’roll en órbita. Y ahí, más allá de su indudable talento, el hecho de ser blanco le hizo contar con ventaja con respecto a grandes coetáneos y pioneros como Chuck Berry, Bo Diddley o el propio Little Richard en un país segregacionista y una sociedad racista.

Bastaba con mirar de cerca a Bill Haley, autor de Rock Around the Clock, el primer tema de rock’n’roll que llegó a número uno gracias a la película Semilla de maldad (1955), y comparar. Haley era rechoncho, maduro y decididamente poco sexy para saber que este nuevo y apasionante estilo musical, el rock’n’roll, necesitaba de un nuevo y apasionante músico. Y ese era Elvis, el chico electrizante, que electrificaba la música y al oyente. 

  

En cierto modo, Elvis, que desde su debut arrasó con cada nueva canción en las listas de éxito en varios países hasta que en marzo de 1958 hizo el servicio militar e ingresó como soldado raso en un cuartel de Arkansas, venía a ser la consecuencia perfecta de aquel sonido híbrido, mezcla del country tradicional y el rhythm and blues, combinación del peso del pasado y una nueva y brutal energía, alcanzando una simbiosis hasta entonces impensable. En su absorbente voz, ese chico blanco además captaba inconscientemente el palpitante abandono de las clases trabajadoras del Sur de Estados Unidos, de los marginados sociales y, sobre todo, de toda la legión de jóvenes que, en plena expansión económica, tenían una mentalidad muy distinta a la de sus padres, que combatieron en la guerra de Corea o eran hijos del mundo en ruinas que había dejado la Segunda Guerra Mundial. 

Elvis les hablaba a ellos porque pertenecía a todos esos mundos, debido a su edad pero también a sus orígenes. Los Presley habían hecho un gran esfuerzo por salir adelante desde la pobreza y su madre quería que luchase con todas sus fuerzas para que se le considerara gente decente y no un hillbillie, el término despectivo del sur que venía a significar basura blanca por su condición pobre e ignorante. Por eso, cuando cantaba en That’s All Right les decía a todos ellos que “estaba bien, mamá” y, con su atrayente timbre, daba validez a sus vidas. Como también se las daba con otras canciones que sonaban por todas las emisoras de radio de Estados Unidos o cuando apareció en The Ed Sullivan Show, presentado para la ocasión por el actor Charles Laughton, el 9 de septiembre de 1956, acaparando una cuota de pantalla del 82%. Contorneándose con Hound Dog, que cerró su actuación, Elvis les estaba levantando a todos de sus sillas, a ese ritmo (beat) pegadizo, mientras en su psique, cantando aquello de “eres un perro de caza que sólo sabes llorar... y no eres mi amigo”, les metía el germen de la irreverencia y el gozo del momento, sin miedos puritanos. Les contagiaba el rock’n’roll.  

 

Sin él, nada hubiese sido lo mismo. Sólo hace falta coger los ejemplos de los mayores colosos. En la localidad de Hibbing, un chaval llamado Robert Allen Zimmerman, que se pondría el nombre artístico de Bob Dylan, estaba tan fascinado con la música y el estilo de Elvis que le cambió la vida. “La primera vez que oí la voz de Elvis supe que jamás podría trabajar para alguien, que nadie iba a ser mi jefe. Oírlo por primera vez fue como huir de la cárcel”, confesó Dylan en una entrevista en 1987. Lo mismo les sucedió a los Beatles, al otro lado del Atlántico, siendo John Lennon su mayor admirador. “Nada me había llegado realmente al alma hasta la aparición de Elvis”, aseguró Lennon al crítico musical Hunter Davis.

Como Dylan, como Lennon, hubo cientos de músicos, miles de oyentes, y los sigue habiendo 80 años después de su nacimiento. Del nacimiento del hombre que hizo la Rosetta del rock’n’roll. El mismo hombre que liberaba tu cuerpo y tu espíritu hasta hacerte creer que, hasta que no le habías escuchado por primera vez, habían estado atados con una férrea camisa de fuerza. Una insoportable camisa de la que había que desprenderse. 

 

Hay 19 Comentarios

El artista era CHUCK BERRY pero era muy negro para los iluminati

Con sus luces y sombras, Elvis un ser extraordinario

Hola! Quisiera enseñaros éste video inédito tributo a Elvis! No os lo perdáis! Larga vida al REY! :D

Elvis lo tenía casi todo, buena voz, energía, juventud, era blanco y guapo, solo le faltaba una cosa… y llegó…, el coronel Parker.

Un mito

Sin ninguna duda marcó la diferencia y una nueva forma de vivir, un estilo único que todavía sigue vigente. Era único, no había una referencia anterior. Crear algo novedoso, único y que llegue a tanta gente...

Alguno ha dicho que fue un invento de los medios, qué bien, si fuera tan sencillo lo habrían hecho igual con Fabian, un espantajo con una voz deplorable, pero una campaña brillante. Sería hoy una estrella que recordaríamos. Pue no, de ese Fabian sólo se habla como ej de manipulación mediática.. Elvis marcó historia, porque tenía lo suyo y era único, su voz, su entrega en el escenario, su carisma y largo etc. que creaba histeria colectiva sin campaña detrás. No fue nunca sustituido por otro igual que perdure en su sitial más de medio siglo. El tiempo ha dado el fallo por Elvis de sobra, el que lo niegue quiere negar la historia

Me pregunto cuáles eran sus gustos musicales, literarios, cinéfilos, no sólo extrañas sectas (mucha gente ha tenido una época corta de su vida que ha estado perdida y se ha interesado por cosas rarísimas, quedarse con eso no me interesa). ¿Cuál era el magnetismo de Elvis que siendo un hombre no muy cultivado que digamos pero listo e inquieto y no totalmente ignorante, conocía la esencia del ser humano y por eso sabía conectar con su audiencia? Ladies and gentlemen, Elvis, has left the building. Thank you and good night.

Aún nos podemos remontar más. Hasta el verano del 53, el sábado 18 de Julio de ese año se gastó 4 dólares de aquella época para llevarse una copia en acetato del disco de 78 RPM grabada en Sun Records. No tenían tocadiscos en casa de Elvis y se quedó olvidado en casa de un amigo. La canción se llamaba My happiness

Elvis foi apenas o 1º produto de marketing branco para combater o crescente interesse pela música de raiz de cultura "negra/blues/cajun/etc" por parte dos jovens de pele branca por este género de música . Chamaram-lhe rock’n’roll para não utilizarem as designações "negras" Blues, BeepBop, etc e deram-lhe um destaque que nunca deram a outros músicos com cor de pele diferente.

Elvis creo indirectamentevMuchAs cosas paralelas.
Algunas de las evoluciones tecnicas que actualmente se usan en el mundo del sonido .. se diseñaron para dar servicio
A las necesidades de Los conciertos de Elvis .
En Su staff TECNICO de Los años setenta habia gente que han sido posteriormente autenticos gurus en el desarrollo de herramientas para grandes conciertos , etc etc

Una voz que aparece una vez en 100 años, como aun faltan como 40 no hay nada en el horizonte para compararse

El cantante más grande de todos los tiempos sin lugar a dudas

"En la localidad de Hibbing, un chaval llamado Robert Allen Zimmerman, que se pondría el nombre artístico de Bob Dylan, estaba tan fascinado con la música y el estilo de Elvis que le cambió la vida. (...) Lo mismo les sucedió a los Beatles, al otro lado del Atlántico, siendo John Lennon su mayor admirador." Y en la localidad de Freehold, Nueva Jersey, un niño de casi siete años vio The Ed Sullivan Show aquel 9 de septiembre de 1956 y también quedó fascinado. Pidió una guitarra para su séptimo cumpleaños, que iba a ser catorce días después. El nombre de ese niño era (y es) Bruce Frederick Joseph Springsteen.

Estás equivocado. Elvis Aaron Presley con dos A.

Se acabó el tiempo de estos grandísimos iconos, enormes músicos y con un appeal incombustible. Con Michael desapareció el último.

http://casaquerida.com/2015/01/07/los-padres-no-son-los-reyes/

Elvis Aaron Presley, Costalero.

"Aron"... no "Aaron".. una sola "a".

Es mi ídolo Elvis, vivirá siempre

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. Redactor de El País y colaborador del suplemento cultural Babelia y las revistas Ruta 66 y Efe Eme. Colabora también con un espacio musical en el programa A vivir de la Cadena SER. Es autor de los libros Acordes rotos y Martha. Cree en el verso de Bruce Springsteen: "Aprendimos más con un disco de tres minutos, que con todo lo que nos enseñaron en la escuela".

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