La americana es una etiqueta que, como todas, seguramente, ni existe ni existió ni existirá pero que se utiliza para aglutinar a puñados y puñados de músicos y bandas en el saturado escaparate musical. A partir de esta denominación como otra cualquiera, se recogen artistas que, en algunos círculos determinados, suelen ser caricaturizados por sus patrones musicales de raíces pero también por los estéticos. Que si son vaqueros, que si granjeros, que si paletos, que si leñadores, que si… Estupideces.
Como todo en esta vida, cada uno se define por lo que sale de su boca. Y, por suerte, Cracker se definen por su música. Siempre han sido unos notables batalladores del rock’n’roll con raíces country y folk, pero en su último disco han hecho una apuesta tan bestia por su visión musical que es toda una bofetada para esos agitadores de la estética moderna. En esta vida, hay espacio para todo, pero está claro que para Cracker y toda esa estela de bandas en su línea lo hay con todas las de la ley.
Hacía tiempo que no se escuchaba un muestrario tan contundente y ambicioso de música norteamericana a secas como Berkeley to Bakersfield. La banda liderada por el cantante David Lowery (ex Camper Van Beethoven) y el guitarrista Johnny Hickman supera sus mejores obras como Koresene Hat o The Golden Age y con este doble disco hace su mejor trabajo. Qué Biblia de americana actual.
Berkeley to Bakersfield hace referencia a ese viaje geográfico en California, pero también sonoro, que va desde Berkeley, junto a San Francisco, hasta Bakersfield, más sureña y una de las cunas del country, casa de francotiradores como Buck Owens y Merle Haggard. Y, en su interior, encontramos dos discos. Por un lado, un demoledor surtido de rock enérgico e incluso ramalazos punk representados en March of the Billionaries, El Cerrito, Life in the big city o You got yourself into this. Y, en otro plástico, conviven con prodigioso gusto el country y el folk que alcanzan un punto impactante en la voz rasposa de Lowery en temas como California Country Boy, Get On Down The Road y I’m Sorry Baby.
Cracker. Una poderosa razón para amar y reivindicar la música norteamericana. Te llamarán nostálgico, te llamarán vaquero de poca monta o dirán que porque no te vas a pastar con las vacas pero a todos esos que se les ve venir con saltos de listos se les puede callar subiendo más el volumen de las canciones de Cracker. Ladran, luego cabalgamos con canciones como esta de Cracker.
**Escucha la lista de reproducción La Ruta Norteamericana: Forajidos.
Hay 6 Comentarios
El articulo tiene varias erratas..... Titulo disco, Camper aun existen pero sobre todo que esto no tiene nada que ver con el rollo americana. Quizas si con el Rock, Country.... No te enteras chaval. Lo haces bien pero estas muy verde
Publicado por: Joserra | 11/02/2015 15:40:35
Una banda extraordinaria!!!!!
Siga así, Sr. Navarro.
Publicado por: Gabriel | 11/02/2015 13:27:33
Uno de los discos más interesantes de 2014 que se le ha pasado a mucha gente.
Publicado por: Martín | 11/02/2015 10:39:24
Un apunte: Camper Van Beethoven aún existen y publican (el último en 2014). La banda es anterior a Cracker y más arriesgada en su sonido, que a mí me encanta. Los dos últimos álbumes, como Berkeley to Bakersfield, también versan sobre el particular universo californiano desde una perspectiva más parecida a la de Cracker que nunca.
Publicado por: Ramón | 11/02/2015 10:34:21
Un disco extraordinario, de un personaje extraordinario como es David Lowery...
Publicado por: Jesús Radio City | 11/02/2015 10:15:58
Muchos estadounidenses y canadienses dirían esas tontadas también y todos, todos los que conozco, les guste o no esa música, se extrañan de que aquí haya gente que la compra y la escucha.
Publicado por: Jose | 10/02/2015 17:30:50