Hay muchas formas de medir el éxito en la vida. En la música, por ejemplo, la cuenta de números es lo primero que te presentan los agentes de prensa, los promotores, los ejecutivos y los vendedores de motos. “Ha sido un éxito. Ha vendido X discos, X entradas, X números uno”, dicen con entusiasmo. Bien. Es una forma de medir el éxito. De esta forma, si no cumples las expectativas, eres un fracaso. Siguiendo esta lógica tan vacua como determinante, se puede afirmar que Robert Lester Folsom es un gran fracasado. Un maravilloso fracasado.