Siempre se citan las mismas fabulosas voces: Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Billie Holiday, Bessie Smith, Etta James… Voces femeninas eternas, recurrentes para recordar el pasado más glorioso del jazz vocal. Sin embargo, a poco que se bucea un poco en este universo sonoro, se encuentran varios ejemplos de intérpretes menos conocidas pero igual de certeras. Hoy traigo una preferida personal: Nancy Wilson.
Recupero a esta vocalista magnífica con motivo de la reedición que el sello Caroline ha hecho de dos de sus mejores álbumes: Just For You y Lush Life. Dos trabajos deliciosos, dentro de su esplendorosa etapa en Capitol, el sello de la Costa Oeste que tanto hizo por el jazz vocal en los cincuenta. Sin embargo, estos dos trabajos, publicados en un breve periodo de tiempo en 1967, vieron la luz en plena contracultura del rock y el pop. Aquel año fue cuando compañía acababa de alumbrar todo un Pet Sounds de los Beach Boys.
Elegancia y vitalidad son tal vez las dos mejores palabras que definen a estos dos discos de Wilson. Dos testimonios discográficos que recogen a la perfección el talento de esta intérprete que a los 15 años, tras cantar en el colegio y en la iglesia de su pueblo, ya ganó un concurso de talentos en un programa televisivo en Ohio. A partir de ahí se hizo fuerte en el circuito de clubes hasta que acabó en Los Ángeles grabando para Capitol, registrando álbumes fabulosos como los que grabó con dos figuras como el enorme saxofonista Cannonball Adderley o George Shearing. Jazz con aroma a clásico.
Wilson, que todavía vive, siempre mostró una afición al trabajo considerable, grabando muchos discos en dos décadas. Impresiona ver su catálogo de discos sobresalientes en los sesenta. También siempre ha sido dueña de una interesante inquietud artística, arrimando su dulce voz de caramelo a ritmos más animados del R&B y al pop. Just For You y Lush Life, recién editados como decía, pertenecen a este segundo grupo de trabajos que sobrepasan las fronteras del jazz. En Just For You se recogen interpretaciones de Cole Porter o Cannonball Adderley pero también todo un Alfie de Burt Bacharach y Hal David, otra maravilla como That’s Life, grabada en su día por Peggy Lee o Frank Sinatra, o una balada rompecorazones como If He Walked Into My Life.
Es corriente ver el nombre de Nancy Wilson en todas esas colecciones de discos de canciones para amantes, jazz para lovers, standards para San Valentín… Su voz es terciopelo puro. Ya sea arropada por fabulosas orquestaciones o arreglos sencillos –qué sensibilidad al cantar Love Can Do Anything en Just For You-, Wilson siempre consigue arañar con distinción. El manoseado calificativo de diva también le pertenece. Por derecho propio. Es una artista fuera de lo común, en su propia dimensión magnífica.
Se comprueba sin ninguna duda también en Lush Life, que se abre con un cinematográfico Free Again, una defensa de la mujer libre, sin ataduras sentimentales, sin necesidad de convenciones sociales. Es un álbum más ardoroso que el anterior, con composiciones de una gran fuerza emocional, como ese When The World Was Young (Ah, The Apple Tree), que se basa en el original francés Le Chevalier de Paris y recuerda las pasiones de la adolescencia. Incluso hay una versión del clásico Sunny, que se lo lleva a su terreno extremadamente delicado.
Son dos álbumes estupendos para escuchar en una noche de verano, acompañados de un buen vino o un buen licor. Dos álbumes que ilustran la parte más brillante de un vocalista extraordinaria, que cantó con Nat King Cole, Sarah Vaughan o Ruth Brown y que actualmente vive en la nostalgia, dentro del circuito del jazz adulto e interpretando sin mucho garbo canciones del inacabable American Songbook. Tira de las rentas y tiene su público, como tantas leyendas del pasado. Pero, si uno coge cualquiera de sus discos de los años ochenta para abajo (especialmente esa década prodigiosa para ella que fueron los sesenta), comprueba que Nancy Wilson puede llevarte a un fabuloso estado de enajenación musical. Perderás la cabeza por esas canciones perfectas y sentirás que es lo mejor que te ha pasado ese día.
*** Escucha la lista de Spotify de La Ruta Norteamericana: Esencia de mujer. Las mejores voces femeninas.
Hay 1 Comentarios
Saludos y agradecido por tu artículo que invita a escuchar a una excelente diva que tenia en el aire.
me gusta mucho su version y el arreglo que es espetacular de Insensatez de Jobim.
Publicado por: Juan Montalvo | 18/08/2016 21:44:34