En La Ruta Norteamericana nos adentramos en un trabajo conjunto realizado por tres mujeres de envergadura artística. Para ello contamos con la colaboración de Toni Castarnado, que siempre anda con el radar a la caza de esos discos femeninos a tener en cuenta. La sección 'Parada para repostar' cuenta hoy con Neko Case, Laura Veirs y k. d. lang.
Supongo que los responsables de Anti debían tener motivos estratégicos para publicar case/lang/veirs en el epicentro del verano, pero quizás, cuando más lucen estas canciones es ahora, con la llegada del otoño. Con la fórmula ya conocida de juntar tres buenas voces, inevitablemente esta obra nos transporta hasta Trio, ese producto que se sacaron de la manga Dolly Parton, Linda Rondstadt y Emmylou Harris. A diferencia de estas otras protagonistas, k.d.lang, Neko Case y Laura Veirs, aquellas damas del country tenían otro perfil, más estatus y sus carreras completamente hechas en 1987. Para ellas no era más que un capricho, otra oportunidad para lucirse. En cambio, lo de case/lang/veirs no tiene nada de preconcebido, fue fruto de un encuentro en Portland. La que lanzó el aviso fue k.d.lang, la más veterana, sus dos compañeras de aventura no tardaron ni media hora en darle una respuesta afirmativa, mordieron el anzuelo.
A su manera, esta nueva hornada de cantantes (si bien Lang lleva muchos años granjeándose una carrera) se mueve con un estilo más independiente, más libre, menos encorsetadas y con más registros. Estamos a acostumbrar a discutir y a poner en solfa la idoneidad de estas conexiones, si son o no son fructíferas, si verdaderamente ofrecen un bocado gustoso que valga la pena, si ahí dentro hay realidad y verdad. En este tipo de asociaciones también tiene mucho que ver el ego, meter a tres gallinas en el mismo corral no siempre es una buena idea, sobre todo si hay una que quiere picar más fuerte que el resto y estas no lo aceptan. En cualquier caso, si el concepto y la resolución están bien intencionados, el esfuerzo y el cariño no resultarán en vano. Neko Case, k.d. lang y Laura Veirs eran conscientes del porqué de este disco, de su carga emocional y sobre todo, cuál era el objetivo de cada una de ellas según sus circunstancias, las que estaban viviendo entonces en lo personal y en lo artístico.
Aquí el peso lo llevaron Lang y Veirs, por una simple cuestión de proximidad geográfica, Case se sumaba en cuanto podía. Curiosamente, quien tiene más presencia es Laura Veirs, quizás sea porque su marido Tucker Martine produce el disco y lo grabaron en el estudio que tienen en casa, al final acaba arrimando el ascua a su sardina, o más bien, porque como narradora (incluso ha grabado discos con canciones para niños), ella vale un imperio y escarba más que ninguna en esa faceta de cuenta historias. De hecho la única que ha escrito temas solas para este disco, en concreto cuatro.
Neko Case es un torbellino y aporta ese plus de luz, de atrevimiento, sus repuntes son bienvenidos, en “Down I-5” se sale del mapa. Y Lang sigue seduciendo como desde el primer día, en ese ejercicio no tiene rival. I want to be there es una declaración de intenciones, por si quedaba alguna sospecha sobre esta unión; esta (y alguna más) la han escrito a tres manos. En Supermoon son críticas con los beneficios reales de ser artistas, se cuestionan si esto es productivo, los arreglos orquestales y las guitarras acústicas le dan un cariz especial a esta composición. Y en Atomic number otro tema espinoso, el papel de la mujer. Quien mejor que este trío para cantar sobre esto. Del amor y su salud compleja, también hablan, y cantan como unas sirenas, les queda de maravilla (el soul blanco de Honey and smoke es delicado como la seda). En Song for Judee se acuerdan de uno de los símbolos del folk, Judee Sill se lleva esta vez la medalla de oro. Seguramente, en un futuro habrá quien se acuerde de Case, Lang, Veirs y les rindan un sonoro homenaje. Se lo merecen.
*** Escucha la lista de La Ruta Norteamericana: Esencia de mujer.
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