La ropa conservaba, esta mañana, los restos de la victoria de ayer. En las camisetas de muchos ruteros aún quedaban restos de maquillaje rojo y amarillo que la euforia (y el sudor) arrastró de la cara de los chicos a las prendas. Fue un día inolvidable. España se convirtió en campeona del mundo mientras ellos estaban en plena Ruta Quetzal BBVA. Son dos cosas que la memoria no deja escapar. "En la primera parte estábamos apagados", decía César esta mañana, durante la marcha por el cañón del río Lobos. Pero la prórroga fue un infierno. Pura tensión.
Los chavales se dejaron la garganta jaleando, cantando eso de "campeones, oe", al ritmo de la dulzaina del titiritero, Salva. Y luego llegó el éxtasis: el gol de Iniesta. Costó volver a sentar a las decenas de ruteros que daban brincos en el comedor donde vimos el partido en pantalla gigante. Después, los nervios no les permitieron levantarse hasta que el árbitro pitó el final del partido. Y entonces sí. Gritamos, saltamos, nos abrazamos y hasta cortamos la calle que baja junto a la plaza Mayor de Burgo de Osma, en Soria. Los coches, o pitaban, o no pasaban.
La noche se alargó hasta pasadas las doce. Pero la fiesta había empezado mucho más temprano. Después de despertar sobre las siete de la mañana al ritmo de la dulzaina y el tamboril, no había una mejilla por pintar con los colores de la bandera española, que pasearon los ruteros por todo el casco antiguo de Segovia. Fue la última caminata por la ciudad en la que a las esfinges las llaman sirenas (y todo por un error en la construcción de las estatuas que adornan la plaza de San Martín). Algún despistado aún esperaba que le dejasen comprar una bufanda antes de salir hacia Burgo de Osma. Pero no hubo suerte: "En el tiempo libre", le contestaba la monitora.
Hoy, durante la primera marcha por el campo tras cuatro días de asfalto, todo, o cai, eran sonrisas. Nos esperaban cuatro horas de trayecto a pie. Y sin ducha. Ayer los organizadores decidieron que el sistema que el Canal de Isabel II había prestado a la Ruta volviera a casa. "El vehículo no tiene suficiente potencia", explicaba Jesús Luna, jefe de campamento. Esta tarde toca baño con los bomberos. "Hemos tenido bomberos dos veces en México", contaba esta mañana Miguel. "Es mucho mejor, más divertido".
Sería la energía que dicen que emana del terreno, sobre el que se asienta la ermita de San Bartolomé, un templo neotemplario. Las corrientes telúricas o la simbología de su rosetón y sus grabados en la piedra ha podido ser lo que ha llevado al grupo 10 al completo a representar, subidos al peñón que daba acceso a una cueva, la mítica escena del Rey León en el que Mufasa presenta a su hijo en sociedad. Todo un espectáculo. "Se nos ha ido la olla", confesaba uno de los chavales. "Estos son los efectos primarios de la Ruta, los de dentro. Los secundarios son los posruta".
Hay 3 Comentarios
Felicitaciones Laura, y a todos los españoles por ese triunfo tan merecido. Realmente es algo para la historia. Todos los ruteros 2010 recordarán estos momentos de euforia, recordarán siempre el haber vivido el final de una copa mundo llenos de alegría compartiendo con sus compañeros de ruta.Y haberlo celebrado con tanto entusiasmo. Como dice Iñigo, la Ruta del mundial. Cuando en un futuro les pregunten el año en que fueron ruteros con alegría responderán: ¡La Ruta del Mundial, la de España Campeón! ¡ Viva España, Viva la Ruta Quetzal!
Publicado por: iliana martelo | 13/07/2010 23:20:25
Me encantan tus crónicas! En el grupo 10 está mi hijo, Gonzalo y puedo imaginar la escena completa, con " ida de olla" y risas a montón.Gracias, reina.
Publicado por: Yael Cortés | 13/07/2010 0:46:12
Que simpatica, Laura la descripción de la representación de los chicos y la foto como la pelicula El REY LEÖN!
Se ven divertidos y bien...
Saludos a Elena grupo 9 de Chile sus padres y hermanos
Publicado por: MONY | 12/07/2010 22:28:13