“Macho, no lo había pensado”, dijo un rutero cuando entrábamos en Santiago de Compostela, “pero la gente que llegaba aquí antes andando tenía luego el camino de regreso”. Como esos peregrinos, los expedicionarios de la Ruta Quetzal BBVA comenzaron su vuelta desde la ciudad del Apóstol. La primera parada fue en León, donde el martes vieron como se batían dos record Guinness. El profesor Jesús Gutiérrez Burón imparte Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y les explicó los fundamentos del arte asturleonés para que luego los chavales los aplicasen en una visita por el centro histórico de la ciudad. Visitaron la catedral de León, única por su pureza dentro de la época gótica. Estos templos tenían una construcción tan difícil, costosa y larga que solían haber variaciones de estilo entre el inicio y el final. La de León se construyó a lo largo del XIV en menos de 100 años. Otro record. Las vidrieras son impresionantes, los retablos me gustaron menos. Luego, delante de la portada principal de la basílica de San Isidoro- románica con añadidos góticos-, empecé a charlar con un peregrino estonio que venía andando desde Francia. En mitad de la conversación, aparecieron y se sentaron algunos ruteros, justo a tiempo para ver como una paloma defecaba sobre su cabeza. Una niña le dejó un clínex y le dije que en España se dice que trae suerte. Él no se sentía afortunado.