Perú es desierto, pero también es fauna. Las islas, islotes y Puntas Guaneras esconden una comunidad muy peculiar por su riqueza marítima y su belleza tan singular. Acercarte en una lancha a estas islas deshabitadas es todo un espectáculo para los sentidos, que se ponen de cero a mil en cuestión de minutos por la conjunción de olores, sonidos e imágenes de todo su conjunto. Es como meterte dentro de un documental de National Geographic para ver a dos metros de ti a un lobo marino tomando el sol sin que se inmute, a los elegantes pingüinos de Humboldt perfectamente alineados observando impertérritos el panorama o a aves tan bellas como la guanay, el piquero alcatraz o el zarcillo sobrevolando a ras las aguas cristalinas.
Desde Piura hasta Moquegua, esta reserva nacional es un área natural protegida considerada clave para la conservación e investigación científica de miles de especies de fauna marina costera, algunas de ellas en peligro de extinción, como el pingüino de Humboldt, el Parihuana o el cóndor. Integrada por 22 islas e islotes y 11 puntas guaneras, asegura además el aprovechamiento sostenible de diversos recursos hidribiológicos que benefician a la población local, además de contribuir a desarrollar actividades turísticas como la observación de aves y mamíferos marinos y la pesca deportiva. Y lo más curioso es que la reserva está rodeada por cerros, dunas, eriazos, acantilados y quebradas secas. Un milagro de la naturaleza.
Aunque parezca una broma, en esta especie de cabaña tan variada de aves, sus deposiciones –que se llaman guano- se han convertido en oro, ya que han sido explotadas como fertilizantes desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad debido a sus altos niveles de nitrógeno y fósforo. Tanto es así, que a mediados del siglo XIX se exportaba a países como Inglaterra o Francia y en 1890, cuando terminó la guerra con Chile, permitió cancelar la deuda externa de Perú. En 1909, el gobierno reorganizó la administración de la industria del guano y puso el producto al servicio de la agricultura peruana.
Pero no todo son datos positivos sobre este tesoro de la naturaleza situado entre las provincias de Pisco e Ica y que han visitado los chicos de la Ruta BBVA. Cada cuatro o cinco años el fenómeno del Niño revoluciona en el mes de diciembre el litoral peruano subiendo la temperatura del agua, lo que afecta a especies tan importantes como la anchoveta. Esta especie de pez, la más abundante en el mar peruano, constituye su principal fuente de riqueza, además de ser el plato principal de especies como los lobos marinos, los pingüinos, numerosas aves y las ballenas. Su pérdida es letal para la zona, que ve cómo el Niño provoca la muerte de gran parte de su fauna marina.
FOTOGRAFÍAS: ÁNGEL COLINA
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