05 junio, 2007 - 08:52 - Rosa Jiménez Cano
Biodiversidad
En tiempos de pensamiento único -en lo taurino mucho más- no sólo peligra la cabaña brava y sus diferentes encastes. También escasean los toreros derechazos. Quedo tranquila al saber que en Las Ventas se sigue valorando -y no necesariamente premiando- a los toreros con personalidad.
Todavía ha quien sabe que la lidia es algo más que un natural y tres derechazos, abrochados siempre con el de pecho. Todavía hay quien entiende que la comunicación entre ruedo y tendido va más allá del "ponte" o "crúzate", porque cuando el amor es sincero, sobra con la mirada.
Sólo así tiene cabida Esplá en el escalafón. Sólo así, aceptando que la fiesta de los toros es mucho más que los tres pases de siempre, que la disección de la bravura y una apología de los terrenos forman parte de la lidia, existe este torero. Y por muchos otros motivos, pero también con la diferencia como argumento, se dan milagros como la comprensión y espera de Morante, la aceptación de Conde, el consentimiento de Frascuelo o ciertos mimos con Curro Díaz.
El día que cambien estos caprichos sólo quedarán pegapases, muleteros clónicos y funcionarios del traje de luces. Toreros de seis a ocho y "las horas extra la cobro aparte". Ese día, me borro de esto. Prometido.
Pd.: En contra mi creencia inicial, Esplá no va de "pitufo y oro", sino de "Azul mediterráneo y oro". A ver si se lo pone el día 16 con los Miura.
¡Y yo también me quito! Lo prometo, así me cueste abandonar mi veneradísima fiesta.
Publicado por: Abadía Vernaza | 06/06/2007 5:37:41