Cerca de unos dos millones y medio de personas viven en slums, según un estudio realizado por el Banco Mundial, en Kampala. Hasta ahora, de los 63 slums que hay actualmente en la capital ugandesa, no han habido datos oficiales sobre la cantidad de personas que viven en estos asentamientos informales, de las infraestructuras con las que cuenta cada uno de los slums o de las necesidades básicas que hay que cubrir en ellos. Sin embargo, poco a poco, organizaciones locales y comunidades, trabajan para confeccionar mapas que ayuden a localizar y visibilizar las problemáticas reales de estos barrios marginales.
En un vídeo de SciDev.Net, la enorme red de profesionales dedicados al desarrollo a través de la ciencia y la tecnología, se subraya la importancia de la participación ciudadana en la planificación urbana en el contexto de los slums o asentamientos informales de la ciudad de Kampala.
Las problemáticas en los slums son similares en las distintas ciudades del mundo: falta de acceso a viviendas adecuadas, falta de recogida de basuras, falta de agua corriente, contaminación o falta de higiene. Pero en las zonas tropicales, además, hay ciertos agravantes producidas por el clima. En Uganda, las estaciones lluviosas son dos: de marzo a mayo y de septiembre a noviembre. Durante estos períodos, las inundaciones en las ciudades empeoran la situación de los residentes de los slums y aumentan los casos de enfermedades como la malaria, cuyos vectores están relacionados con el agua. Pero también pueden empeorar casos como los brotes de colera.
La organización ACTogether, junto con la National Slum Dwellers Federation of Uganda (NDSFU), trabaja desde 2006 para desarrollar políticas urbanas que beneficien a los residentes de los slums. A través de un mapeo de los slums, hasta ahora no realizado por parte del gobierno, la organización se apoya en la población local para recoger datos demográficos o estructurales que sirven como herramientas de negociación. La mobilización de las comunidades locales hace que los residentes de cada slum tomen conciencia de sus problemáticas y generen nuevas dinámicas de participación y organización.
Como reconoce Hassan Kiberu, presidente de la NDSFU: "cuando las comunidades no están implicadas, nada puede ser sostenible". Para Kiberu, cuando no se fomenta la participación, cualquier intervención externa va a ir en la dirección equivocada. Por ello, los foros de participación son actualmente cruciales para encauzar cualquier proyecto o intervención en los slums.
Como se comenta en el vídeo, desde 2012, el programa Urban Studio ha acercado las universidades a las comunidades locales, encargadas de la recopilación de datos. Los universitarios, capaces de analizar estos datos, son los encargados de producir informes detallados. Pero el intercambio de información y conocimiento entre unos y otros, está siendo esencial para redirigir los departamentos de planificación urbana, tradicionalmente alejados de la realidad de los slums.
Según Medie Lutwama, de la organización ACTogether, todas estas acciones están ayudando a alzar la voz a los residentes de los slums de Kamapala, para proyectar aquello en lo que quieren convertir sus asentamientos dentro de veinte años. Calles asfaltadas, retretes públicos limpios y asequibles o centros hospitalarios, son las principales demandas desde los slums.
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