La cara oculta de un ciclo de despojo en la ‘cidade maravilhosa’
Por Daniel Meza Corvalán* y Michael Janoschka**
Falta exactamente un año para la ceremonia de inauguración de los XXXI Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro. A partir del 5 de agosto de 2016, los ojos del mundo se concentrarán durante 17 días en la ‘cidade maravilhosa’, y en los más recientes atributos que esta exhibirá en su condición de ciudad olímpica. Culminará así un minucioso proceso de más de una década de preparación, que ha transformado para siempre diversas facetas de la vida urbana de esa mítica ciudad. Sin embargo, no deberíamos encandilarnos bajos las luces que iluminarán el espectáculo olímpico, pues bajo la alfombra y tras bambalinas se encuentran las víctimas de tal violenta transformación: los desplazados. En su segundo paso por una metrópolis latinoamericana (México ’68), son estas voces las que nuevamente denuncian el actuar del capitalismo desatado y su intento por mercantilizar todas las facetas de la convivencia humana. Echemos un vistazo pues a como se entreteje este escenario.
Como sabemos, en materia deportiva, cada JJ.OO. representa el fin de un ciclo, donde el deportista enfrenta la instancia de alcanzar la victoria y cosechar beneficios. Análogamente, el desarrollo vertiginoso de la ciudad contemporánea también pareciera desarrollar esta lógica, pues se van armando ciclos de transformación urbana a partir de la adopción de estrategias de atracción de capital. Así se establece una dinámica de competencia entre ciudades, en que instancias como ser sede de los JJ.OO, u otro evento que movilice capital, genera tanta o más expectación que el propio evento, sobre todo entre gobernantes, inversionistas, y otros actores capaces de cosechar beneficios políticos y económicos.
Históricamente, Rio de Janeiro ha pasado por marcados ciclos de transformación urbana. La propia modernización de la ciudad a principios del siglo XX significó el desalojo de la población pobre del centro y su desplazamiento a favelas. Posteriormente, parte de estas mismas favelas sufrieron nuevos procesos de desalojo, asociados a la valorización de atractivos turísticos y ambientales. El ciclo actual de reestructuración urbana, correspondiente a la ciudad olímpica, promete gestar una nueva refundación de la ciudad, profundizando los principios de exclusión y exclusividad.
¿De qué manera se presenta el nuevo ciclo de revalorización en Rio de Janeiro?
Desde comienzos de la década de los noventa se ha ido instalando un escenario de reestructuración que culminará con la realización de los JJ.OO. Las diversas prácticas desarrolladas en este marco son parte de un mismo proceso por capitalizar la ciudad como una mercancía, atravesando por diferentes formas de violencia implícita y explícita que incluyen:
- la expulsión directa de población ‘no deseada’
- la exagerada extensión de sistemas de seguridad y control
- la asimilación de la favela al mercado urbano y el turismo
- el alza generalizada de precios de la vivienda y de la vida urbana.
Revisando uno a uno estos modelos y sus consecuencias, vemos, que en primer lugar, la expulsión directa de población ‘no deseada’ responde a la misma lógica de erradicación de los pobres de ciclos anteriores, no obstante busca legitimar su actuar a través de la entrega de compensaciones que suelen ser parciales o deficientes. Por su parte, la extensión exagerada del sistema de seguridad y control, entre otras cosas, ha significado la militarización de la ciudad, aumentando la discriminación étnica y el recrudecimiento del actuar policial – con un saldo de varios miles de asesinados anualmente. Luego, la asimilación de la favela al mercado urbano, junto a la regularización de títulos y mejora de condiciones físicas, ha activado procesos de recambio de habitantes en una particular forma de gentrificación. Por último, el alza general de los precios de alquiler y venta de vivienda ha disminuido el acceso a la ciudad consolidada, motivando un despojo más silencioso pero extendido a toda la población carioca.
¿Para quiénes se construye la ciudad olímpica? – niños jugando en Vila Autódromo
Foto: J. Sequera
Vila Autódromo - el caso emblemático de expulsión
La ejecución del proyecto de ciudad olímpica ha implicado hasta ahora el desalojo directo de más de 16.700 personas, además de otros 12.200 que sufren la presión a ser desalojados de las zonas intervenidas. Pero más que cifras, cabe resaltar el sufrimiento de estas personas que ven despojadas sus vidas por el mercado capitalista. Darles cara y voz a ellos resulta fundamental.
Probablemente, el caso emblemático de estos JJ.OO. será la comunidad de Vila Autódromo. Instalada hace más de cuarenta años al borde de la laguna de Jacarepaguá, y llegando a contar con 550 familias, hoy pasa su momento más difícil. En sus orígenes, la valorización inmobiliaria de la zona era baja, siendo más bien una zona externa a la ciudad. Si bien esto facilitó la obtención de derechos de uso y consolidación del asentamiento, no tardaría en convertirse en blanco de la presión inmobiliaria por el avance del modelo vertical de condominios de alta renta.
El momento actual está marcado por la construcción del Parque Olímpico en una extensa área colindante a la comunidad. Terminados los JJ.OO. se proyecta, a modo de legado olímpico, reconvertir el 60% de las instalaciones deportivas en proyectos inmobiliarios. Con ello, la serie de argumentos hasta ahora utilizados sin éxito por el poder público (preservación ambiental, daño estético y ensanches), han conseguido cuajar en un proyecto de Parque Olímpico que sirve deliberadamente de intermediario entre la informalidad y la valorización inmobiliaria. A partir de este punto, desde 2014, un conjunto de acciones combinadas, de orden jurídica, policial, psicológica, etc., ha dado inicio al desalojo de la comunidad, convirtiéndose en una demostración palpable de los modelos de violencia antes mencionados.
A pesar de este escenario, desde la propia resistencia asoma una luz de esperanza. El conjunto de pobladores organizados de Vila Autódromo ha logrado articular un amplio apoyo, consiguiendo desacelerar el avance de los desalojos mientras se reivindica el derecho a permanecer. A un año de dar inicio a los JJOO vemos que no todo está dicho en relación al ciclo urbano, tanto en la ciudad sede como en otras latitudes. Llamamos a los espectadores a no ignorar estas voces, y su fuerte crítica a la lógica de mercantilización urbana dominante.
EU FICO (Me quedo) - Lucha y Comunidad en Vila Autódromo (Rio de Janeiro) from Contested_Cities on Vimeo.
¿Te interesa conocer el caso de Vila Autódromo en detalle? – El documental EU FICO (Me quedo) – Lucha y Comunidad en Vila Autódromo te lo cuenta en 12 minutos.
* Daniel Meza Corvalán, Arquitecto de la Universidad de Chile e Investigador CONTESTED_CITIES en la Universidade Federal do Rio de Janeiro
** Michael Janoschka, Investigador Ramón y Cajal en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid y coordinador científico de CONTESTED_CITIES.
Hay 0 Comentarios