Con la colaboración de Marie-Alexandra Kurth y Lisa Reudenbach de Cities Alliance
Vistas de Nairobi. Fotografía: A Human City
La batalla por la sostenibilidad global se ganará o perderá ... en ciudades africanas.
La "africanización" de la famosa frase del pionero de desarrollo global, Maurice Strong, parece más relevante que nunca, considerando que la tasa de crecimiento urbano en África es la más alta del mundo - un 4,5 por ciento por año – y que actualmente, al menos el 40 por ciento de los africanos vive en un entorno urbano, una proporción que podría elevarse a la mitad para el año 2035.
Esto significa que por lo menos 867 millones de personas pronto se añadirán a las ciudades en África. En 2050, la población de las zonas urbanas puede llegar a más de 1,300 millones de personas.
Dicha urbanización debería venir con muchas de las ventajas que la densidad de población puede aportar. Por ejemplo, el proceso de urbanización debería mejorar la prosperidad económica del continente y acelerar el crecimiento, ofrecer sistemas eficientes a los centros urbanos que producen bienes industriales y servicios de alto valor o proporcionar redes de transporte que enlazan las economías nacionales con los mercados regionales y globales. Idealmente, facilitaría compartir la riqueza generada para reducir la desigualdad y reducir la huella ecológica. Por lo tanto, parece haber campo para la esperanza: después de todo, el 55 por ciento del producto interno bruto de África se genera en sus ciudades y se espera que esta cifra aumente considerablemente en las próximas décadas.
Para muchos, sin embargo, la urbanización en África no ha logrado alcanzar el crecimiento inclusivo que se esperaba y los retos a los que se enfrenta el continente con esta expansión urbana son desalentadores. La desigualdad en las ciudades de África sigue siendo la segunda más alta del mundo; la media del “coeficiente Gini” del continente - una medida común de desigualdad –se sitúa alrededor del 0,58, muy por encima de la media global de 0,4.
Ello implica que hoy en día, alrededor del 60 por ciento de los africanos siguen viviendo en lugares donde el suministro de agua y el saneamiento son insuficientes. Se estima que sólo el 20 por ciento de la población de África subsahariana tiene acceso a la electricidad. Y quizás lo más preocupante es que la ausencia de políticas de integración y planificación genera una proliferación de asentamientos informales (favelas, slums...) que sigue siendo la forma dominante de la expansión de las ciudades.
Sin embargo, este año hay una oportunidad para empezar a poner en marcha las directrices globales que podrían aportar mucho para reorientar el pensamiento de los responsables políticos de África de manera que se puedan empezar a cambiar estos patrones. En octubre, los líderes mundiales se reunirán en Quito, Ecuador, para la conferencia Hábitat III, donde se pondrán de acuerdo sobre una nueva agenda urbana que va a establecer la estrategia global de la urbanización para las próximas dos décadas.
Como parte de este proceso, esta semana los líderes africanos se han estado reuniendo en Abuja, Nigeria, para discutir y acordar la postura común del continente sobre Hábitat III. Si bien existe un gran potencial para fomentar un cambio en el proceso de urbanización africana, no está claro si va a responder a las opiniones, necesidades y experiencias específicas de las autoridades locales en África. Estos últimos meses, sin embargo, se ha visto una cristalización de muchos de estos puntos de vista - recomendaciones que los líderes africanos ahora han de considerar para garantizar un proceso inclusivo y participativo.
Clave de la descentralización
La séptima Cumbre de Ciudades Africanas, Africities, tuvo lugar recientemente en Johannesburgo para hacer frente a los retos de las zonas urbanas del continente. Su principal objetivo fue comprender el impacto que la urbanización africana tiene en sus ciudadanos y la capacidad que tienen las autoridades locales para garantizar la oferta de servicios básicos a las zonas urbanas.
Durante el evento, los participantes de la cumbre coincidieron en algunas prioridades básicas. La más importante fue reconocer que la gestión de las zonas urbanas se ha convertido en uno de los retos más importantes para el desarrollo de África en el siglo XXI. Por lo tanto, el buen gobierno y la inversión urbana serán fundamentales para asegurar reducir los efectos negativos de la urbanización.
Imagen sobre Kibera, uno de los asentamientos informales más grandes de África. Fotografía: @Pgarciaserna
Aún así, varios participantes señalaron que también sería importante no adoptar una solución única para el continente: "La urbanización de África no se ajusta a los viejos paradigmas de desarrollo urbano", comenta Aisa Kirabo Kacyira, sub-directora ejecutiva de ONU-Hábitat. "En las ciudades europeas, las personas acudieron a las ciudades a través de la revolución industrial y la generación de empleo en las fábricas. En África, la gente está dejando las zonas rurales debido a la falta de servicios básicos y puestos de trabajo, acudiendo a ciudades que no están preparadas para acogerles, con baja capacidad de prestación de servicios básicos y falta de oportunidades de empleo".
Estos desafíos ponen de relieve lo importante que es crear estrategias descentralizadas para proporcionar servicios básicos a ciudades secundarias, de escala más pequeña, que puedan facilitar la transición entre las actividades rurales y no rurales. Casi dos tercios de la población urbana de África vive actualmente en ciudades que cuentan con menos de un millón de habitantes.
"Las ciudades intermedias son ahora los frentes de batalla donde se siente toda la presión de la urbanización y donde se pueden encontrar algunas de las soluciones urbanas ", comenta Edgar Pieterse desde el African Centre for Cities.
"El papel y la importancia de estas ciudades tiene que ser más reconocido entre las políticas nacionales", dijo. "Aquí es donde la mayoría de las inversiones y la planificación urbana debe tener lugar: dotándoles de infraestructura adecuada, ayudando a entregar servicios básicos y fomentando la generación de oportunidades de trabajo".
Con el fin de implementar y mejorar las estrategias de este tipo, muchos líderes, incluyendo el alcalde de Johannesburgo Mpho Parks Tau, y el de Dakar, Khalifa Sall, hicieron hincapié en la necesidad de promover la descentralización y la importancia de fomentar el papel de las autoridades locales.
"Las autoridades locales se supone deben estar en la vanguardia de los objetivos del desarrollo sostenible y de la nueva agenda del cambio climático”, comenta Parks Tau. “Es muy importante que se vean a sí mismos como agentes de cambio en la implementación de estos nuevos programas y actúen en consecuencia para abordar adecuadamente la nueva agenda urbana”.
Khalifa Sall afirmó en la cumbre que "el desarrollo del continente tiene que empezar desde cero y las autoridades locales tienen un papel predominante para jugar, puesto que están en contacto diario con la gente y por lo tanto son más conscientes de sus realidades. Por lo tanto, la acción y la movilización de los actores locales va a ser clave para hacer frente a los retos urbanos en África".
El fortalecimiento de la posición común
Con los ecos de la Cumbre Africities en mente, la principal atención se centra ahora en el proceso de Hábitat III y reunión que ha tenido lugar en Abuja de esta semana.
Los Ministros Africanos de Vivienda y Desarrollo Urbano han elaborado un documento de posición común africana que tiene como objetivo hacer frente a los retos a los que las ciudades africanas se enfrentan. Esta estrategia, que se basa en ocho "pilares de la acción" contiene componentes relevantes significativos. Por ejemplo, priorizan adecuadamente la necesidad de mejorar el potencial de la urbanización para acelerar la transformación económica estructural e impulsar la sostenibilidad y la resiliencia, así como promover el desarrollo urbano centrado en las personas.
Sin embargo, la redacción actual y el contenido del documento también plantea dudas sobre la forma en que los ministros africanos van a integrar el rol de las ciudades y el papel de las autoridades locales en el proceso. Actualmente, la propuesta carece de reconocimiento de las ciudades como sistemas integrales complejos y no como meras unidades administrativas.
Los ocho pilares propuestos necesitan incorporar una comprensión más valiente, incluso visionaria, sobre el papel de los gobiernos locales. También necesitan apoyar sistemáticamente y asegurar el fortalecimiento de las autoridades locales para que puedan llevar a cabo su función.
Como muchos líderes urbanos africanos reiteraron en la Cumbre de las Ciudades de África, el fortalecimiento también tiene que estar alineado con la participación de una amplia gama de actores clave en desarrollo urbano. Estos incluyen el sector local privado, las asociaciones municipales y la sociedad civil, en representación de las comunidades y los ciudadanos, incluidos los movimientos de base y representantes de residentes en barrios informales.
Aunque el desarrollo urbano de África no será un camino fácil, la falta de una visión clara y la carencia de apoyo político al reconocimiento del papel de las ciudades y las autoridades locales dificulta todavía más el proceso. Es fundamental que los líderes africanos asuman la visión transmitida en Africities y lideren el proceso de la nueva agenda urbana incorporando a todos los actores y posicionando a la ciudad como eje clave del proceso.
Articulo publicado en Citiscope en inglés. Traducido en exclusividad para El Pais - Planeta Futuro / Seres Urbanos
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