Durante años, Egipto ha luchado para cumplir con las expectativas de gestión de residuos en sus zonas urbanas y rurales, que han estado embarcadas en decisiones políticas que han privado los derechos de los Zabbaleen, un término que literalmente en arábico-egipcio significa “gente basura”. En el contexto cultural, esta terminología se utiliza para referirse a los colectores de basura de la ciudad de El Cairo, principalmente adolescentes y adultos que desde 1940 han estado seleccionando y vendiendo los desechos (cartón, vidrio, plástico…) como modo de supervivencia ante la ausencia de otras opciones de empleo.
En 2004, el gobierno del presidente Mubarak colocaba la recolección de residuos domiciliarios en manos de multinacionales, poniendo así en peligro la forma de ganarse la vida de la comunidad zabbal. En 2009, todos ellos sufrieron aún más cuando Mubarak ordenó el sacrificio de más de 300.000 cerdos como precaución contra la gripe porcina; los cerdos no sólo les servían como medio de eliminación de desechos orgánicos, sino como una fuente de ingresos.
En el barrio de Manshiyat Naser, en El Cairo, la comunidad copta zabbal ha estado recogiendo basura durante décadas, desarrollando gradualmente un sistema de reciclaje eficiente y altamente rentable. Aun así, el lugar se percibe como algo sucio, marginado y a la vez segregado espacialmente.
Vista de la obra de eL Seed desde Mokattam. Fotografía cedida por eL_Seed
Este hecho fue lo que impulsó al artista franco-tunecino eL Seed a viajar a El Cairo para plasmar un potente mensaje de apoyo a la comunidad zabbal. eL Seed fue criado en Francia y su obra es conocida por incorporar la tradicional caligrafía arábica, un estilo que él mismo describe como Caligraffiti. Empezó a aprender este tipo de caligrafía a finales de su adolescencia, cuando plasmaba sus trabajos como artista urbano en las calles de París. Ahora adorna paredes, fachadas y vecindades en distintos continentes.
En su corta intervención en TED, habló de la importancia del graffiti en las ciudades y el impacto que puede tener en la sociedad. Su mayor ambición es hacer el arte tan bonito que no necesite traducción.
Junto a su equipo de artistas y la comunidad local de vecinos del barrio de Manshiyat Naser, eL Seed diseñó una pieza anamórfica que cubría casi 50 edificios de la vecindad, solo visible desde un punto de la montaña de Mokattam, en el Cairo. Esta obra se llama “Perception” (Percepción), y cuestiona el juicio erróneo que la sociedad pueda tener inconscientemente de una comunidad basada en sus diferencias. En su composición, usa las palabras de Atanasio de Alejandría, un obispo copto del siglo III AC, diciendo: “si uno quiere ver la luz del sol, necesita secarse los ojos”.
'إن أراد أحد أن يبصر نور الشمس, فإن عليه أن يمسح عينيه'
La comunidad zabbal no vive entre basura sino de la basura; y no solo de su basura sino de la de toda la ciudad de El Cairo. Solo ellos se encargan de limpiar la capital egipcia. Lamentablemente, se les ha asignado el término Zabbaleen, con el que no se sienten identificados.
Recientemente, los recicladores han sido reintegrados a los servicios de saneamiento de El Cairo. Así lo mencionó la nueva ministra de medio ambiente Leila Iskander, que animó a la comunidad a formalizar sus empresas y reconoció su importancia en la ciudad: “Durante años, la comunidad ha creado un ecosistema eficiente que es viable y fiable, con una capacidad de reciclaje de casi el 100%, generando trabajo tanto para mujeres y jóvenes, que son los primeros que sufren los efectos del desempleo en Egipto”.
A día de hoy, los residentes de la ciudad no pueden dejar de admirar el impacto significativo que esta comunidad ha dejado en El Cairo; ellos ejemplifican el trabajo constante, el esfuerzo y el sacrificio. Una manera de vivir el día a día que ha dejado huella 'física', en parte, gracias a la obra de eL Seed.
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