El artista búlgaro Christo Guelov y sus series Funnycross I y II han teñido los pasos de cebra de la comunidad de Madrid en varias intervenciones artísticas que transforman el gris asfalto de la ciudad en un animado y colorido espacio urbano. Hemos podido conversar con el autor de los mosaicos en el suelo de la ciudad, que nos explica su obra así:
Seres Urbanos: ¿Por qué pintar pasos de cebra? Explícanos el origen de Funnycross.
Christo Guelov: Funnycross es una intervención artística en el entorno urbano. El origen de Funnycross se remonta en 2012, cuando fundé un colectivo artístico con otros artistas llamado "Open Street Art" para arte urbano. Deambulamos por calles, callejones y rincones urbanos, observando y analizando el espacio urbano en Madrid. La experiencia fue interesante y un año después, cuando abandoné el colectivo, nació la idea de "Funnycross". Elegí los pasos de peatones, porque son un icono universal. Un patrón que se repite constantemente y me pareció un lugar apropiado para esparcir pizcas de color en el espacio urbano. Lo interpreté como "puente entre dos orillas", que realmente es, para los peatones. Rescaté el concepto decorativo de los mosaicos romanos y decidí intervenir en el curioso paspartú, que forman las líneas blancas de las cebras, sin invadirlas y de esta manera potenciar visualmente la presencia de las mismas.
SU: ¿En qué lugares has realizado éstas intervenciones y por qué en estos lugares en concreto?
CG: "Funnycross" se realizó en abril 2015 en el municipio de Torrelodones, en la provincia Madrid, patrocinado por el ayuntamiento. El sitio elegido fueron los pasos de peatones delante de los colegios de la ciudad. Aquí está la funcionalidad del proyecto, que introduciendo color en los pasos de peatones intenta concienciar los niños de que hay que usarlos. Después de la experiencia obtenida y la aceptación por parte de los vecinos de Torrelodones, el ayuntamiento amplió los pasos de peatones intervenidos con otros 13, "Funnycross II" y los distribuimos por toda la ciudad formando rutas escolares para motivar a los niños de ir a la escuelas andando acompañados por un monitor.
SU: Pero no es tu primera intervención urbana, ¿verdad?
CG: No es la primera. Hice una en 2014 en Montreal, Canadá, mediante video mapping y durante 2 meses, interviniendo sobre la fachada de Hotel Place de la Paix con la performance audiovisual "Color.rythmetic", donde obtuve el gran premio en el concurso internacional en homenaje al cineasta y director de animación Norman McLaren. También hice otras dos intervenciones en el entorno urbano en mi país de orígen, Bulgaria, en concreto "The house of water", una instalación cinética en Samokov 2015 y "Orange rings" 2016, una reflexión sobre los procesos migratorios en mi ciudad natal Veliko Tarnovo.
SU: ¿De qué forma el arte urbano puede mejorar la calidad de vida y la seguridad de las personas y sobre todo, de los niños y niñas?
CG: De forma alternativa y activa. Hacer el entorno que nos rodea mas humano es el principal desafío, no solo para arquitectos, sino también para los artistas urbanos. En el caso de la seguridad de los niños y niñas, creo que el experimento "Funnycross", da una alternativa de cómo hacer mas visibles los pasos de peatones y llamar la atención de los conductores para extremar su atención en cruzarlos. Aquí debo subrayar, que "Funnycross", no pretende cambiar la señal ética vial, sino todo lo contrario, con la excepción, confirmar las reglas. Ya hay varias ciudades que se plantean apadrinar la intervención, Berlin, Bratislava y Sofía entre otras.
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