Shanghai Calling

El blog

Shanghai

Shanghai Calling es un blog de experiencias y descubrimientos que no tiene más pretensión que la de una guía útil para todo el que sienta la llamada de esta ciudad, ya sea porque se haya planteado viajar a Shanghai o por puritita curiosidad. ¿Oyes la llamada? Contesta!

Autora

Patricia Ortega Dolz

Patricia Ortega Dolz (Adra, Almería, 1976) es reportera de El País desde el 2000. Y un viernes de cierre tardío del pasado mes de junio se fue a tomar una cerveza al Clandestino y, a pie de barra, conoció a una mujer de Ciudad Real que, al cuarto tercio, le ofreció un trabajo en Shanghai durante la Expo. Pidió una excedencia por un año y allí está. Real como la vida misma.

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25 jul 2010

El 'Strip' de Pudong

Por: Patricia Ortega Dolz

STRIP 1

Todo organismo vivo tiene sus perversiones y una ciudad como Shanghai no iba a ser menos. En Pudong, la zona financiera de esta ciudad que vive en plena burbuja inmobiliaria, hay fundamentalmente oficinas, hoteles, urbanizaciones y edificios residenciales, centros comerciales y grandes avenidas, aparte de la zona EXPO (a tomar por el sur).
Es una parte de la ciudad pensada para los negocios y, por extensión, para los ejecutivos, y también para familias: hoteles de todo pelaje, apartamentos, urbanizaciones vigiladas, algún parque, zonas deportivas y zonas de compras… A no ser que sea para subirse en lo alto de un rascacielos (Jin Mao Tower o Shanghai World Financial Center) o para atravesarla de camino hacia la EXPO, los turistas esta zona Este del río ni la huelen…  Así que “lo que pasa en Pudong, se queda en Pudong”…

MIRANDO BUENA

Algunas de sus avenidas principales, como Pudong Av. o Yincheng rd, están plagadas de locales nocturnos que encienden sus neones al anochecer. “Las Happy sisters”, “Angel”, “Naughty Beaver”, “Cry fingers bar", "China GoGo"...  Uno tras otro, como si fuesen saloons del lejano oeste (madera, puertas de doble hoja…)  formando el Strip de Pudong, donde todo el que caiga por allí puede dar rienda suelta a sus más bajos instintos rodeado de “cariñosas” chinitas que le animan a base de roce a tomar una copa o a jugar a cualquier juego (dardos, dados, billar, futbolín, cartas…)… Quien pierde paga.
Las noches terminan con el día. Al amanecer las calles de Pudong se llenan del humo y los olores de las barbacoas callejeras y aparecen salpicadas de zombis descamisados y tambaleantes que se cruzan con los obreros de casco amarillo que abandonan los infectos barracones de "camas calientes"  ubicados en el borde de este pedazo de findelmundo y que van camino de las múltiples obras de la “segunda fase”. Un espectáculo dantesco y fascinante para cualquier observador curioso.  

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18 jul 2010

Bajo los rascacielos

Por: Patricia Ortega Dolz

BAJO LOS RASCACIELOS 2

Todo el que llega a Shanghai flipa con el skyline, con esas vistas desde el Bund con las que esta ciudad se ha mostrado al mundo. Un escaparate vertical que se sumerge en la persistente bruma de esta metrópoli de día y un espectáculo de neón por la noche. Es el Shanghai del siglo XXI.

MATRIMONIO

Sin embargo, a los pies de esas torres con oficinas de diseño y hoteles de lujo, la ciudad bulle a otro ritmo. Esta ciudad vive, al menos, en dos tiempos bien diferenciados. Uno es ése vertical, el de los negocios, las transacciones económicas, los bufetes de abogados, las exportaciones e importaciones, las delegaciones comerciales y gubernamentales… Otro es un tiempo horizontal, a ras del suelo de esta ciudad llana. Es una especie de presente histórico en el que se perpetúan las costumbres de una densa población (casi 20 millones de habitantes) que mantiene las formas de vida del pasado. El pequeño comercio, los puestos callejeros de todo (fruta, verdura, carne, pesacado, utensilios, antigüedades, souvenirs, ¡cualquier cosa vendible!), las diminutas viviendas de cinco metros cuadrados, carcomidas por la humedad e impregnadas de los olores de sus cocinas mugrientas, con sus sillas y sus pilas de agua a la puerta, los pequeños talleres… Un conglomerado de calles zigzagueantes y cabledas que remiendan esta ciudad desde que a finales de los 80 se subiera en su particular DeLorean para dar un salto en el tiempo.

CAMINANTE

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12 jul 2010

Lo que nos hemos perdido…

Por: Patricia Ortega Dolz

Lo que nos queda
Todo el día pegada al Internet. Yo, y todos los españolitos de pro que trabajan conmigo aquí en Shanghai. Lo vimos, ¡claro que lo vimos! A las 2.30 de la madrugada, cuando nos ponen aquí los partidos de España. Pero no estábamos allí.
Lo vivimos, ¡claro que lo vivimos! (no hemos dormido), pero no oímos a Manolo Lama al borde del colapso cantando el himno a base de "goles", ni ese comentario tan mítico como incrédulo de quien dijo, minutos antes de acabar el partido, “Hostia Manolo, que vamos a ser Campeones del Mundo”, ni vimos a Camacho atascarse después de cantar el gol de Iniesta y quedarse literalmente sin palabras, ni ese beso…  No estábamos allí.
Gritamos, ¡claro que gritamos! Y nos vestimos con la roja y enarbolamos las banderas pero no sentimos  como España rugía y arrollaba y se teñía de rojo...  No estábamos allí.
Sí, Internet es grande, pero no lo suficiente como para transmitir la comunión de un país entero… Hoy muchos habríamos dado lo que fuera por estar ahí. Lo que nos hemos perdido…

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10 jul 2010

Previously on LOST…

Por: Patricia Ortega Dolz

JACK 1

¡No puedo más!: ¡Me he encontrado a Jack Sheppard en Shanghai!! Está en otra isla y convive con masas de peña y guerreros maoríes en medio de la Zona EXPO. Estuve hablando con él y me contó su historia, mucho mejor que el final de jotajota, por cierto. Que Lost no se acaba ni en el mar ni en el cielo, ¡que hay más islas pa seguir! 
Pregunta. ¿Qué clase de isla es esta?
Respuesta: Es una isla verde en medio de la jungla de hormigón y de las loquísimas arquitecturas de los más de 100 pabellones de la Expo.
P. ¿Cómo ha podido ‘Jack Sheppard’ llegar hasta aquí?
R. He viajado en el tiempo desde el año 2009, desde Nueva Zelanda hasta aquí.
P. ¿Y cuál es tu misión?
R. Mi misión aquí es representar con orgullo a mi país y compartir culturas en esta EXPO,antes de que hundamos la isla en noviembre.
P. ¿Te has sentido perdido alguna vez en este tiempo?
R. Todos los días, ‘los otros’, los villanos del buró de la EXPO cambian las reglas de todo esto y los acuerdos de seguridad, dejándonos confusos y perdidos…
P. ¿Tiene esta isla algún poder?
R. El poder especial de esta isla radica en los 12 guerreros maoríes que cantan y bailan cuatro veces al día en el escenario y en la piedra de 1,8 toneladas que hay en el centro, nuestro jade.
P. ¿En qué temporada de Lost te quedaste?
R. En la primera. Me pareció misteriosa. Intenté identificarme con el personaje pero no pude.
P. ¿Y qué pasará cuando se acabe esta misión?
R. Pues que volveré a casa por Navidad y luego volveré a Shanghai con otro viaje en el tiempo, será 2011 y será otra isla.


Jack Sheppard es el Jefe de Operaciones del Pabellón de Nueva Zelanda, una “montaña salvaje” en medio de la Expo de Shanghai 2010 diseñada por el equipo de Dawnfinder, los mismos que hicieron la selva del King Kong de Peter Jackson.

NZ1

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03 jul 2010

El Manolo Lama Chino

Por: Patricia Ortega Dolz

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Este es el Manolo Lama de China. Se llama Zhang Bin y, aparte de andar con follones de faldas, es quien introduce los partidos y comenta las jugadas del Mundial en la CCTV 5, junto a algún que otro invitado (mascota incluida). Menos emoción y menos parloteo, y nada de puritos ni pipas. En chino los partidos se retransmiten con laaaaargos silencios entre jugada y jugada y, de vez en cuando, dicen el nombre de algún jugador cuando lleva la pelota. Lo de levantar un poco la voz es sólo cuando alguno de los jugadores se acerca con cierto peligro al área. Y los goles nunca se cantan hasta desgañitarse. Son mucho más secos, aunque igual de definitivos: "Jin le" ("la bola entró", que diría McEnroe).

A pesar de que China no participa en la World Cup, la afición al fútbol de los chinos es brutal. En los últimos días hay hasta menos tráfico en la calle a partir de las 20.30. A juzgar por las camisetas que llevan puestas estos días, España y Argentina parecen ser sus equipos favoritos. Decir que eres de España es sinónimo de empatizar con Villa ("vilia",) Torres ("toles") o Xavi ("shavi"), que ya me he dado cuenta que son el sueño erótico de ellas y la envidia de ellos, que admiran su aspecto viril, o sea, lo que ven que les pone a las tías.

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Las terrazas, tanto en Pudong como en Puxi, están hasta arriba. Los locales, a pesar de la humedad ambiental (llevamos días de “panza de burro” a saco en los que te sientes como un dumplin al vapor), han sacado grandes pantallas a la calle y, al caer la tarde, son muchos los chinos (más que las chinas) que se toman la cerveza y siguen los partidos a tragos y a bocados de brocheta: una especie de pincho moruno de todo tipo de productos (verduras, pescados y carnes) que se compran en las parrillas ambulantes. Es un modo de picar algo muy acorde con un plan futbolero y a un precio realmente económico: 20 brochetas (para dos y hasta reventar) más dos rondas de cervezas no llegan a 80 yuanes (unos 9 euros). No son pocos los locales que abren hasta la madrugada para seguir los partidos (los encuentos de la selección española siempre caen a las 2.30 de la madrugada) y como aquí se come y se bebe casi a todas horas pues ¡qué siga la fiesta! A por ellos oé!...

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