Simetrías

Simetrías

Los caprichosos movimientos de los planetas en el cielo del ocaso no tienen sentido hasta que inclinas la cabeza y comprendes que el suelo que pisas es otro planeta más. El mundo es confuso y farragoso, pero entender las cosas suele ser cuestión de mirarlas desde el ángulo adecuado.

Atrapa a un fantasma

Por: | 25 de enero de 2012

Fantasma en fuga

Javier Sampedro

'¿Has leído mi última novela?', preguntó Alejandro Dumas a su hijo. '¿La has leído tú?', le respondió el hijo con lengua viperina. Su padre había escrito El conde de Montecristo con un tal Maquet, que no aparecía ni en los agradecimientos del libro; la segunda parte se la encargó directamente a un portugués llamado Hogan que no hacía demasiadas preguntas. Dumas fue un pionero del ghostwriting, la contratación de escritores fantasmas, o negros, esos autores que "trabajan anónimamente para lucimiento y provecho de otro", como dice el libro gordo con menos tacto que un sarmiento.

El presidente del Gobierno no suele escribir sus discursos (y últimamente no suele ni leerlos, como diría el hijo de Dumas), ni el Papa sus encíclicas, ni el presentador del telediario sus noticias. Usan a negros clásicos: los que escriben pero no firman. Pero hay otros fantasmas mucho peores: los que firman pero no escriben. En las revistas médicas, para ser más exactos. Son médicos de gran prestigio, verdaderos líderes de la profesión en su campo, la clase de médicos de los que se fían muchos otros médicos. Y que cobran de la Big Pharma por estampar su acreditada firma en unos artículos que no han escrito, y que a menudo -- otra vez el efecto Dumas-- ni siquiera han leído.

El médico Xavier Bosch, del Hospital Clínic de Barcelona, el abogado Bijan Esfandiari, de una firma de Los Angeles especializada en malas prácticas médicas, y el filósofo Leemon McHenry, de la Universidad Estatal de California, argumentan hoy en PLoS Medicine que los ghostwriters son tan dañinos que urge perseguirlos por lo penal. Creen que hay pruebas suficientes de perjuicio a los pacientes en los casos del antiepiléptico Neurontín (Pfizer), el antiinflamatorio Vioxx (Merck), los antidepresivos Seroxat (Glaxo) y Besitrán (Pfizer otra vez), la píldora antiobesidad Fen/phen (Wyeth) y el paliativo hormonal de la menopausia Prempro (triplete de Pfizer). Según los datos más recientes (referidos a 2008), el 20% de los artículos que publican las cinco revistas médicas de mayor impacto está contaminado de fantasmas.

"Lo realmente deshonesto", explica Bosch en un correo electrónico, "es que la industria busca a una personalidad científica, algún médico prestigioso con experiencia sobrada en esa enfermedad o fármaco y, a cambio de una remuneración, que puede llegar a ser muy elevada, estampa su firma en el artículo, sin opción a revisar sus contenidos. Lo que hacen estos artículos es minimizar los efectos indeseables y maximizar la eficacia del fármaco en cuestión".

Según el investigador del Clínic, el ghostwriting "es una práctica claramente fraudulenta, y la respuesta de todos los sectores implicados --revistas, agencias públicas, la propia industria, universidades-- ha sido claramente pobre; por eso la única opción es la responsabilidad penal, dirigida especialmente contra los guest authors (los que firman y cobran); sus artículos, diseñados por la industria, son capaces de hacer cambiar las prácticas de prescripción de muchos médicos, y el perjudicado es el paciente".

Parece ser que a los fantasmas se los atrapa igual que a los pájaros: metiéndolos en una jaula.



Hay 29 Comentarios

Yo trabajo en el Hospital Clínic. Conozco al Dr. Bosch. Todos en el hospital conocemos su extraordinaria labor y su honradez como persona y como profesional. Por una vez, y sin que sirva de precedente, lo que se dice en un blog de El País, es enteramente verdad.
De hecho, podríamos ir aún más lejos. Existen muchos trabajos de investigación firmados por "autoridades", que en realidad no han sido realizados por ellos, sino por sus "et al", cobrando sueldos de miseria y redondeando sus escasos honorarios en guardias y demás trabajos asistenciales. Conozco a algunos que incluso tuvieron que dejar de trabajar en los centros de investigación de referencia, por cuanto las remuneracinoes no alcanzaban ni a pagar los mínimos gastos corrientes. Mientras las "autoridades" no conocen otra cosa más que aumentos de sueldo, sin presión asistencial, año tras año (inmunes a los recortes de estos tiempos), otros muchos de sus compañeros, ven reducidos, también año tras año, sus honorarios y aumentada su carga.
Es una práctica habitual en la que influyen también los "impact factor", (el posicionamiento de los "papers"). Es una de las bases del prestigio profesional.
La presión desmesurada por publicar, lo que sea, como una manera de obtener "puntos" de cara a una mayor remuneración económica en el marco de la Carrera Profesional o simplemente una muestra de "Status" dentro de la profesión, es lo que tiene.
Sin duda, hay que empezar a poner orden por el bien de todos, especialmente por respeto a los ciudadanos a los que se les está engañando con falsas promesas de curación, que en realidad sólo esconden amortizar las inversiones millonarias de una investigación fallida, a las que Farmaindustria debe hacer frente en el desarrollo de sus productos.
Y es que hacen falta más Dr. Bosch en la profesión, urgentemente.

LLEVAN MUCHO TIEMPO JUGANDO CON LA SALUD Y LA VIDA DE LOS CIUDADANOS CON EL BENEPLÁCITO DE NUESTRAS AUTORIDADES SANITARIAS QUE SE HAN ENRIQUECIDO A SU VEZ CON LAS MUERTES DE NUESTROS PADRES E HIJOS. SÓLO ESPERO QUE EN SU DEAMBULAR POR LOS SERVICIOS SANITARIOS QUE HAN CONTRIBUÍDO A CREAR ENCUENTREN LO MISMO QUE OTROS PACIENTES HAN ENCONTRADO.

bufon azul, muerete tu a los 50, o antes si no los tienes, anda

Trabajo en la industria farmacéutica y NUNCA he comprado la opinión de un líder, es mas, si se dejara comprar para mi dejaría de ser líder.
En estos momentos de déficit y de tanto eco sobre el gasto farmacéutico, es muy fácil demonizar a la industria pero porque nadie habla del aumento de esperanza de vida, de la curación de muchos cánceres, de la calidad de vida de una persona de 70 años que por tener bajo el colesterol, la PA... Su aspecto y su calidad de vida es como el de una persona de 40 años de hace un siglo? Sigamos castigando a la industria y la investigación y en unos años volveremos a morir a los 50. Compren genéricos que no gastan en investigación y luego no se quejen de que no hay remedio para las próximas enfermedades.

Buen enfoquen, una vuelta más. Al final queien firma el artículo es una estrategia en la aceptación para las revistas de mayor impacto. Se que es una pelea indigna de muchos jefes firmando lo que no hacen, o contra sus propios investigadores o para cobrar dinero. Esta parte comercial de las publicaciones científicas es importante. Personalmente me preocupa mucho más el contenido, el control real de la parte científica, los revisores científicos en las editoriales, la aceptación o no de trabajos, para que y para quien, y un largo etcétera que nadie quiere discutir y que mueve muchísimo dinero. Los escritores fantasmas mal, pero y los datos?, quien los controla?

En estos casos los ghostwriters son gente de marketing sencillamente, expertos en ocultar o minimizar los defectos y exagerar las ventajas, lo que, tratándose de un medicamento y una publicación científica es, claramente, punible PENALMENTE, aunque si se trata de una revista científica, ésta tiene también responsabilidad porque tiene la obligación de supervisar cada paper porque el publicarlo supone su legitimación.

Tengo experiencia directa del Vioxx que por poco me mata.
A por ellos.

Es verdad. Los medicamentos genéricos los venden ONGs sin ánimo de lucro, y las que se equivocan y ganan dinero creciendo un 25 por ciento anual lo tiran por estar sucio. Las empresas de medicamentos de marca, también es verdad, a veces se equivocan y hacen que el sida se convierta en una enfermedad crónica, que haya vacunas que funcionen, que los transplantes sean posibles... Es mentira, los medicamentos no curan, son patrañas de la industria farmacéutica... Pero vosotros a lo vuestro: de algo excepcional, sin probar, a elevarlo a categoría. Es mejor que sigamos sirviendo cañas a los guiris, se nos da mucho mejor

...y todos aquellos que no firman, pero viajan, dan conferencia, van de vacaciones, asisten a seminarios dudosos y prescriben fármacos a cuenta del Big Pharma...?

me gusta esa forma breve de hablar con claridad...!

Taqman, la has clavado.

yo cada vez uso mas medicamentos genéricos... está visto que las compañías farmacéuticas les importa un pepino la vida de nadie.

Aprovecho que es Federico Relimpio Astolfi, médico y autor del libro "K.O.L (Líder de opinión)" quien menciona mi web, os mando un enlace a un comentario en mi blog sobre su libro que llevo por la mitad y recomiendo: http://www.migueljara.com/2012/01/19/k-o-l-lider-de-opinion-la-novela-de-un-medico-sobre-el-soborno-industrial-a-medicos/

En esta entrevista un científico como Javier Peteiro habla de “salami publications” y el ghostwriting.

Muy bueno el artículo. Yo soy becaria predoctoral y la verdad nunca había oído hablar de ello (en la literatura sí, pero no en revistas científicas). Sí estan los casos típicos de amiguismo, en los que aparece algún autor que ha contribuido poco o nada al artículo pero que forma parte del grupo de investigación. La verdad, precisamente el otro día leí un artículo de un neurólogo muy famoso y me pareció realmente sorprendente el artículo (por su excesiva sencillez y porque estaba un poco o bastante fuera de su campo de estudio habitual) y pensé que claramente el artículo era de otra persona (eran dos autores, pensé que era del otro), pero de ahí a que le hayan pagado por estampar su firma.. eso ya no lo sé. En fin, hay que acabar con estas cosas. Saludos.

Muy interesante artículo.
El uso de "ghostwriters" ha sido una práctica común de la industria y muy socorrida por los mismo investigadores.
Al respecto les recomiendo este artículo: Medical papers. How ghostly is ghostwriting? en http://blogs.strat-cons.com/?p=2621
Saludos cordiales

El tema ghostwriting es como el compartido entusiasmo de un futbolista.En realidad son ellos los que ponen la carne en el asador, los que reciben patadas, pisotones, marcan o meten un gol( no aguanto oír eso de "hacer un gol") , lo cual no quita para que, empezando por el director deportivo y acabando por el entrenador hasta llegar al mesmo aficionado, se ufanen en afirmar ,sin sonrojo ni haber sudado tinta, aquello de "hemos" ganado o "hemos" perdido o no "fuimos" capaces de controlar el balón.Sin andar yo entre futbolista ni científicos, sí puedo decir que he tenido jefes con medallas y pocas de ellas se pueden decir les luciera por méritos propios.Leyendo aquí lo que dice Taqman, Zaid Xela o el mismo caso de Alejandro Dumas, está claro que el vicio está muy extendido y arraigado.

Probablemente la figura que describe Sampedro existe, pero no es frecuente. Mucho más frecuente es la figura del líder de opinión (K.O.L. o Key Opinion Leader), lucrativa forma de vida mediante la cual una figura relevante en una comunidad médica se dedica a destacar los aspectos bondadosos de un fármaco - supuestos o reales - minimizando u ocultando las desventajas. Los congresos o simposios médicos son financiados por la industria farmacéutica para llenar la cabeza de nuestros facultativos con los lodos tóxicos interesados emitidos por los líderes de opinión. Para todos los interesados en ampliar conocimientos sobre el tema, aconsejo la visita a los siguientes enlaces: http://www.migueljara.com/2012/01/19/k-o-l-lider-de-opinion-la-novela-de-un-medico-sobre-el-soborno-industrial-a-medicos/
http://tontosantajusta.blogspot.com/2012/01/kol-lider-de-opinion-visto-por-un.html

Hombre, tanto como "la eficacia del fármaco en cuestión"...Su difusión o venta, fraudulenta, no puede ser lo mismo que la "eficacia" comprobada que tiene la aspirina para aliviar la fiebre.Tiene que ser un científico o médico muy poco honrado, incluso para su buen nombre(este siempre tendría que ser cuestionado con cada nueva obra, tal como no pasa y debería pasar en las obras literarias, por ejemplo), como para que no lea siquiera antes el borrador, porque, si luego sale rana, y ahora me refiero al medicamento, el "cientificucho" puede quedar por los suelos y toda su carrera hecha trizas.El problema está en las "creaciones" de nombres, eslóganes y demás servicios para la publicidad.Aprovecho esto para una petición, Sampedro: los aficionados o interesados en el arte agradeceríamos que usted, al añadir sus exquisitos y bien valorados dibujos, como el colorido de hoy, también dieras información del material utilizado e incluso las medidas de los mismos.Si te parece una tontería, pase.Pero al menos así tendrían un pie de página, por llamarlo así, y el título a la vista.Es una sugerencia tan solo.Saludos de un admirador( también de sus dibujos).

Las empresas farmacéuticas son, como indica su nombre, empresas. Y como tales buscan maximizar su beneficio. Para ello los recursos son muchos (no solo el ghostwriting), abundando en el desconocimiento de los pacientes acerca de la relación de su médico con la industria. Y en la credibilidad del médico ante el paciente. La historia de a partir de qué nivel es peligroso el colesterol resulta bastante ilustrativa: http://niuntitereconcabeza.wordpress.com/2011/11/21/el-dia-en-que-millones-de-personas-se-despertaron-teniendo-alto-el-colesterol/

Soy científico y trabajo en inmunología desde hace más de diez años. He publicado un total de 17 artículos en revistas medicas internacionales, algunas de gran impacto. No conozco ningún caso de ghostwritting en el sentido de alguien que trabaje en un proyecto y escriba parte del artículo y luego no firme. Eso no es nada común.
Lo que si es muy común es lo contrario: investigadores muy consolidados (Big Guns) que aparecen en artículos en los que no han participado más que para leer el manuscrito y dar un par de consejos como mucho. También es muy común el amiguismo, el "tu me pones ahora y yo te pongo luego". Es una forma de engordar los CVs en la que siempre salen beneficiados los mismos.
Por último, el peor de los casos es cuando todo o la mayor parte del trabajo lo realiza una persona, sobre todo becarios predoctorales, y luego el Investigador Principal (PI) o director del proyecto (el último firmante) impone, por amiguismo o intereses de otra índole, que sea otra persona que ha contribuido menos la que aparezca como primer firmante.
No tengo conocimiento directo de ningún caso en el que las farmacéuticas hayan pagado a autores por firmar sus trabajos, lo cual no quiere decir que no existan.

Interesante artículo, pero no se crean Vds. que esto se limita solo a la práctica médica (que ya es grave). Dense una una vuelta por los estudios de arquitectura grandes y pequeños, y verán lo que pasa.

Buenisimo el comentario. He tenido en tiempos bastante relación con la profesión sanitaria y aunque se sabía nadie denunciaba
Enhorabuenas

Publicar un comentario

Si tienes una cuenta en TypePad o TypeKey, por favor Inicia sesión.

Sobre el autor

Javier Sampedro

Javier Sampedro. (Madrid, 1960) es doctor en biología molecular. Hasta 1993 se dedicó profesionalmente a la investigación genética, primero en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid, y después en el Laboratory of Molecular Biology del Medical Research Council en Cambridge. En 1994 se recicló como periodista y ha sido durante 15 años redactor de El País. Buen dibujante y mal guitarrista de jazz, su lema es: "Si no les gustan tengo otros".

Archivo

marzo 2012

Lun. Mar. Mie. Jue. Vie. Sáb. Dom.
      1 2 3 4
5 6 7 8 9 10 11
12 13 14 15 16 17 18
19 20 21 22 23 24 25
26 27 28 29 30 31  

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal