Showroom (2008), de Los Carpinteros
Por Mauricio Vicent
Sebastian Berger y Andreas Winkler están en el mundo financiero y llevan más de quince años viviendo en La Habana. No tardaron en empezar a formar una colección de arte cubano contemporáneo, enfocada particularmente hacia los jóvenes creadores. Animados por la idea de que sería importante darlos a conocer fuera de la isla, han realizado un libro titulado Cuba Arte Contemporáneo/ Contemporary Art (Ceiba Publications/ Turner) que aparece ahora como el más completo catálogo sobre el tema.
Berger y Winkler no esconden el componente caprichoso y subjetivo del libro, pues mucho hay en el volumen de sus gustos particulares como coleccionistas y de su apuesta por los más jóvenes. Han podido conocer en este tiempo a la mayoría de los artistas que aparecen en el catálogo y también esta es la razón de que no pretendan incluir en el a otros creadores que, siendo cubanos, llevan años en el exilio. Sólo están algunos que, si bien residen en el exterior o pasan largas temporadas “fuera”, en cierto modo siguen “dentro” de la isla – en Cuba, lo de “dentro” y “fuera” son conceptos elásticos, aunque marcados por la intolerancia política -.
Por lo tanto, el que se interese por el arte cubano que se esta haciendo ahora mismo ‘dentro’ de la isla está de suerte. El libro contiene alrededor de 600 imágenes de obras de 59 plásticos cubanos, e incluye una pequeña biografía y una ficha sobre la trayectoria y características de cada uno de ellos. Obviamente faltan nombres. Pero se trata de un manual de consulta bastante completo, que permite hacerse una idea de lo qué está sucediendo y cuáles son las tendencias predominantes en el campo de las artes plásticas.
La sombra es una luz que se esconde (2006), de Iván Capote
El libro - de 288 páginas - incluye a creadores de varias generaciones, desde consagrados, como Roberto Favelo o Flavio Garciandía, de amplio reconocimiento internacional y con edades que rondan los sesenta años, a pintores y escultores que protagonizaron el boom de los noventa, como Carlos Garaicoa, José A. Toirac o los archiconocidos Carpinteros y Alexis Leyva (Kcho). También están los más jóvenes graduados de las escuelas de bellas artes, entre ellos los hermanos Capote, de Pinar del Río, o el manzanillero José Eduardo Yaque, que terminó el Instituto Superior de Arte hace menos de un año.
La primera pregunta que flota en el aire es si existe realmente algo que pueda llamarse arte cubano. Parece ser que sí, y que ese ‘algo’ tiene que ver con el peso de la realidad y cómo esta realidad influye en los artistas y sus obras. En los noventa todo era mucho más directo y descarnado; ahora, según los autores, el arte contemporáneo cubano ha “madurado” y eso se aprecia en las obras mostradas en el presente catálogo.
Se muestran las instalaciones límite de Tania Bruguera, que hurgan en el terreno sociológico y político, la técnica academicista de Ruben Alpizar, el juego casi antropológico de Diago o los mundos tan personales y diferentes de Lázaro Saavedra, de José Manuel Fors, de JEFF, de Tonel, una verdadera gozada de colores y conceptos. El catálogo, editado por Turner, sale a la venta al asequible precio de 29 euros, algo que agradecerán los interesados en el arte cubano.
Cuba Arte Contemporáneo / Contemporary Art. Sebastiaan Berger, Andreas Winkler y Julio Maldonado (Ed.) Turner. Madrid, 2012 Idiomas: Español / English. 288 páginas. 29 euros
Hay 3 Comentarios
El apellido correcto es "Fabelo", Roberto Fabelo.
Publicado por: estrella | 12/02/2012 20:53:47
claro que sí, Dalí atomico....phillippe halsman
Publicado por: ivan | 12/02/2012 13:25:31
¡Qué impactante la obra de la fotografía (showroom)! Nunca una obra estática tuvo tanto movimiento.
Publicado por: Discoteque77 | 12/02/2012 12:25:35