"Soft toilet", 1966
¿Cuál es el peso del mercado en nuestras vidas? ¿Y en nuestra manera de ver el arte? Pocos artistas como Claes Oldenburg han sabido abordar la cuestión de manera más espectacular y radical. Su firma aparece asociada a objetos sobredimensionados -hamburguesas y cucuruchos de helados, cerillas, herramientas-, retretes blandos y estanterías repletas de flagrantes réplicas de alimentos y chuches. Atraído por el universo freudiano, Oldenburg pensaba que el artista podía simbolizar la extrañeza del mundo en objetos no menos extraños pero que eran fácilmente reconocibles. Su arte representa la transfiguración del deseo subjetivo en un banal objeto de consumo.
"Mistos", 1992. Barcelona
El MUMOK Museo Ludwig de Viena acaba de inaugurar una retrospectiva del artista centrada en la década prodigiosa en que el mundo entero -objetos, residuos, acontecimientos- estaba a punto para ser incluido en la esfera estética. Tras su exhibición en la capital austríaca, “Claes Oldenburg: The Sixties” viajará al Museo Ludwig de Colonia, al Guggenheim de Bilbao y al MoMa de Nueva York. Será una ocasión para poner en primera línea de la actualidad artística la llamada "obsolescencia planificada" -la poca o nula perdurabilidad del objeto de consumo-, un claro indicador de la filosofía que prima no sólo en Occidente, también en los países que se han abierto a la economía capitalista, y que tiene su origen en el culto americano a la juventud. Oldenburg abordó de frente esta cuestión.
Nacido en Estocolmo en 1929 y criado en Chicago, Claes Oldenburg se trasladó en 1956 a Nueva York donde conoció a otros artistas del happening y el environment, como Jim Dine, Red Grooms, George Segal y al teórico del arte y artista Allan Kaprow, quien dos años más tarde pronosticaría el culto del artista a las cosas comunes y la cotidianeidad (“No tratará de volverlas extraordinarias, tan sólo pondrán de manifiesto su significado. La gente quedará fascinada u horrorizada, pero ésta será la alquimia de los sesenta”). Kaprow no se equivocó. Tras la muerte de Jackson Pollock la barrera que separaba al artista del público se había desmoronado. De la afirmación de la pintura se había pasado a la negación como materia prima del arte.
"Empire" ("Papa") Ray Gun
En 1960 Oldenburg llevó a la Judson Gallery de Nueva York su Ray Gun Show, con su primer environment (entorno) titulado The Street (La Calle), donde acumuló un montón de siluetas confeccionadas a base de basura quemada y otros desperdicios. El objeto más codiciado entre todos aquellos detritos era la Ray Gun (un arma biomórfica, parecido a un secador o a cualquier objeto con forma de ángulo recto), emblema de todos los bienes de consumo. El público que acudía a la galería podía comprar caulquier cachivache con la moneda Ray Gun, que circulaba entre los curiosos con la alegría de un día del gordo navideño.
Mouse Museum, 1977 y Tarta en el suelo. (Floor Cake), 1962
De este peculiar tenderete hubo otras versiones más adecuadas para el cubo blanco, como The Store, o la Ray Gun Manufacturing Company (1961), duplicados de tiendas de barrio de diez centavos -muy habituales en el East Village- que pretendían demostrar que no había ninguna diferencia entre el mercado del arte y el comercio de una tienda barata. Exponían objetos de consumo para su venta, en una cadena virtualmente infinita de asociaciones en la que cualquiera de aquellos bastos materiales carecía de identidad fija. ¿Un bolso de mujer, una plancha, una máquina de escribir, un bocadillo? El museo burgués equivalía a la concepción de tienda de Oldenburg, que no muchos años más tarde vió como sus réplicas acabaron etiquetadas como arte, gozando del culto concedido a los objetos de lujo.
La exposición vienesa descubre material fotográfico y películas rodadas por el artista en súper 8, la mayoría inéditas, además de unas de su instalaciones seminales, Mouse Museum (1967-77), desplegada como una gigantesca boîte-en-valise, que exhibe toda aquella constelación de objetos blandos, obsesivos, que por su fragilidad será muy difícil volver a ver reunidos.
Claes Oldenburg. The Sixties. MUMOK. Museum Moderner Kunst Stiftung Ludwig Wien. Del de febrero al 28 de mayo. Museo Guggenheim Bilbao, del 30 de octubre al 17 de febrero de 2013
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