Los espacios en blanco pueden servir para hacer reaparecer algo que la historia ya había arrinconado en el desván. En los manuales dedicados a los padres y madres de la fotografía y el vídeo documental, donde destacan autores como Victor Burgin, Allan Sekula o Martha Rosler, el nombre de Darcy Lange (1946-2005) es invisible. Sin embargo, este singular artista neozelandés dejó a la vista algunos jirones y trozos de realidad que hoy nos sirven para completar un poco más el círculo de la historia. Ahora, gracias a la voluntad infatigable de la historiadora Mercedes Vicente, el Espai d'Art Contemporani de Castelló (EACC) ha puesto en orden todo el trabajo de un autor que supo encontrar los valores sociales en la cultura sentimental de las personas del campo y en el avance imparable de las máquinas industriales por donde fluye la pequeñez del colectivo trabajador.
Cabecera: Five Working in British Factories and Workplaces, UK, 1972
"Arado con bueyes" y "Familia recogiendo hierba". Cantavieja. 1974
La retrospectiva de Lange es un gran golpe de mano de un pequeño centro de arte, por ello se hace inexcusable el reconocimiento y el compromiso del público, que encontrará en estas imágenes la armonía moral y dignidad tan necesarias en unos momentos de desánimo social.
Darcy Lange fue un pionero del vídeo documental, pero también abrazó los formatos más clásicos. Se formó como escultor en el Royal College of Art de Londres, pero su deseo de reproducir la realidad, y no de recrearla, le llevó a abandonar el trabajo tridimensional para abrazar el cine y la fotografía. Grabó su primera película en 1972 con el movimiento cotidiano de la clase obrera, en las fábricas y minas inglesas, en colegios y zonas rurales.
Study of Three Birmingham Schools.1976
Documentó la dura y rutinaria actividad de los jornaleros en los campos de Nueva Zelanda y la lucha de los activistas maoríes por conquistar los derechos sobre la tierra, en la región de Auckland (Mâori Land Project, 1977-1980). Al final del día, Lange les mostraba lo grabado -que nunca editaba ni cortaba- y después registraba sus reacciones. Adoraba España. Frecuentó Cantavieja, en El Maestrazgo. En Morón de la Frontera, el maestro Diego del Gastor le introdujo en el estudio de la guitarra y el flamenco.
¿Una mezcla de Walker Evans y Jean François Millet? Con Darcy Lange el Ángelus no sólo aparecía en los terrenos blandos y frágiles de siega, también debía de mezclarse en la más efímera cotidianeidad de las fábricas.
Maori Land Project, 1977-80
“Soy un activista social. Intento transmitir la imagen del trabajo como actividad, como creatividad y como algo que cuesta tiempo. Quiero llegar a audiencias muy amplias, ir más allá de las fronteras del mundo del arte”, solía decir. Para conseguirlo escogió el camino de la música: “La soledad y el arte son cosas extrañas. Con el flamenco es otra cosa. Es mi otro amor, me da menos preocupaciones”.
"Estudio de un artista en el trabajo". Darcy Lange. EACC. C/ Prim, s/n. Hasta el 29 de abril