En la exposición Off de PHotoEspaña,la fotógrafa suizo-brasileña presenta dos movimientos sociales de los años 60, en Brasil y en Estados Unidos
Por Beatriz Borges
De pequeña vio cómo se llevaban a su padre a un campo de concentración nazi, donde murió junto a todos los hombres de su familia. De mayor, encontró una causa por la que luchar: los indios yanomamis, ensayo visual y testimonial que trajo a PhotoEspaña en 1999. Hoy, en Madrid, expone fotografías de los movimientos sociales que presenció mientras se hacía profesional en la disciplina. Las imágenes de gan formato en blanco y negro, son de la Marcha de la Familia con Dios por la Libertad, una manifestación organizada en Sao Paulo por la Iglesia y la clase media brasileña, en 1964. Los cuadros más pequeños, a color, pertenecen a la lucha de los negros en Estados Unidos en reclamo de los derechos civiles. La Campaña de las Personas Pobres fue una movilización encabezada por Martin Luther King en 1968. “Tenía necesidad de salir y entender qué pasaba en las calles, aún no trabajaba como fotoperiodista. Lo hacía por mí, para entender el país en el que vivía”, comenta Andujar mientras mira las fotos ampliadas y expuestas en la galería Elba Benítez.
Los que protestaban en Brasil llevaban pancartas exaltando la Constitución y el lema de la bandera nacional Orden y Progreso. Eran mujeres, en su mayoría, motivadas por la Iglesia y que estaban en contra de la dictadura y el comunismo. Como casi todo el mundo en aquél momento, Brasil estaba posicionándose políticamente entre las dos corrientes de la Guerra Fría. La derecha brasileña, por miedo de que el país se aproximara de la Unión Soviética, se levantó para enseñar su desacuerdo con las medidas sociales del gobierno de Joao Goulart. Aquél mismo año el país sufriría el golpe de Estado militar que duraría 21 años. Hace pocos meses el gobierno decidió por fin revolver las historias y quitar los fantasmas de esta etapa, con la Comisión de la Verdad. Para la fotógrafa, una buena medida: “Ya era hora, esto debería haber empezado antes”.
La misma inquietud que llevó Andujar al centro de Sao Paulo le hizo volar a Estados Unidos. Ella quiso ver de cerca las manifestaciones de los negros estadounidenses en Washington, reclamando sus derechos, los prejuicios que sufrían y las consecuencias de ser víctimas de la violencia racial. Pese a tener un marido afroamericano y estar interesada en la lucha que había ido a documentar, no fue bien recibida: “Unos negros que estaban controlando la entrada en el campamento (en Washington) no me dejaron pasar ni fotografiar. Fui maltratada como jamás en mi vida y aquello me marcó mucho”. La actualidad de las fotos expuestas le hizo recordarlas cuando supo del 15-M, de las revueltas en el mundo árabe y de Occupy Wall Street. Las imágenes de aquella movilización de 1968 guardan similitudes con las tiendas de campaña dispuestas en las aceras de Nueva York o Madrid. Esta exposición, que se centra en ambos hechos, enseña el principio de toda una vida dedicada al social, detrás y delante las lentes.
La trayectoria y losYanomamis
Andujar pertenecía a un grupo de amigos en Sao Paulo que eran de izquierdas, intelectuales de la época y antropólogos preocupados por descubrir la identidad del pueblo brasileño. A través de estas personas entró en contacto con la realidad indígena del centro-norte del país. Entre sus ensayos están el de los indios Carajás, de los Bororos, de los Xikrín Kayapós y, el más grande de todos, sobre los Yanomamis, fruto de una inmersión de cinco años viviendo con ellos en la selva amazónica de Roraima. Aparte, investigó a las comunidades caiçaras, descendentes de portugueses que permanecieron en el litoral de Sao Paulo. Se dedicó al fotoperiodismo durante la dictadura, entre 1965 y 1970, trabajando para una revista de textos largos y profundos llamada Realidade, además de contribuciones esporádicas a la revista estadounidense Life. Obviamente, algunos reportajes suyos fueron censurados, como por ejemplo uno sobre las parteras, “era una foto de una mujer dando la luz”, recuerda.
Imagen del libro La vulnerabilidad del ser, de Claudia Andujar, sobre los yanomamis
Sobre su actitud como fotógrafa, Andujar explica que nunca piensa en sí misma como una periodista o una artista, por tener sus fotos en un cuadro enmarcado. “En primer lugar, yo soy una persona. Y mi contacto tiene que ser humano con las demás, no puedo solamente pensar en mi profesión”, concluye. Pero su compromiso fue más allá. Después de pasar un tiempo con los Yanomamis vio a esta población ser diezmada por la construcción de carreteras, la llegada de enfermedades desconocidas entre ellos y principalmente la explotación del oro en los ríos de la región. Esta invasión fue lo que le motivó a dejar de lado la fotografía y empezar a poner inyecciones a los indios, con otros misioneros: “Yo jamás había visto aquello. Fueron varias epidemias, enfermedades que ellos desconocían. Desde entonces decidí que lo importante era defender su territorio, su cultura, su vida”. Andujar creó la Comisión ProYanomami y logró junto a otros grupos, en 1992, que el gobierno reconociera la tierra como territorio de estos indios. Este mes celebran 20 años de este logro, aunque critica la gestión y el desinterés de la presidenta Dilma Rousseff sobre la cuestión indígena. Hace poco más de un año estuvo en Roraima y denuncia que los mineros han vuelto a por oro. El tema es un debate extenso en Brasil, ya que este año está por aprobarse el polémico Código Forestal.
Hay 3 Comentarios
La Marcha de la Familia con Dios por la Libertad era el nombre generico de un movimiento organizado en varias ciudades del país por sectores conservadores de la Iglesia y la clase media brasileña en 1964, estaban en contra el comunismo pero no en contra la dictadura, eran hasta sus membros, sus defensores, sus soldados y portavoces. 'Caiçaras' son los q viven de la pesquería en el litoral, són mezcla de blancos, índios y negros. La cuestion de las reservas índigenas nada tiene q ver con el Codigo Forestal, q es una cosa exclusiva para no indigenas, para productores agricolas, las reservas son territorios federales donde viven los indigenas y no hay gran produccion de alimentos y ni gran poblacion y por via de consecuencia no hay grandes problemas ecologicos pero sí de invasiones y seguridad
Publicado por: Fernando | 12/06/2012 5:26:10
Ya otra fotógrafa Venezolana, Thea Segal, había hecho su labor con los indígenas Yanomami del delta Amacuro; de ello hay un libro que debe estar agotado, ella hasta convivió con ellos logrando un serio documento gráfico expuesto en la Galería Venezuela del consulado de Nueva York, durante la década de los 80's.
Bueno saber que ahora por lo menos se nos entre abren algunas puertas a los ciclópeos latinoamericanos que tenemos tanto que decir y mostrar con nuestras imágenes, a pesar de que nos sigan viendo como unos Sudakas y advenedizos en un país que consideramos abiertamente "La Madre Patria."
Publicado por: Renandarío | 12/06/2012 2:44:02
Deberíamos aprender aquí en España a desvelar verdades...y a condenar de una vez por todas para que no se repita en un futuro...
Publicado por: Madame Calvitie | 11/06/2012 15:17:16