El PP se convertirá el 20-N en la primera fuerza política de Euskadi. Lo hará con escasa diferencia de votos y con los mismos escaños (5) que Amaiur y por delante del PNV (4) y PSE-EE (4). Se trata de la primera conclusión de las dos encuestas elaborados en el País Vasco por partidos de distinto signo.
Es, sin duda, un vuelco espectacular respecto a la actual situación. Posiblemente el sondeo disponga de cierto grato de conexión con la realidad si nos atenemos, por ejemplo, al pronóstico avanzado ya por Joseba Egibar de que el PNV será derrotada por Amaiur, a quien considera, como lo hace el resto de partidos, la primera fuerza en Gipuzkoa, ahora que está en la cresta de la ola.
Los populares anhelan su sexto escaño para así doblar su actual representación. Pero se antoja muy difícil, aunque Álava, donde gobiernan la Diputación, las Juntas y el Ayuntamiento de Vitoria, se ha convertido en su granero inagotablede votos para desconsuelo del PSE-EE, que salvará simplemente el puesto de Ramón Jáuregui. La victoria popular en este territorio y la irrupción de Amaiur puede comprometer seriamente las opciones del peneuvista Emilio Olabarria, toda una institución en el Congreso.
En Bizkaia se registrará la debacle socialista, según todos los pronósticos. También aquí, el voto al alza de PP y Amaiur castiga en exceso al resto. En este caso, mucha más al PSE-EE que ya sufrió un serio retroceso en las recientes elecciones locales. Los más pesimistas creen, incluso, que Txiki Benegas podría ver amenazado su escaño; es decir, los socialistas podrían pasar de los 4 diputados actuales a una horquilla de 1-2 como máximo.
Y en Gipuzkoa, Amaiur arrasará como ya lo hizo Bildu el pasado mes de mayo. La holgada victoria le proporcionará 3 escaños y dejará los tres restantes para un reparto equitativo entre PNV, PSE y PP. El ascenso de Amaiur castiga al PNV y el vendaval del PP nacional se lleva por delante al PSE-EE en Euskadi.