Kutxabank, la familia desunida

Por: Juan Mari Gastaca | 08 feb 2015

Mario villalabeitia
Más allá de las trincheras creadas en torno al poder ejerciente (Gregorio Villalabeitia y Xabier Sagredo, éste especialmente) y el poder cesante (Mario Fernández, sobre todo, e Ignacio Sánchez Asiain), el escándalo político, financiero y judicial de un pago irregular al socialista Mikel Cabieces ha desvelado las intrigas palaciegas en Kutxabank.

La revelación involuntaria o interesada -o, quizá, sencillamente la torpeza de un afán revanchista mal administrado- de la absurda injerencia de una entidad financiera de origen público en un remiendo político ha permitido aflorar una inquietante lucha de poder interno sobre el antagonismo de dos modelos de gestión empresarial.

Sería pecar de excesiva ingenuidad no reconocer el aroma político que se desprende de más de uno de los nombramientos realizados en los órganos de gestión y control de Kutxabank y de las tres fundaciones que acoge en su accionariado. Pero juega a su favor unos excelentes resultados y una solvencia reconocida más allá incluso del mercado nacional. Este tinte político es una verdad silenciosa, asumida por todas las partes interesadas como la consecuencia insalvable del origen fundacional de unas cajas de ahorro íntimamente ligadas a las instituciones y a la acción social, entonces más que ahora pegada a la acera de las necesidades.

Ha tenido que llegar la absurda solución de una contratación fraudalenta a un político en paro para que Kutxabank defraude a más de uno. No es de recibo que un profesional de la talla contrastada de Mario Fernández acepte semejante chapuza. Un abogado bregado en aquellas arenas movedizas del BBV no puede dejarse pelos en la gatera admitiendo que se pague 6.000 euros al mes a un exdelegado de Gobierno en virtud de una ley no escrita. Mucho menos, que no aguantara el calentón del orgullo herido y sacara de su bolsillo 243.000 euros para garantizarse ingenuamente la paz del enemigo que le estaba clavando el puñal antes de darse la vuelta.

¡Cuánta torpeza, cuánto daño a Kutxabank y cuánta desilusión a quienes siempre defendieron que "aquí lo de las cajas es otra cosa"! Y por supuesto que lo es, aunque precisamente ahora mismo, algo menos de lo que se creía.

El banco vasco ha resultado una familia peligrosamente desunida en el momento menos propicio para el afán regulador de los supervisores europeos. Este escándalo, más alarmante en las formas que en el fondo, desvela que existía una lucha interna por marcar el territorio que solo se ha resuelto con la precipitada marcha de Fernández, pero que deja pendiente la impronta de una nueva etapa iniciada de la peor manera posible.

Sería exigible reclamar con urgencia a Kutxabank y a su socio mayoritario que proyecten a las decenas de miles de clientes y al mercado en definitiva una acción concertada para asentar así una necesaria resistencia ante el vendaval político que se avecina. Y, de paso, que quienes han resultado directamente concernidos por los coletazos innegables de este irrisorio escándalo demuestren la profesionalidad suficiente para cicatrizar las heridas sin salir necesariamente a la arena pública. Que nadie olvide que una parte del presente y futuro de Euskadi pasa por Kutxabank.

Hay 4 Comentarios

Lo que llama la atención es que saquen el tema, esperando atacar al PNV, y haya sido una chapuza urdida entre PSE/PP/Mario Fernández y no lo supieran!
Es curioso como hay tan pocos comentarios en el foro de El País. Si hubiera sido una oportunuidad para criticar al PNV, habría sido otra cosa, seguro.

Admitamos que -a pesar de ser una ley no escrita y, por tanto, opaca- en nuestra maltratada tierra vasca hemos tenido que recolocar a nuestros conciudadanos que se han implicado en la lucha antiterrorista (a la postre, desplegaban una actividad en pos de un resultado -el cese de la actividad terrorista de la banda fanática- mayoritariamente apoyado por la sociedad vasca; recuerden que sólo se les oponía el sector social que inventó el grito de que la banda les matase). Admitido por tanto que no sólo el Estado sr. Egibar, sino también nuestras instituciones deben promover el reintegro profesional de nuestros conciudadanos que han dedicado parte de su vida a que la nuestra se desarrolle en paz, las preguntas que se imponen son: ¿si Cabieces quería reintegrarse profesionalmente mediante su reingreso al mercado laboral, debía hacerlo con la retribución de un experto jurista con exclusiva y larga trayectoria a su profesión? ¿no sostiene el propio interesado que "quería reciclarse profesionalmente", por lo que hay que suponer que en este período de readaptación no esté al 100 % de su competencia profesional? ¿cuál va a ser la retribución de tan insigne jurista una vez que haya terminado su tiempo de formación y reciclaje, 12.000 € al mes? ¿cuál es la retribución mensual de un abogado de Kutxabank que haya desarrollado toda su carrera en el banco como jurista con dedicación exclusiva, y que esté al 100 % de sus competencias profesionales?.
No es moralmente aceptable la retribución del candidato al reciclaje profesional, y menos en tiempos de crisis socio-económica tan duros. Todo mi agradecimiento a Cabieces por su labor como delegado del Gobierno y como alcalde de su pueblo, todo mi apoyo a su reintegro a la sociedad a la que pertenece desde la tristeza en el recuerdo a su malogrado y añorado compañero Juan Mª Jáuregui. Ahora bien, hay un "pero" a su actitud y comportamiento: menos soberbia y más humildad profesional, porque como jurista está en un proceso de aprendizaje y reciclaje después de muchos, muchos, años en otras actividades. Así pues, para que quienes desde el paro estamos luchando por sobrevivir podamos hacerlo sin ver entre nuestros compañeros parados “estrellas del mercado laboral”: sr. Cabieces menos cara, más humildad profesional, y más realismo para verse usted como lo que es, un aprendiz de las materias jurídico-legales que -por no haberlas trabajado en muchos años- tiene vd. que volver a aprender. La conclusión es obvia: retribución digna sí, pero no de estrella del mundo jurídico.

Y más cosas que irán saltando en los restos de las Cajas, pero no porque fueran malos instrumentos, sino por los politicastros que aprobaron normativas para entrar en ellas y usarlas para sus asuntos.

http://casaquerida.com/2015/02/07/monedero-a-tus-monedas/

Lo que llama la atención es que salte el tema de Cavieces y no el de los chupópteros nacionalistas.

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Sobre el autor

Juan Mari Gastaca

, delegado de El País en Euskadi. Se abre aquí un hueco para intercambiar opiniones sobre la vida política que en esta tierra vasca no deja a nadie indiferente y mucho menos cuando llegan unas elecciones.

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Hablaremos sobre el día a día de la vida política que afecta a Euskadi, dentro y fuera de la casa común vasca.

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