Los resultados de la autonomía andaluza no son extrapolables, por más de una razón, al mapa vasco. Pero no por ello consiguen reprimir el irrefrenable deseo político de trasladar algunas derivadas. Les ocurre a los socialistas vascos, que caminan aliviados desde la noche del 22-M al entender que se han quitado de encima ese fantasma de Podemos que les amargaba su existencia y que les comprometía sus expectativas. También el eco alcanza a los populares vascos, pero en este caso les obliga a contener el aliento tras el batacazo de su candidato.
Con el desplome en Andalucia y la irrupción de Ciudadanos, el PP vasco ensombrece en exceso sus expectativas. Lo hace, además, sin tiempo para librarse de los incómodos ecos de la supuesta financiación irregular de su sede en Bilbao, acusación que le perseguirá aunque responda a una gestión anterior cuando sus dirigentes tenían como principal objetivo seguir vivos. En suma, un escenario nada propicio para un partido al que le cuesta adaptar su mensaje a una realidad sin el terrorismo de ETA.
Así las cosas, bien sabe Arantza Quiroga que se le presenta un camino lleno de espinas. Lo afronta, no obstante, dando la cara y ofreciendo una lectura crítica de calado sobre la debacle de Andalucía que a muchos de sus compañeros en la Ejecutiva Nacional no se les ha escuchado. Es consciente, sin duda, de lo mucho que se juega a corto y medio plazo y por eso es fácil de comprender que la líder de los populares vascos se estremezca al comprobar que la calle sigue culpando a su partido de la crisis.
Es posible que por el camino andaluz el PP vasco se haya desembarazado de la carga que les suponía UPyD, sobre todo pensando en Álava. A cambio, sin embargo, se encuentran con la ola de un rival que hasta ahora parecía reducido al feudo de Cataluña y que en Euskadi dispondrá también de un discurso de centroderecha sin levantar el pie del acelerador en cuestiones de la identidad española.
Con todo, Ciudadanos es una incógnita en el País Vasco. Ni siquiera ha merecido el interés de los sondeos de opinión y en esta ausencia el PP no sale bien parado, excepción hecha de Vitoria donde el bastión de Javier Maroto es incuestionable. Por tanto, cuando Ciudadanos se haga con el hueco obligado en las próximas muestras se podrá disponer de una situación aproximada de su efecto sobre PP y UPyD, con quienes comparte buena parte del lógico granero electoral.
¿Cómo diferenciarse? Aquí tiene el PP una asignatura complicada. Asediado por los efectos de los recortes que le siguen persiguiendo, todavía sin un encaje social reconfortante fuera de Álava, quizá debería procurarse un ámbito de cobijo en futuras coaliciones ante el fundado riesgo de perder pie en Ayuntamientos significados y Juntas Generales. De momento ha elegido la vía del hostigamiento. En Gipuzkoa han tomado nota.
Hay 3 Comentarios
Ya le gustaria a Arantza Quiroga ser Moreno Bonilla. El 24 M supondra la tumba politica del PP en Euskadi y de UPN en Nafarroa. En el primer caso, este partido rozara la marginalidad
Publicado por: Etxerre | 24/03/2015 3:15:13
no hay q analizar tanto: el PP se va a pegar el gran ostion en Euskadi el 24 M. ¿"Bastion incuestionable" Vitoria Gasteiz? Pero q dices Gastaca? Pero si en las europeas EH Bildu estuvo a punto de ser primera fuerza. Tu no riges bien. Maroto se la juega a la desesperada al discurso xenofobo.
Publicado por: Etxerre | 24/03/2015 3:12:28
Pues me dá la impresión que asi como UPyD ha puesto poca carne en el asador para Andalucia, no va a ocurrir lo mismo con el País Vasco.
Publicado por: ana | 23/03/2015 23:35:21