En el prefacio de Virginia Woolf, la biografía gráfica de Michèle Gazier y Bernard Ciccolini que acaba de editar Impedimenta, la autora admite que "contar en cómic la vida de Virginia Woolf es todo un desafío". En parte, porque su existencia estuvo teñida de oscuridad y desesperación. "El verse sacudida demasiado pronto por la pérdida de su madre, el que su juventud estuviese jalonada por la muerte de familiares cercanos —su hermana, su hermano, su padre— sin duda forma parte de esa tristeza depresiva que se adivina en los retratos y las fotografías en los que aparece representada. Por supuesto, su diario muestra huellas de ese dolor, de ese malestar que la asaltaba a menudo".
"Pero ¿es esa razón para olvidar a la muchacha glotona y feliz de los veranos en Saint Ives? ¿Hay que dejar de lado a la joven de lengua afilada que en unas pocas palabras trazaba un retrato humorístico y cáustico de sus contemporáneos? ¿Hay que dejar en la sombra su trayectoria como militante feminista, bajo pretexto de que una mañana gris de la primavera de 1941, en lo más negro de la guerra, llenara sus bolsillos de piedras y se adentrara en el agua del río Ouse hasta hundirse?".
Gazier y Ciccolini se respondieron que no. Descubrieron en las lecturas de los libros, los diarios y la correspondencia de la autora de Orlando y Una habitación propia que ésta desprendía un "impulso vital" que su marido Leonard Woolf y su sobrino y biógrafo Quentin Bell se habían empeñado en desmentir. Por eso, ellos se propusieron reflejar en las viñetas de su vida todas sus sombras, pero también, y sobre todo, sus luces.
Virginia Woolf de Michèle Gazier (guión) y Bernard Ciccolini (dibujos) está editado por Impedimenta. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.
Hay 4 Comentarios
Esta mujer no creo tuviera manía a los españoles, pues no creo los conociera. Tenía una virtud, como Harry el Sucio: creo odiaba por igual a los blancos que a los negros, a los irlandeses, a su pafdre y a su marido y a la gente del metro de Londres de los que dice había que que exterminar. . Era una ouisider y compo tantos, solo confiaba los que por algún motivo estaban fuera de la sodiedad. No sé por qué tenía tanto miedo de que los alemanes invadieran Inglaterra, porque se hubiera entedido bastante bien con ellos. Literariamente quizá esté algo más arriba de CorinTellado, pero sin las mujeres, que son las únicas que leen a esta señor con gran penossidad a, no la conocería nadie. Tenía una imprenta que no creo supiese gestionar, sin duda obra de su marido. Y como suele ocurrir, pues cayó en manos de una eminencia médica de Londres, pero falsa, que la enevenenó con barbitúricos. No es que hubiera entonces mucho más, pero sin duda sus médicos se los buscó ella. Sobre todo, para personaje de comic ya teníamos aquí a Doña Urraca. Creo que hasta en el vestido se parecen.
Publicado por: carlos | 19/11/2012 20:22:21
Querido Carlos, como diría el clásico, «de gustibus non est disputandum». Pero no sería yo tan categórico respecto a la valía literaria de Woolf. Si hablamos de incondicionales, no se trata de una minoría, los tiene a millones, y no precisamente de bajo nivel. Mrs Dalloway es una de las obras cumbres escritas en inglés, y está a la altura de Ulises o de La tierra baldía (se publicó el mismo año, 1922). Reivindicada por la práctica totalidad de la crítica anglosajona moderna, ha sido la autora inglesa más influyente del XX, probablemente a la altura de Joyce, Eliot o Pound. Y la más traducida, imitada y alabada. Fue la fundadora de una de las mejores editoriales inglesas de mediados del XX, The Hogarth Press, y en cuanto a racismo, fue más bien víctima del antisemitismo durante la IIGM. En fin, yo no me pondría tan chovinista con El Quijote. Es una gran novela, pero a ella tampoco le gustó el Ulises (la rechazó para su editorial), así que no creo que fuera porque odiase a los españoles, faltaría más. Creo que es una buena noticia que se publique un cómic sobre su vida.
Publicado por: slowlearner | 19/11/2012 11:48:01
Esta mujer, salvo por su temática que no niego abriera un camino a otras, para mí que no se enteraba de tanto. Hace unos comentarios absurdos sobre Don Quijote, muestra inequívoca de que, fuera de la literatuta inglesa, el resto no le importaba o no lo entendía, con unas demostraciones además de elitismo y racismo nada despreciables. Tuvo mala suerte con la salud, desde luego, pero en aquel tiempo, mucha gente tuvo una suerte tan mala como la suya o peor. No era ni fea ni guapa, no sabemos si virgen o no y, en fin, salvo su manía con sus derechos, que su esposo sí que los respetó a rajatabla, me parece no escribía tan bien como dicen salvo para incondiconales..
Publicado por: carlos | 19/11/2012 2:14:29
Tuvo tantas luces que fue una mujer terriblemente lúcida, terriblemente porque la luz cuanto más intensa es más negras sombras proyecta. Lúcida sobre su época y la denuncia de la hipócrita moral victoriana de la que ella pudo zafarse en el grupo de Bloomsbury, lúcida sobre sus propios fantasmas y lo dura que puede llegar a ser la vida y lúcida como escritora inigualable para captar la complejidad de la vida, con su belleza y con sus miedos, y todo ello haciéndolo desde una sensibilidad exquisita para captar los más mínimos detalles de la vida cotidiana en la que andamos sumergidos. La señora Dalloway me parece una obra deslumbrante y reveladora de la enorme personalidad e inteligencia de esta mujer.
Publicado por: klisman | 18/11/2012 11:55:45